Capitulo 3 ‹primer día›

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—Karen, ¡Karen, despierta!

—¿Mmh? ¿Qué hora es?—abrí mis ojos para ver la hora, oh no, eran más de las siete.

—Vamos a llegar tarde en el primer día.—me dijo apresurada, mientras se abotonaba sus jeans.

—Carajo, no debimos llegar tan tarde anoche.—literalmente salté de la cama, corrí al baño para prepararme lo más rápido posible, la clase empezaba en diez minutos y ni siquiera conocemos muy bien el edificio.

—Karen, ¿qué esperas?—me decía una Catt muy apurada.

-Estoy atando mis cordones.—respondí de igual manera.

—¡Eso no es importante!—prácticamente gritó y me jaló del brazo saliendo ambas de la habitación. Cat se fue por su lado y espero yo estar yendo por el mío, ya que claro, tenemos clases diferentes. Gracias al cielo, no tardé demasiado ya que pedí indicaciones, pero cuando llegué, todos estaban sentados y por lo visto, quien sería mi profesor se estaba presentando. 

—Y se suponen usted es la señorita.—echó un vistazo a una carpeta y volvió a mí.—Karen William, ¿no es así?

—Sí, perdone la demora, pero soy nueva y...

—Sí, sí, lo sé. Ahora tome asiento, supongo que tendré que empezar de nuevo.

Dicho aquello, busqué asiento. Me senté en el más cercano que vi, al poner mis cosas en su lugar, di un largo suspiro.

—A este pasó llegaré tarde a diario.—me dije a mi misma.

—Uhh, eso no es recomendable.—dijo el chico que estaba a mi lado. No le veía el rostro ya que estaba sumergido en un libro.

—¿Y tú eres..?

—Hola, me llamo Chirstoper.—me dijo con una sonrisa.

—Oh, que tal.

—¿Acaso no me dirás tu nombre?—me pregunta. Esto me trae recuerdos.

—Karen, me llamo Karen.

—Lindo nombre, no tanto como el mío claro.—dice apoyándose en su asiento.

—Como digas.

—¿En serio? Gracias. Pero solo era una broma.

—Velez y compañía, ¿algo que quieran agregar?—nos llama la atención el profesor.

-Eh, no, lo sentimos.—le responde Christoper. Luego de que la clase termine, tomé mis cosas de manera apurada y salí directo a la siguiente. «¡Espero que seamos buenos amigos!» Eso fue lo último que lo escuche decir. 

En lo que salía de mi última clase, buscaba en mi mochila mis audífonos, pero no los pude encontrar.

—Voy a tener que ir aula por aula a ver si logro encontrarlos.—dije con mucha pesadez para mi misma. Para mi suerte, estaban en el último banco que usé. Antes de poder por fin agarrarlos, otras manos me ganaron.






holisss miren a quien trajo la cuarentena jeje

Mask || Joel PimentelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora