— Pinche, chino este. — exclamo unos de los señores en la mesa, alzando sus manos de forma divertida, riendo mientras que miraba como Seokjin se coronaba como el ganador por tercera vez.
Jin le miró y relaciono aquella palabras con su parecido en ingles. ¿Chinese? El no era Chinese, ¿acaso eso era considerado como microracismo?
— No, no, no. Me Korean, you Mexican — quizás el alcohol en sus venas le daba oportunidad para internat su inglés con más fluidez y sin verguenza. El hombre se retorció en risa y colocando un brazo al rededor de aquel chico, por alguna razón le recordaba a su sobrino, su personalidad espontánea y su risa le hacía viajar en el tiempo cuando su familia se reunia.
— No, compa, yo no soy Mexicano. I'm Salvatorian.
Genial, Jin. Ahora tu eres el racista, sin embargo, no había espacio para ofenderse cuando carcajeo al darse cuenta de que había cometido el mismo error. Los hombres en la mesa redonda reaccionaron al combo, brotando sus risas escandalosas y para nada elegantes. Las botellas en la mesa estaban vacías y el olor a cigarro era un poco fuerte añadiendo la temperatura que hacía sudar cada esquina de su cuerpo, pero nada de eso importaba cuando su estómago dolía de tanto reírse.
— Como le hace pa ganar sí ni sabe que hace. — expreso otro de los hombres abriéndole una botella de cerveza y dándosela al joven.
— ¡Lotería! — exclamó esa palabra que ellos repetían mucho, colocando unas cartas en la mesa.
— Tamos jugando Chancho, compa. — el mismo le tendió la cerveza y en su otra mano le colocó un sombrero de paja que recitaba en letras en grandes México, este lo acomodo en la coronilla del asiático y se levantó para que el resto le animara—. Póngase el gorrito del ganador. ¡Epa, Carlos, échame una segunda ronda aquí!
Seokjin disfruto la compañía de cinco hombres maduros tanto como si fuese alguna fiesta para jóvenes que el podría disfrutar. No había mucha comunicación más que risas y el juego que con muchas señas trataban de explicarle cómo sería. Ninguno de ellos era bueno en inglés, pero no les interesaba nada mientras que los adultos parecían disfrutar de ella compañía fresca de un joven.
Andy le miró a lo lejos riendo cuando Seokjin atrapó su mirada y de una manera exagerada le mando un beso volador. Se estaba divirtiendo más que nunca, lo podía ver en sus lágrimas de risa y su cara rojiza. Ella se giró para guardar la botella que tenía en mano, solo para darse cuenta de los vacíos de vidrio que estaban desparramadas en la mesa. Tanto trabajo vigilando a los chicos le habían impedido trabajar con eficacia.
Entonces vio a Yoongi con una cerveza en la mano sentado justo en su campo de visión.
— ¡Oye, tú! Ayudame con esto. — le dijo ella. No pensaba que había mucho punto en ocultar su entendimiento en coreano, por lo que al saber lo mucho que estos seres habían bebido, decidió tener una mejor comunicación.
Sin embargo, Min Yoongi le miró con asco alzando una ceja. ¿Se creía que la iba a ayudar? ¿Desde cuándo había dado esa impresión?
— Not working. — se excuso en seguida, girando su mirada evitando el contacto. Pero lo que no sabía era que el poder d ella mirada de Andy era inclusive más fuerte que la desesperanza misma, provocando que el suspirando rindiéndose ante su insistencia con solo mirarle de reojo— Fine.
Yoongi se levantó de la silla y tomaba las botellas recolectando las en un punto para facilitar el trabajo de la chica. El no era una mierda, realmente podría ayudarle fácilmente, pero el alcohol a veces le daba sueño cuando no tomaba lo suficiente para energizarse.
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lo siento, no hablo chino || bts
HumorLa banda más famosa del momento, la joya asiática deseada por la mayoría de la población mundial, millonarios que tienen un equipo de trabajo conformado por astutos entes de seguridad; han logrado salir de las garras de sus superiores para huir y "s...