Mask || Joel Pimentel

Capítulo 18 «El inicio del plan»

—Joven, le pedimos discreción. A ambas —habla uno de ellos.

–Así es, estamos teniendo dificultades en la Universidad, lo que menos necesitan los estudiantes es alterarse con otra muerte —la Rectora apoya su mano en mi hombro.

Bajo la mirada, intentando aguantar las lágrimas.

—¿Y qué hay de quienes lo encontraron? Me imagino que se les pide lo mismo —habla Cat.

—Es exactamente igual, tienen prohibido decir una sola palabra. Pero en fin, ahora que sabemos esto, lo tomaremos mucho en cuenta a la hora de la investigación, por eso, les pido que nos dejen a solas.

Cat y yo salimos, y nos sentamos en unos bancos que están fuera de la oficina.

—Quiero ir al baño —me pongo de pie.

—Te acompaño...

—Quiero ir sola —la interrupo, y camino rápidamente fuera del lugar.

Siento la mirada de algunas personas en los pasillos.

¿Qué? ¡¿Acaso nunca vieron a alguien llorar?!

Comienzo a correr hasta el campus, y sí, mentí. No estoy yendo a ningún baño, estoy prácticamente corriendo a los brazos de Joel.

Me detengo a recuperar el aliendo, con las manos en mis rodillas alzo la mirada, encontrándome a Joel, camino a su habitación supongo.

Con un poco del aliento que alcanzo a juntar, grito lo más alto que puedo.

—¡Joel!

Veo como voltea rápidamente, y corre hasta mí.

—¡Karen! ¿Estás bien? —me toma de ambos hombros y me ve a los ojos.

Esa expresión llena de preocupación, no sé por qué, pero mi hizo romper en llanto, en su torso.
Poco a poco terminamos en el suelo, con él abrazándome.

Siento como me suelta, llevándose a quien sabe dónde las manos.

—Por favor, n-no me sueltes —pido entre sollozos, en seguida vuelvo a sentir sus brazos al rededor de mí.

—No lo haré nunca. Ahora dime —levanta mi barbilla—¿Qué te hace llorar de forma tan dolorosa?

—Hace unos minutos fui a la oficina de la Rectora y... —froto mis dedos en mis ojos—pasó algo terrible, alguien murió.

—Te enteraste del estudiante muerto, ¿no es así? —mira al suelo, que gracias a que estamos sentados, está muy cerca.

—¿Qué...? No mencioné a ningún estudiante.

Miro como cubre su sudadera con su chaqueta, lo ha estado haciendo desde que vino hasta aquí. Rápidamente quitó su brazo para ver que oculta.

Sangre.

—Karen, esto tiene explicación —intenta tomar mi mano, pero me aparto y me pongo de pie, él copia mi acción.

—Dime cómo es que sabes lo del estudiante, y qué es esa mancha de sangre.

—Bien, solo... cálmate. Verás, sé lo que pasó porque entre los que encontraron el cuerpo está Richard. Y la sangre... En ese mismo entrenamiento Zabdiel se lastimó, yo me ofrecí a curarlo, por accidente un poco de su sangre terminó en mi sudadera —dice mientras muestra la antes mencionada.

—Karen —continúa—, ¿acaso sospechas de mí?

—Yo no... Es solo que... Están pasando cosas que no entiendo —respondo.

—¿Y por eso tomas las cosas fuera de contexto? Sabes... Debo irme, tengo muchas cosas que hacer —se da la vuelta, y camina lejos de mí.

Veo como se aleja, siento que hice algo malo, siento que estoy haciendo cosas malas.

Bip Bip

Mi móvil vibra, es un mensaje de Cat: "Ven a biblioteca, Christoper también está aquí".

Guardo mi móvil de nuevo, doy media vuelta. Antes de irme, miro hacia atrás, él definitivamente se fue.

[...]

—Karen, al fin —dice Chris, parándose de su asiento.

Camino hasta él, nos quedamos frente a frente, ninguno dice nada, hasta que Christoper abre sus brazos.

—Te extrañé —dice mientras acaricia mi espalda.

—Tenemos mucho de qué hablar —digo con mi rostro en su pecho.

—De eso no hay duda... Bien —se separa de mí.

Vamos hasta una mesa, dónde están Cat, Richard y... ¿Erick?

—¿Qué hace él aquí? —pregunto en un susurro.

—Él también será parte de esto, solo siéntate y espera —me dice, y mueve una silla para que me siente.

Ya pasaron unos cinco minutos muy incómodos, siento la mirada de Erick, sacó mi móvil para intentarla evadir.

—¿A quién esperamos? —Cat rompe el silencio.

—Hey, al fin —habla Richard.

Volteo para ver a quien le habla, casi me da un paro al ver a Joel caminando en esta dirección.

El resto saludó a Joel y viceversa, ni siquiera me miró, solo se sentó al otro lado de la mesa.

—Rich, ¿cómo está Zabdiel? —le pregunta Joel.

—Bien por lo que sé, pero el idiota no pudo venir porque le hicieron quedarse en el hospital —el moreno responde.

Christoper hace un sonido con su garganta para que le presten atención.

—Ahora que estamos todos, les diré por qué los llamé aquí. Todos aquí hemos tenido... problemas, con la situación.

—¿Situación? —pregunto.

—Sí —responde—. Joel, a tí te golpeó más de una vez John. Erick, te molieron a golpes en tu propia fiesta...

—No fue para tanto —interrumpe.

—¿Ah, no? Ni siquiera le viste el rostro —agrega Richard.

—Como sea —dice Erick—. En todo caso, Chris está en la misma situación que yo, él tampoco le vio el rostro.

Dirijo mi mirada de confusión a Chris, estaba por preguntarle si eso era cierto, pero solo asintió seriamente antes de que yo hablara.

—Karen, a tí te persiguieron esa misma noche —continúa—Richard fue uno de los que encontraron ese cuerpo está misma mañana...

Con que es verdad...

Miro a Joel, quien por lo visto me estaba mirando, porque en seguida desvió su mirada.
No sé si alegrarme porque me estaba mirando, o deprimirme porque la desvió.

Me siento tan estupida.

—¿Y ella qué hace aquí? —pregunta Erick, mientras señala a Cat.

—Ah, es que es mejor amiga de Karen, seguramente se iba a enterar —responde Chris, y le dedica una sonrisa junto con un guiño a mi amiga.