Mask || Joel Pimentel

Capitulo 4‹Te vuelvo a ver.›

Les recomiendo releer el cap anterior ya que cambié algunas cosas.

—¿Joel?

—A pasado un tiempo, ¿qué tal tu vida?

—Creo que lo que tienes en tus manos es mío.

—No has cambiado nada.—dice riendo.

—Lo dices como si me conocieras mucho, pero sí, estoy bien. ¿Y tú?

—Estoy bien, pero ya que lo dices, ¿cómo sé que es tuyo y no de alguien más?

—De acuerdo, te seguiré el juego. Si miras el auricular derecho, habrá pintura roja.—me crucé de brazos esperando a que lo viera.

-Supongo que tienes razón. Toma.—se inclina y me devuelve lo que es mío.

—Ahora que lo pienso, ¿qué haces aquí, Joel?

—Oh, vamos, Karen, Tú no eres la única que salió de ese colegio con un futuro en mente.

—Tienes razón, lo siento.

—No te preocupes, es bueno ver que no estoy aquí solo.—sonríe, que linda sonrisa.

—Cat también está en esta Universidad.

—No sabía que a ella le podría gustar la Psiquiatría como a tí, sin ofender.

-Ella estudia Medicina, ¿cómo sabes que estudio?

—Porque yo también elegí esta carrera. Por eso me alegra tener algo de compañía.—sonríe otra vez, vamos, sigue así.

—Pero no recuerdo haberte visto hoy en ninguna clase.—dije confundida.

—Tuve un asunto personal y no pude venir hoy, cuando por fin me desocupé ya era tarde, pero por lo menos quise venir a conocer la Universidad.

—Entiendo. Bueno, te veré luego.—dije mientras abandonaba el aula.

—Así será.

.

—¿Y cómo estuvo tu primer día?

—no tan mal...—me responde, la miré de reojo, algo me oculta.—¡Me fue terrible!¡jamás me voy a graduar!—gritó y hundió su cara en una almohada. Pobre Cat, en la escuela todos a los que no les agradaba la insultaban diciéndole tonta, incluso los que eran falsos con ella se le burlaban en su espalda. Pero Cat siempre se esforzó por tener buenas calificaciones. En más de una situación me contó que le gustaría mucho ser doctora o al menos una enfermera, pero que no podría por ''tonta'', de hecho fui yo quien la animó a estudiar; ya que hasta su familia llegó a dudar de ella una vez.

—No puede ser tan malo, déjame ayudarte.—me pasó su carpeta, apenas vi la primer página.—No sé nada de Medicina todavía. Lo siento.

—Descuida, no lo valgo.

—¿Qué acabaste de decir?—tomé una almohada y se la tiré lo más fuerte que pude.—Escúchame bien, por supuesto que vales la pena, te esforzaste mucho por llegar hasta aquí y no voy a dejar que te vayas sin ese título por nada del mundo, ¿me has entendido bien?

—De acuerdo, ¿pedimos pizza?

—No, vamos a guardar ese dinero para conseguir una maestra particular que te ayude.

Mientras tanto...

—Descuida,mamá, hoy no pude ir, pero me importa más tu salud.