Lions || (G)I-DLE

Soyeon

Tengo veinte años, y me convertí en reina a los dieciocho.
Anteriormente en el reino de Kabby era mi madre quien reinaba.

Ella había sido acusada de asesinar a mi padre cuando yo tenía trece años. Nunca ha sido probado, por lo que no ha sido encerrada. Yo creo que sí lo mató.

Amo mucho a mi madre, pero la conozco, y todos los hechos encajan perfectamente, todo indica que fue ella la culpable. Pero de algún modo no estoy enojada con ella por eso. Hizo lo que tenía que hacer.

Muchos creerían que lo asesinó para ser la única reina, pero yo sé que no es así. Mi padre era realmente malo. Ha maltratado mucho a mi mamá, incluso a mí me ha tratado mal... pero a ella peor, porque hasta le pegaba. Ella me decía que no y que todo estaba bien. Yo fingía que le creía, pero sabía la verdad. No era tonta.

Hay muchísimas personas que odian a mi madre por ser una mujer despreocupada y actuar como si fuera libre. Ella siempre tiene una sonrisa y vive a su modo, aún es joven y ya no carga con la pesada tarea de dirigir el reino, aunque a veces me echa una mano cuando me hace falta. No entiendo el odio que podrían tenerle... quizás es porque también creen que ella es la culpable de la muerte de el antiguo rey.

A mí también me odian por ser su hija, y por no haber llorado cuando pasó eso con mi padre. Por ser como ella. No sumisa. No indefensa. No débil.
Fuerte y orgullosa.

Yo creo que quiénes nos odian realmente son los hombres, pero sus esposas fingen que también, por serles fieles. Ellos nos odian porque no somos iguales a sus esposas. Nosotras no queremos diferencias entre los hombres y mujeres, queremos la igualdad. Hemos tratado de quitar algunas leyes injustas, pero para eso necesitamos que la mayoría del reino esté de acuerdo. Y sólo las mujeres solteras que no tienen a ningún hombre a quién obedecer han sido capaces de levantar la mano demostrando estar de nuestro lado.

Yo sé que las demás mujeres también lo están, pero el problema es que tienen miedo de sus esposos, porque ellos las obligan a obedecer, ellos las manipulan para que renuncien a sus derechos.

Incluso es como si ellos no nos respetaran, ni siquiera a mí que soy la reina.

Estoy segura de que desean que llegue por fin un hombre al trono. Pero no es posible a menos que tenga un hijo varón, y no pienso casarme ni dar a luz... aún. Primero quiero que el reino cambie, que sea mejor. Además nadie me podría atraer en estos contextos.

Espero que con mi madre podamos cambiar las reglas de una vez y que las mujeres se atrevan a alzar su voz.