CAPÍTULO 03

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Mi amistad con Luka venía de casi ocho años atrás. De hecho, mi amistad con mi cuadrilla de raritos adorables e inteligentes nació en un foro de mangas japoneses. No sé muy bien cómo pueden llegar a congeniar de ese modo personas que nunca se han visto en la vida. Supongo que esos lazos se crean por la necesidad de querer pertenecer a algo diferente y especial.

Para mí el foro se convirtió en un refugio en el que poder cobijarme de la mierda y de la oscuridad que tenía mi vida entonces.

En realidad, a todos les pasaba más o menos lo mismo. Teníamos problemas, fuera o dentro de casa, y el foro sirvió para que unos nos apoyáramos en los otros y encontráramos el hogar que habíamos perdido en nuestra realidad.

Luka me ayudó mucho, por eso valoro tantísimo su amistad. Y no solo su amistad, sino su inteligencia; estoy enamorada... de su cerebro.

—¿Has crecido? —me preguntó poniéndome la mano sobre la cabeza.

Se la aparté de golpe. Lo hacía para picarme.

—Deja de meterte con mi estatura. Soy más alta que la media de las chicas de tu país.

—En eso tienes razón. Pero tienes los pies más grandes.

—Solo porque no me los vendaban para convertirme en geisha como a las japonesas.

—Solo a algunas.

—Luka..., veo que llevas el pelo de otro color. —Observé detenidamente —. ¿Qué pasó con el amarillo pollo?

—Me aburrí de él.

Lo entendía. Para Luka lo normal era aburrido, por eso probaba con todos los colores habidos y por haber.

—¿Ya te has registrado? —le pregunté.

—Sí. Estoy en la habitación de debajo de la tuya. —Miró la mía de arriba abajo y añadió—: La mía no tiene escalera, y en la pared hay escrito en español: «¿Pol qué lo llaman amol cuando quielen decil sexo?».

Me eché a reír. Me gustaba escuchar a Luka intentando farfullar el español. Entre nosotros nos comunicábamos en inglés, por eso oírlo hablar en mi español me parecía divertido.

—Di «rollito de primavera». —Alcé mi ceja izquierda para tomarle el pelo.

—Corta el rollo, friki.

—¿«Y el perro de San Roque no tiene rabo»?

Luka parpadeó muy serio y no movió ni un solo músculo de la cara. No entendía nada de lo que le había dicho.

—Aguafiestas —me rendí—. ¿Sabes algo de Chloé?

—Que se hospeda en la habitación de al lado y que nos espera en el café de la plaza. Al menos, eso me ha dicho por WhatsApp.

¿Cómo no? Mi amiga Chloé, la tercera pieza del tridente, no era nadie sin un café en las manos. Era adicta a la cafeína.

—Entonces, vayamos a su encuentro. Y así nos cuentas de una vez por todas eso que decías que ardías en deseos de contarnos.

En nuestro grupo de WhatsApp, Luka había estado muy emocionado semanas atrás diciéndonos que tenía algo increíble que contarnos, y que nuestra estancia en Lucca iba a ser inolvidable. Yo ya sabía que iba a ser increíble. ¿Cómo no iba a serlo si íbamos a estar rodeados del mundo de los animes, los cómics y los videojuegos y, además, íbamos a estar los tres juntos? Ese iba a ser el mejor viaje de mi vida.

Sin embargo, con Luka nunca se sabía, y tanto Chloé como yo intuíamos que nuestro japo la había liado bien gorda.

Solo teníamos que esperar a escuchar su revelación.

/ 01 / PROFUNDO DESAFÍO -(+18 ADAPTACIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora