Capítulo 17 «El chico de los dibujos pt.2»

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—Él estaba aquí, Cat, debemos ir con la Rectora —me sujeto de su brazo.

—Estoy de acuerdo... Pero mira la hora, ¿crees que siga en la Universidad?

—Llamaré a Joel —me levanto del suelo, y voy a buscar mi móvil.

Marcando...

—¿Y...? —me pregunta Cat, moviéndose de lado a lado.

—El número marcado no se encuentra disponible, intente más tarde.

—Maldición —tiro mi móvil sobre la cama.

Me siento en el suelo, y llevo mis manos a mi rostro empapado.

Quiero a Joel...

—Karen, creo que no tenemos más opción que esperar a mañana —sostiene mi mano.

No dije nada, solo me levanté y me acosté en mi cama.

[...]

Veo a los niños jugar, para mí es algo tan agradable y nostálgico. Me recuerda las veces que mis padres me llevaban de paseo.

Siempre conocía un nuevo amigo y al día siguiente ya no sabía más de él o ella. Mi papá me dijo que se llaman "Amigos fugaces"
Aquellos que llegan, y de manera discreta, nos dejan una pizca de su luz y se van.

"Incluso si nos duele, la vida es así. Lo que importa es quedarse con los buenos recuerdos y seguir adelante." Él decía.

Alcanzo a ver que una de los niños, el más alegre, se le cae su gorra roja mientras corre.

—¡Hey, niño! —alzo la voz, pero no me escucha y sigue corriendo.

Voy hasta donde está la gorra, la tomo entre mis manos y comienzo a perseguir al niño, que por cierto no paraba de correr.

—Cuanta energía... —digo mientras recupero el aliento—Cuida más tus cosas —extiendo la gorra para que la tome, él solo me mira y corre hasta un grupo de gente amontonada.

"No había notado eso", pienso.

Voy hasta el grupo, cruso entre la gente, y veo lo que tanto les llama la atención.

Es un cuerpo tendido en el suelo, degollado, y con una venda en su boca.
No es cualquier cuerpo, es el de John. Incluso en su estado de descomposición, es claro, además lleva la chaqueta de la Universidad.

Nadie hace nada, solo murmuran entre ellos.

—¡Auch! —miro a un lado, el niño que tanto perseguí me está tomando la mano con fuerza, mientras sonríe y ve a John... Oh a su antiguo cuerpo—¡Eso duele! —grito, pero en vez de soltarme, me aprieta con más fuerza.

Desperté.

Estoy aplastando mi mano con mi abdomen, me siento en mi lugar, froto mi rostro y luego paso mis manos por mi cabello.

Sueño de mierda.

—6 am, fantástico —digo luego de checar mi móvil.

No tengo ningún mensaje de Joel.

Miro a Cat, ella ya está despierta.

—¿Estás lista? —me pregunta mientras se levanta.

Suspiro pesadamente y me levanto de mi lugar—Eso creo —respondo.

Luego de cambiarnos, ambas salimos; camino a la oficina de la Rectora. A medida que avanzábamos, yo buscaba con la mirada a esa cabeza llena de rizos, pero no tuve resultados. Aunque se veían varios grupos hablando entre ellos, más de lo normal.

Cat me mira, sostiene mi mano con fuerza, y toca la puerta frente a nosotras repetidas veces. Pocos momentos después, nos abren.

—¿Chris? —pregunto, el chico fue quien nos abrió.

—Hola, chicas, perdón por desaparecer —dice apenado.

—¿Quién es? —preguntan desde dentro.

Christoper sale de la oficina, lo detengo por el brazo y le susurro.

—Hablamos luego —lo miro al rostro, pero él no hace lo mismo, solo asiente y sigue su camino.

Luego de eso, ambas entramos en la oficina, dónde, por supuesto; la Rectora está detrás de su escritorio.

—Señoritas, estoy muy ocupada ahora con un tema muy serio. Sean breves —habla sin quitar la vista del computador.

—Karen fue atacada ayer —dice Cat con firmeza.

—¿Es eso cierto? —la Rectora se pone de pie. Asentí —¿Quién fue? ¿Le conoces? —pregunta acercándose a mí.

—Conozco su rostro... —respondo en voz baja.

Toc toc

—Increíble, estoy hasta las manos —habla para ella misma, luego, me mira a mí—Adelante.

Pasan dos Policías.

—Rectora, necesitamos su atención, como ya debe saber —habla uno de ellos —A solas.

Miré al suelo, y comencé a caminar hasta la salida.

—Señorita William, nunca le dije que se retire —habla firme, y yo volteo—Oficiales, esta joven fue agredida, es necesario que sepan esto.

Ambos oficiales voltearon a verme, se dedicaron un par de miradas, y uno de ellos habló.

—Bien, ¿Podría identificar a su agresor? ¿Es un estudiante de aquí?

—Conozco su rostro, y lo he visto antes... S-supongo que sí viene aquí —respondo.

—Jovencita, hable con calma, recuerde que justo ahora, está en un lugar seguro —habla el otro oficial.

Suspiro y agradezco mentalmente a esa amabilidad.
Luego de contar lo sucedido, me preguntaron si estaba dispuesta a describirlo, y acepté.

Recuerdo exactamente como se veía cada vez que lo vi; delgado, cabello negro, tez muy clara, altura baja, siempre con una actitud extraña, como si siempre huyera de algo. Después de decir cada detalle que se ve venía a la mente, que los policías anotaran los detalles, se miraron entre ellos, con una expresión preocupada.

—¿Algo que no sepamos? —pregunta Cat, en ningún momento soltó mi mano.

—Joven, quizás esto sea algo difícil de digerir —habla uno, se dentenie y le dirige la mirada a su compañero.

—Bien... A juzgar por la descripción que usted nos dio, no podremos encontrar a su agresor —dice.

—¡¿Qué?! ¿Por qué no? —Cat se pone de pie.

—Miller, calmese —habla la Rectora, Cat vuelve a sentarse.

—Como decía, creo que lo diré en otras palabras. Joven William, sabemos quien fue su agresor, pero no podremos hacer nada... —toma una pausa, que me comienza a desesperar—Porque apareció su cuerpo muerto esta mañana... Su agresor, Tom Davis, fue encontrado degollado por unos alumnos que estaban comenzando sus prácticas.

—¿Qué? —es todo lo que logro formular.

¿Muerto? ¡¿MUERTO?!

¿A esto se refería cuando decía que no tenía tiempo?

¡¿Qué está pasando?!

Mask || Joel PimentelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora