CAPÍTULO 19

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Cinco horas después, estaba en la habitación del hotel, secándome la cabeza después de la ducha caliente que me había dado, sentada sobre la cama y contemplando, algo intimidada, la cantidad de visitas por minuto que tenía el vídeo que habían titulado: «La verdad de Alya». Luka había conseguido un pelotazo. Resultó que Nathaniel, el chico pelirojo que grababa todo el festival con la GoPro, era un youtuber conocidísimo con más de dos millones de seguidores: su nombre era Auron Play.

Él estuvo de acuerdo en subir el vídeo, pues también creía que era una manera de sacar a relucir la verdad, y que no debía quedar impune. Lo editó dejando claro que era una toma grabada por él y editada por Chloé, de Frikinews.

Auron Play subió el vídeo a su canal de YouTube, y cada uno de sus seguidores lo compartió. Con lo cual, conseguimos en tiempo récord más de cuatro millones de visualizaciones, que aumentaron hora tras hora de manera exponencial.

Ninguno de los tres sabía dónde nos habíamos metido, pero la viralización internacional era un hecho.

Como segundos ganadores del torneo, quedaron los Assassins, con un vídeo de parkour extremo disfrazados. Y, después, los X-Men, que no consiguieron las visitas deseadas con su cosplay en el que representaban con unos efectos especiales muy cutres los poderes mentales de Magneto.

A mí me hizo mucha gracia, pero no era lo suficientemente bueno como para atraer a las masas.

Mis compañeros me habían propuesto ir a celebrarlo y estar toda la tarde de copas. Yo les dije que no, porque esperaba la visita de Adrien. Le había escrito un montón de mensajes para quedar con él y conversar sobre lo que opinaba del vídeo y demás, pero no daba señales de vida.

Estaba preocupada. Mucho. La principal necesidad que tenía era verle, y compartir nuestras últimas horas en Lucca juntos.

Tenía las noticias del mediodía del sábado puestas en la televisión, y como noticia de entrada anunciaban el vídeo colgado por un aficionado del «extraño salto» de Alya, dejando entrever que podría haberse peleado con alguien antes de caer. Pero no confirmaban nada, ni tampoco lo desmentían.

Estaba sola, y Adrien no hablaba conmigo.

Me estaba frustrando. ¿Qué le habría pasado?

Decidí que iría a buscarle. Conocía la zona donde se alojaba, y a lo mejor le pedía a Luka que me hiciera un favor y viera en qué hotel estaba registrado.

Estaba a punto de cambiarme cuando oí que llamaban a la puerta. Aún llevaba puesto el albornoz blanco del hotel.

Debía de ser Adrien, porque Luka y Chloé no podían regresar tan pronto de su fiesta.

Pero al abrir la puerta de par en par, mi cara esperanzada se tornó agria: fue una desagradable y muy inesperada sorpresa.

Él tenía los desordenados rubio que le enmarcaban el rostro aniñado y bello. Llevaba gafas Ray-Ban de cristales metalizados, unos tejanos desgastados y bajos de cintura, la camiseta Dolce & Gabbana blanca que le quedaba como un guante, y una sonrisa fría y soberbia por bandera.

—Hola, Marinette.

—¿Félix? ¿Qué... qué estás haciendo aquí? —pregunté sin dejarle pasar—. Adrien me dijo que habías vuelto a Estados Unidos.

—Adrien, Adrien... —murmuró burlón—. Adrien dice tantas cosas, ¿verdad? Pero son todas mentira.

—Él me dijo lo mismo de ti.

—¿Me dejas pasar? Podemos hacer las paces.

—No te dejo pasar, y como no te largues voy a gritar o a llamar a la policía.

/ 01 / PROFUNDO DESAFÍO -(+18 ADAPTACIÓN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora