Capitulo 5 «Te he rescatado»

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Mientras tanto...

—Descuida, mamá, hoy no pude ir, pero me importa más tu salud.

—No me molesta que faltes, de hecho, deberías dejar ese lugar. No perteneces ahí, menos en una carrera como Psiquiatría.

Deja de decir eso por favor...

—Perdón, mamá, pero ya debo irme, te prometo que volveré muy pronto.

Te lo prometo, te demostraré que soy capaz. Iba hacia la Universidad, sé que mis clases ya terminaron, pero me gustaría conocer un  poco el edificio. La Secundaria a la que iba no era muy extensa, jamás vi un edificio tan grande...

Ella está aquí, se ve tan hermosa como la última vez. 

Solo espero no arruinarlo.

Estaba instalándome en mi cuarto, la otra cama ya estaba ocupada, eso significa que ya tengo algún compañero, me pregunto quién será...


Una semana después.


—¿Crees que de verdad el helado contiene residuos de animales?

—Chris, no sé de donde sacaste eso, pero dudo que sea cierto.

—Pero, ¡la gelatina tiene sobras del cuerpo de vaca!

—De sus huesos, órganos y vísceras. Para ser exactos.

Estábamos en el campus, sentados en unas butacas mientras almorzabamos. Yo ya había terminado, solo esperaba que Cat llegara.

—Oh dios, arruinas mi almuerzo. ¡Ah, adivina! Hace una semana conocí a mi compañero.

—Hola, Karen, quiero hablarte de algo.

—Cat, ¿sabías que la gelatina está hecha con órganos y vísceras de animal?

—Diuh, Christopher, tengo novio por si eso fue un intento de coqueteo.

—Al menos lo intenté. Bueno, las veo luego. Adiós.—Christopher se fue. Creo que por fín perdió esperanza en conquistar a Cat. Tonto casanova.

—Ahora que Chris no está ¿de qué quieres hablar?—Cat se sienta junto a mi en una butaca.

—Es sobre la maestra particular que conseguiste...

No otra vez... 

—Cat, espero que no hables del dinero, te dije que ambas sí podemos pagarlo.

—Lo sé, y aunque podamos, quiero que pagues menos de la mitad.

—¿Qué? ¿y cómo piensas pagar el resto?

—Conseguí un trabajo de medio tiempo. Es en la noche. No tendré problemas con la Univesidad.

—Si quieres... Pero no dudes en decirme si cambias de parecer.

—Claro, y gracias, nadie tuvo tanta fe en mi.

—Eres mi mejor amiga. ¿Si?

—¿Ves eso?—me pregunta, sin despegar la mirada del frente.

—Arruinas los momentos tiernos.—me quejé—¿Qué ves?

—¡Mira, allá!—apuntó con su mano donde casi terminaba la Universidad. Cuando seguí su mano con mi mirada, vi a tres chicos al parecer, dos de ellos estaban peleando, bueno, uno de ellos estaba siendo golpeado por otro, mientras el que restaba no hacía más que mirar.

—¡Debemos hacer algo!—gritó, yo no estaba segura. Me asustó.

—¿Estás segura, no es mejor llamar a alguien más?

—¡No hay tiempo!—después de decir eso, corrió hasta donde estaban los tres individuos.

Quedaré como una completa cobarde si no la sigo.

—¡Espérame!

Joder, corre como el diablo. 

Puedo ver como Cat golpea al agresor con... ¿su mochila? Uhhh eso debe doler, hoy lleva todos sus libros de Medicina, esperen, ¡le está poniendo piedras a su mochila! Creo que no me necesita.

Mejor me acerco lentamente...

—¡Dime que se siente recibir lo que das!¡agresor!

—¡Déjame, maldita loca!

Me acerqué al pobre chico golpeado.

—¿Te encuentras bien..? Oh no.

—Que manera de verte otra vez, Karen.

Mask || Joel PimentelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora