13. Día Cuatro.

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— ¿Que tanto bloqueador solar piensa colocarse? — murmuro Andy hacia Leo alentandolo a qué mirara a Taehyung embarrarse la sustancia blanca y espesa en el 90% de su rostro, orejas y parte del cuero cabelludo.

Los hispanohablantes estaban en una bodega a lo lejos del centro de la ciudad. Haciendo una parada a las ocho de la mañana preparándose para emprender su gran camino a la finca de la familia de Leo. Seokjin y Jungkook hablaban por teléfono con aquella muchacha que les había dejado huir. A pesar fe que estaba escéptica con la idea de salir no dudo en hacerle saber a Andy que si algo les llegaba a pasar podía haber una tercera y cuarta guerra mundial. Al parecer los jefes de los chicos empezaba a preocuparse sabiendo que su manada había escapado, pero sin señales de vida le empezaban a canear la melena.

Leo se burlo claramente del asiático y como los demás hacían lo mismo con el bloqueador solar que recién compraron. Tenía que agradecer a su madre que le prestó la minivan del negocio con la excusa de que llevaría a sus amigos para alegrar la fiesta; a cambio el auto que utilizaban sería comandado por su hermana mayor.

Así que si, todo estaba listo para poder emprender su nueva aventura. Y se podía ver la emocion en los ojos de... De Leo, porque de resto Andy y Kea se preguntaban cómo coño de la puta madre harían para encubrir su fugada del trabajo sin que fuese tan sospechoso. Pero bah, eso que les iba a estar importando a los extranjeros.

— ¿Crees que me coloqué mucho? — el menor pregunto a su amigo.

Namjoon miro a Taehyung con los ojos sorprendidos, parpadeando un par de veces con su boca hecha un pequeño círculo, incrédulo de que a estas alturas de la vida, un adulto, como V, con más de tres dedos de frente y pelos en el culo aún no sepa cómo aplicarse el maldito bloqueador solar como alguien normal. La crema derramaba en los folículos de sus cejas y los cabellos que marcaban sus orejas estaban embarrados con la sustancia blanca... Eso sonó mal.

— Ten, tu eres el que tiene hermanos menores. — Andy miro a Leo, dándole una servitoalla para que se la ofreciera a Taehyung y le ayudará con loquesea que tendría que ayudarle.

Jungkook sorbia del jugo que Kea bajaba las últimas cosas, con ayuda de Hoseok y Seokjin, que se necesitarían para un largo viaje. Sonrió de oreja a oreja porque la había convencido de comprar dulces. Parecían tener una conversación normal, hasta que sus oídos se agudizaron solo para comprender que era una clase de español dónde ella le enseñaba a Jung como pronunciar correctamente el coro de Despacito.

Me estoy empezando a arrepentir de esta mierda. — Yoongi bufó dentro de la segunda fila de puestos de la van, recostado casi como si fuese su propia cama de vuelta en Corea. Andy, sentada del lado del piloto le miró con una ceja alzada. Ella pudo notar que el tipo le buscaba mucha conversación al saber que ella hablaba su idioma, le parecía gracioso ya van dos ocasiones dónde buscaba la soledad de ambos para decir cualquier cosa.

Estás en todo tu derecho de irte con tu jefe, entonces. — le respondió.

Entre el trabajo y pasar un día en un lugar con mierda de vaca... Prefiero las vacas. — Andy bufó divertida.

Eran las nueve de la mañana, el estaba entrando en su apogeo, pero los nativos sabían que los rayos mañaneros no sé comparaban ni de chiste a los del medio día. Así que durante su lógica decidieron zarpar su viaje durante la mañana. Ya tenían todo listo, habían dado un comunicado de que los tres tenían un virus, habían hablado con Soyoung y finalmente, luego de prometer tener el GPS encendido de su teléfono habían concretado su pequeño paseo de dos horas y media a la granja de la familia de Leo. La van tenía espacio para todos, tenían CD's para rato y finalmente habían comprado suficientes Takis y limones extras con su respectiva botella de Coca Cola. Nada podía ser mejor.

lo siento, no hablo chino  ||  btsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora