[ XIV ]

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ㅡ¡AYUDA, POR FAVOR! ㅡgritó desesperada al ver la sangre que corría por el cuello de su padreㅡ ¡ALGUIEN VENGA, POR FAVOR!

Segundos después, los guardias reales llegaron y se encontraron con la trágica escena de el rey tomando con sus manos una daga que le atravesaba la garganta mientras su hija lloraba desesperada frente a él, sin contar que había sangre hasta en la cara de la pobre chica.

ㅡA-ayúdenme... por favor, tengan algo de... piedad... ㅡcayó al suelo, desmayada.

                              



[...]





Sintió un fuerte dolor de cabeza al despertar, hecho que la hizo emitir un pequeño quejido. Miró a su alrededor. Estaba en su habitación, en su cama.

De pronto comenzó a recordar lo que había sucedido antes y deseó no haber despertado nunca.

Pero... ¿y si todo había sido sólo una horrible pesadilla?

Se levantó casi de un salto.

¡Estaba claro que todo había sido parte de su imaginación!

De repente, la puerta se abrió. Era Ubon.

ㅡ¡Ubon! No creerías la pesadilla que tuve ㅡcorrió hacia ella.

ㅡA nadie le interesa, inmunda. Ya era hora que despertaras. Tu juicio será por la tarde. Y ahora es el velorio de tu pobre padre al que asesinaste. Ya que morirás hoy, puedes ir a despedirlo ㅡla mujer le respondió de una manera horrible.

No había sido una pesadilla.

Minnie sintió sus ojos cristalizarse cuando la escuchó. Tragó saliva y derramó varias lágrimas, desesperada.

ㅡY-yo no lo... no lo asesiné... ㅡmurmuró con un hilo de voz.

ㅡSe quitó la vida por el horror que le causaste. Es lo mismo. Murió por tu estúpida culpa.

ㅡ¡No! ¡Todo es tu maldita culpa! ㅡgritó Minnie alterada y dolidaㅡ ¡Confiaba en ti! ¡¿Por qué tuviste que ser tan mala?! ¡Te odio!

ㅡUgh, no tengo tiempo para esto. El velorio es en el jardín. Si vas será lo último que hagas antes de morir. Y si no vas, morirás sin despedir a tu padre. Haz lo que quieras, inmunda. A mí no me importa ㅡdicho esto, Ubon salió de la habitación dejando a Minnie llorando en el suelo, desesperadamente.

Comenzó a pensar en porqué no había nacido normal como los demás. ¿Por qué tenía que ser una desviada?

Pero se arrepintió de pensar aquello.

Ella era normal. Los demás no querían aceptarlo.

Para los demás era una desviada, pero ella era una chica afortunada que había tenido la oportunidad de amar y ser correspondida. No importaba si era con una chica. Era amor.

Y ella no se arrepentía de amar a Pranpriya. Había sido hermoso sentir ese amor tan profundo. Aún lo seguía sintiendo, sólo que no se veía hermoso porque estaban a punto de ser juzgadas y morir ambas por el hecho de amarse.

Al menos si pudiera besarla por última vez...

¿Dónde estaría ella ahora?

Posiblemente llorando porque ambas iban a morir. Al igual que Minnie.

La reina se incorporó y secando sus lágrimas salió de su habitación para despedir a su padre.

Caminó en dirección al jardín con paso pesado y lúgubre, cabizbaja y a punto de volver a llorar. Sentía tanta impotencia que era capaz de matarse ahí mismo.

Lions || (G)I-DLEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora