Louis y Harry.
Ambos chicos se extrañaban día a día, pensando todo el tiempo que estaría haciendo el otro.
Extrañaban los pequeños hábitos de tomar té antes de ir a la cama, escuchar un poco de Elvis Presley juntos. Harry recordaba que Louis daba vueltas por su baño mientras lavaba sus dientes, mirar juntos la televisión mientras se acurrucaba en el pecho de Louis, molestar a su pequeño ojiazul haciéndolo comer los frijoles que tanto odiaba y obligar a Louis a pedir comida mexicana cuando se encontraban solos en casa, cosas que debían repetirse. Harry iba a luchar por ello.Harry styles
Se levantó temprano, bastante podría definir. Eran las cuatro treinta de la mañana y Harry estaba listo para tomar un baño, estaba decidido a una cosa, viajar a Doncaster.
Sirvió de comer a Dusty y se metió a bañar, una ducha de máximo veinte minutos, no muy larga, no muy corta. Al salir secó su ruloso cabello y se vistió con algo simple; Camisa de palmeras, pantalones negros y zapatos cómodos, eso era todo. Sus maletas estaban preparadas desde hace un tiempo, había comprado ropa para el que no había usado esperando el suficiente tiempo para atreverse a viajar a aquel lugar donde creció a pesar de no ser un humano en esos momentos.
Se cocinó huevos revueltos con un poco de pan un poco duro, leche, y desayunó mientras veía un poco de caricaturas en televisión. Al terminar enjauló a Dusty en su transportadora y bajó por el elevador, de ahí caminó hacia el estacionamiento con destino a su auto.
Viajó algunos minutos hasta la casa de Anne, su co-jefa en el trabajo del modelaje. Para Harry, Anne era como una madre, ella lo escuchaba y apoyaba cuando estaba triste o necesitaba un consejo, a demás de abrazarlo y darle pequeños detalles que a Harry le hacían feliz. Harry le había dicho a Anne sus planes por encontrar a Louis y su pasado, Anne le creía. Harry era un chico maravilloso y lo apoyaba, por eso, la señora cuidaría de Dusty mientras Harry estaba fuera de casa.
—Anne Cox, ¿Cierto chico? —Harry asintió con una sonrisa y el bigotudo hombre se hizo a un lado para que Harry lograra entrar.
Subió por las escaleras hasta el piso tres, y tocó la puerta frente al apartamento 34.
—¡Harry, hola! Pasa, pasa —exclamó con una gran sonrisa.
Harry se adentro al pequeño departamento de la señora y bajó a Dusty colocando su porta gatos en el suelo. La gatita estaba quieta, maullaba un poco pero no se desesperaba, ella estaba acostumbrada a ese tipo de cosas.
—hola Dusty, ¿Cómo estás, preciosa?
—exclamó Harry abriendo la puertita lentamente.Dusty salió con lentitud mirando el nuevo lugar. Comenzó a olern
por todos lados y una vez terminó se sentó en el sillón, más cómoda.—Anne, aquí te dejaré su comida —dijo mientras sacaba todo lo que mencionaba de una bolsa y la ponía en la mesa de madera. —su arena y pala, también unos cuantos juguetes para que ella juegue, ¿Okay? Cualquier cosa sólo llámame, yo estaré disponible -la señora asintió.
—buen viaje Harry, espero que encuentres al chico que buscas, muchacho. Suerte —se acercó al ruloso y se abrazaron, ahora Harry sentía esperanza y fortuna por volver a ver a su Louis.
—gracias Anne, te avisaré cuando llegue a Doncaster —la señora asintió. Harry se acercó a Dusty y se arrodilló, la pequeña lo miró entre cerrándole los ojitos. —ya me voy, Dusty. Anne va a cuidarte mientras yo no esté, ¿De acuerdo? Portate bien, nena —acarició su cabecita y la gata se frotó levemente con la mano de Harry. —te quiero, Dusty —sonrió levemente y salió del departamento.
Ahora tocaba la parte difícil, el vuelo. Había viajado muchas veces a distintos países, eso no era problema, tampoco el hecho de la dirección porque el recordaba perfectamente la dirección de la casa de Louis, lo que le preocupaba era que le diría al estar frente a el.
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𝙊𝙣𝙚 𝙍𝙪𝙡𝙚 ✰︎𝙇𝙖𝙧𝙧𝙮 𝙎𝙩𝙮𝙡𝙞𝙣𝙨𝙤𝙣✰︎
Fanfiction⚠︎Novela corta⚠︎ "¡𝘌𝘳𝘢 𝘭𝘢 𝘶́𝘯𝘪𝘤𝘢 𝘳𝘦𝘨𝘭𝘢, 𝘺 𝘵𝘶́ 𝘭𝘢 𝘳𝘰𝘮𝘱𝘪𝘴𝘵𝘦, 𝘏𝘢𝘳𝘳𝘺!" 𝙃𝙖𝙧𝙧𝙮 𝘦𝘴 𝘢𝘴𝘪𝘨𝘯𝘢𝘥𝘰 𝘴𝘦𝘳 𝘢́𝘯𝘨𝘦𝘭 𝘨𝘶𝘢𝘳𝘥𝘪𝘢́𝘯 𝘥𝘦 𝘶𝘯 𝘤𝘩𝘪𝘤𝘰, 𝘤𝘰𝘮𝘰 𝘵𝘰𝘥𝘰𝘴 𝘭𝘰𝘴 𝘢́𝘯𝘨𝘦𝘭𝘦𝘴 𝘦𝘯 𝘦𝘴𝘵𝘦...