12. Días Tres.

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Andy tuvo que asegurarse de muchas cosas antes de salir con sus extranjeros designados. Más aún cuando no iban a transportarse en ningún auto después de que su destino no era más lejos que dos cuadras a la vuelta. Sin embargo, sus presencias tan llamativas con cabellos decolorados y piel blanquecina podía ser un factor que atrajera miradas. Es por esa misma razón que Andy se encargó de ser su estilista personal, colocándoles prendas de Leo que los mantuvieran debajo el radar.

Cosa que a Yoongi no le daba mucha gracia.

— ¡Si íbamos a estar caminando bajo el sol, me hubiese quedado en el apartamento durmiendo! — exclamó en su idioma, tratando de que su queja saliera como un gruñido bajo su aliento. Andy giró los ojos más a delante, bastante fastidiada por el pequeño y su costumbre por hacerle saber al mundo que odiaba el sol. Adelantó a Jimin, para llegar a un lado de la chica—. Hey, you have bad ideas.

Andy le miró, su rostro fruncido y boca en una expresión de fastidio, estaba quitandose su chaqueta para airear sus axilas. Tenía que admitirlo sabía que no era cómodo ir por ahí con prendas pesadas, una chaqueta rompe viento y una gorra que aunque le cubría del sol, era muy posible que se estuviese asando en su sudor. Lo podía ver en las hebras de su cabello empezando a gotear. Sin

Relájate, dios. Pareces un jodido viejo, si vas a estar así devuelvete solo. — exclamó ella sosteniendo la tela de su chaqueta junta para que no la quitara. Yoongi ajeno a la cercanía tan común que parecían tener los ciudadanos aquí se congelo cuando está se colocó frente a él para abrochar su chaqueta—  Pensé que Jimin era lo peor — murmuró de vuelta.

La chica, conforme con su respuesta se giró solo para seguir en la camioneta esperando que los dos chicos la siguieran.

No le digo, hyung. Ella coloca nervioso a quien sea. — murmuró Jimin a su lado cuando ambos empezaron a caminar. Yoongi, en negación simplemente chasqueo su lengua fastidiado—. Es toda una gruñona, pero se lo perdono porque sé que es el amor de mi vida.

Aquello fue suficiente para que Yoongi golpeara el dorso de su cabeza para continuar con su destino.

Caminar por las aceras de México era una experiencia totalmente diferente que hacerlo en Corea, pues aunque estaban un poco descuidadas tenían que admitir que eran inexplicablemente atractivas y coloridas. Las personas no se interesaban mucho en vestirse para impresionar si no más para su comodidad, habían sonrisas de por medio y saludos a lo lejos.

Algo que no veían de vuelta en su tierra.

Andy caminaba y sonreía a lo lejos saludando a las personas que estaban en su círculo social, lo único bueno de vivir en aquel edificio era saber que todo estaba al alcance de una cuadra y la mejor parte era que el barrio, al tener falta de juventud y ser más de clase trabajadora no le prestaban ni mínima atención a los dos chicos siguiéndole. A ambos muchachos ya ni les interesaba el calor o los rayos de sol tan intensos, Jimin se preguntó cómo sería ser como ella; es decir, caminar por las calles y sonreír a quien sea para dedicarle un hola o buenas tardes, tener la confianza de decir buenos días a quien sea que se le atravesará que tuviese buena cara. En Corea solo caminas mirando al suelo, y para el era casi imposible ir por ahí como si nada.

La chica cruzó en un supermercado pequeño. Andy suspiro con alegría, a esta hora usualmente los supermercados no estaban tan abarrotados, aparte la quincena todavía no llegaba por lo que la clientela era casi escasa teniendo como protagonistas a un par de adultos comprando lo necesario.

— Ve por un carrito, y cuidadito con hablar con otras personas. — la chica señaló a Jimin dándole órdenes con su tono que empezaba a ser tan típico. Le recordaba a Yoongi, si era honesto.

lo siento, no hablo chino  ||  btsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora