—¿Cómo te fue hoy en el colegio? —Preguntó mi padrastro mientras comíamos en la mesa.
—..bien. —Dije moviendo un poco las verduras con el tenedor.
—No suenas muy segura. —Cuestionó él levantando una ceja y metiendo un trozo de carne a su boca con ayuda del tenedor.
—Me fue bien en cuanto a las notas, pero todos me odian en mi grupo. —Dije relamiendo un poco mis labios.
—Bueno, si tanto te odian es porque tienes algo que ellos no. —Dijo con una sonrisa.
—Sí, sos demasiado especial. —Dijo mi mamá con una sonrisa.
Yo también quería carne. Me mordí los labrios tratando de no decirlo, porque sabía que a mi mamá le iba a molestar. Aun así y equívocamente lo hice.
—Ma. —La llamé mirándola. Ella levantó la mirada de su plato. —Quisiera carne, solo por hoy. —Dije y enseguida vi su expresión molesta.
—¿En serio, Olivia? —Preguntó ella.
Mi padrastro soltó el tenedor y también me miró fijamente.
—Dios, es solo por un día. —Dije sintiendo que iba a llorar.
—Si tanto insistís, puedo ir y darte una buena porción. —Dijo mi mamá colocando su mano en la mesa, sin hacer ruido. —Pero no sigás diciendo que querés ser modelo porque no podés ni cumplir con una simple dieta.
Tomé aire y asentí con la cabeza.
—Tenés razón, lo siento. —Dije tragando mis ganas de llorar y tras formar una frágil sonrisa, comencéa comer las verduras que habían en mi plato.
Ellos no dijeron nada más y siguieron comiendo.
Normalmente solía agradecerle a mamá después de comer, pero en cuanto terminé de comer subí las escaleras a pasos rápidos pero poco furiosos, para luego adentrarme en mi habitación.
Suspiré dejando salir las lágrimas que contuve tanto tiempo. Me odiaba por ser tan débil como para llorar por esto, pero es que, aunque quería ser modelo, me cansaba todo lo que tenía que hacer. Disfrazarme de ese egocentrismo y además seguir dietas estúpidas.
Estuve así, tirada en mi cama pensando ese tipo de cosas, hasta que llegaron las once de la noche. Las luces de mi casa ya se encontraban apagadas y mis padres estaban durmiendo. Yo no tenía nada de sueño, ni ganas de estar aquí.
Quería ir a la calle y meterme todas las chucherías que encontrara en mi camino.
Me puse un simple jean y cualquier blusa que encontré, lo menos que quería era llamar la atención a esta hora.
Agarré mis llaves junto con mi cartera y cerré la puerta de mi habitación con seguro, para que mi mamá no notara mi ausencia. Luego, escapé con tranquilidad por la puerta principal, con bastante sigilo, buscando con qué me iba a entretener hasta que tuviera sueño al menos.
Creo que ahora más tarde sigo<3