feelings [J.P Y TÚ ] ||TERMINADA||

#2 [ Defensor]

Eso no significó nada, siguieron molestando varias personas de mi salón por el hecho de no tener amigos y ser tal vez un poco antisocial.
La clase duró aproximadamente una hora luego escuchamos sonar el timbre que anunciaba el receso o para otros cambio de materia.
Suspire y tome mis libros camine hasta fuera del salón, los demás estudiantes recorrían los pasillos.
Odiaba esta escuela de "niños presumidos".
Me maldije el día que aceptaron darme la beca.
Desde ese día comenzó mi infierno.
Abrí mi locker  y estaba por tomar un libro cuando sentí y vi como cerraron.
Al cerrarse pude ver quien lo hizo si es nada más y nada menos que Helena Argent "la reina" como se hacía llamar.
Solo por que era rubia "natural"  y tenía los ojos verdes, sin contar las tres o cuatro operaciones que tenía en la nariz las cuales eran notorias por lo levantada que estaba.

──Pero mira si es nada más y nade menos que la Rarita de ________ ──A su lado estaba su amiga Karoline una morena al igual que helena tenía el cerebro frito dentro de la cabeza y el ego por las nubes, era "su lame botas".

──Hola pequeña Rarita ──dijo mirándome con desagrado.

Simplemente rodé los ojos ignorandolas.

──¿que? El raton se comió tu lengua o ya se ──chasqueo sus dedos y rio espantosamente tenía la misma risa de bob esponja ──no sabes inglés ¿Verdad? De qué caverna habrás salido das vergüenza ¿para que bienes a este país? Si no sabe su idioma ignorante──.

Oprimi mis labios para no responder.
¡No debía tener problemas!
¡Podía perder mi beca!
Aún que la Odiaba la necesitaba para graduarme rápido e irme.

──Ahg! Ka Le has visto el cabello esta feo, necesita mínimo un tratamiento ──escuche que dijo mientras tomo con brusquedad unos mechones de mi cabello.

──Al demonio nisiquiera nos entiende ──escuche que se burló la rubiecita.

¡Oh si!
Claro que les entendía y perfectamente.

──¿que diablos están haciendo?  ──escuche que dijeron atras mio.

Mis acosadoras voltearon hice lo mismo ellas

──¿Que te importa? Estamos conversando con nuestra amiga ──dijo la rubia mientras recargo uno de sus brazos en mi hombro con toda confianza.

──Vete a la mierda, tu y yo no somos amigas ──le respondí ──y por cierto te entiendo perfectamente.

Dije mientras me moví y dejé de sostener su brazo.

──¿ya la escuchaste? No son amigas dejala de molestar ──dijo mientras la fulminaba con la mirada.

──y tu quien mierda eres ¿para darnos órdenes?  ──dijo Karoline.

──Soy lo suficientemente importante para hacer que hechen de esta escuela a tu madre Helena, y para que Mi padre despida al contador de tu padre Karoline y se queden en la calle ──dijo mientras cruzaba sus brazos en su pecho.

Quería reír al ver sus expresiones, Helena estaba furiosa y Karoline pálida como si fuese un papel.

──contaré hasta tres y las quiero lejos de mi vista, Es una advertencia, igual no quiero verlas cerca de ella ──me señaló con los ojos ──uno... Dos...

Como si fueran flash desaparecieron al instante.
Una vez que desaparecieron el chico ... Joel Pimentel se  acercó a mi
Suspiré, me salvo el pellejo.
Debería darle las gracias... Aun que no se lo pedí.

──gracias ── dije con una sonrisa.

──no era justo lo que te estaban haciendo  ──dijo mientras también sonreía.

Asentí y volví a abrir mi locker nuevamente , creo que un simple agradecimiento bastaba, mire de reojo esperando a que se marche.

──vaya tienes un locker muy ordenado ──dijo mientra slo Miraba.

──al parecer si ──dije mientras tomaba mis libros.

──ni en sueños podría tener este orden ── dijo bromeando.

Sonreí su voz era muy linda y la manera de su pronunciación igual.
Cerré mi locker y la mire.

──Nuevamente muchas gracias Joel, por todo  ──dije mientras sonreí.

──ya te dije que no tienes que agradecer, pero si te sientes en deuda podrías decirme tu nombre ──dijo mientras me veía a los ojos.

Vaya por un segundo me perdí en sus bonitos ojos color cafés.
Eran lindos.
Moví la cabeza revetitivamente intentado volver a la realidad.

──por supuesto, Me llamo ________ ──dije mientras comencé a caminar
El hizo lo mismo camino a mi lado.

──Que bonito nombre ──escuche que
dijo.

──Muchas gracias, el tuyo es más extravagante y muy elegante ──dije mientras miraba al frente.