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Miyeon se encontraba recogiendo frutas de su jardín de cosechas, cuando un caballero real llegó corriendo hasta ella.

ㅡ¡Majestad! ㅡexclamó agitadoㅡ ¡Majestad!

Ella lo miró sorprendida. ¿Tan urgente podía ser algo? No estaba acostumbrada a eso.

ㅡ¿Qué sucede? ㅡinquirió.

ㅡLos soldados de Aassa... se acercan hacia nosotros. El rey quiere tomar Keiireestán ㅡexplicó apresurado.

Miyeon abrió los ojos como platos.

ㅡ¿Qué? Dios mío... ellos son más que nosotros, y están mejor preparados... no hay forma de defendernos... nuestro ejército carerce de armaduras dignas ㅡla chica comenzó a discutir consigo misma.

ㅡEunwoo se apresuró y comenzó a fabricar armaduras con el hierro que le queda, y también está fabricando más espadas. Creo que si lo intentamos, podemos tener una oportunidad.

ㅡ¿Están demasiado cerca el rey y sus soldados?

ㅡNo, no tanto. Están a tres días más o menos, no los hubiéramos ubicado de no ser porque usted envió a nuestro mensajero a Kabby para conseguir las pieles que quería. Cuando volvía los encontró y le preguntó al rey porqué venían. Fue ahí cuando Jooheon le dijo que su objetivo era tomar Keiireestán y los reinos vecinos, porque son más pequeños que el suyo y no pueden defenderse ante ellos.

ㅡEs un maldito ㅡmaldijo ellaㅡ. ¿Cómo cuántos son?

ㅡHum... podría decirse que como ciento cincuenta... y es raro porque deberían ser más.

Miyeon se quedó pensando unos segundos.

ㅡCreo que no trajo a todos. Parece que primero quiere "instalarse" aquí. Sabe que no podremos contra ellos... agh... ㅡla chica comenzaba a preocuparse. ¿Cómo podrían estar sus soldados listos en tres días?

ㅡ¿Qué debemos hacer, mi reina?

Miyeon lo miró mientras pensaba con cuidado. No había otra opción mas que defenderse. Era inútil llegar a un acuerdo con el rey Jooheon. Cuando a éste se le metía en la cabeza algo, no había nada que lo hiciera ceder. Era famoso por conquistar ya cinco reinos, y por eso Aassa cada vez crecía más. Pero debía intentarlo todo.

ㅡQue todos nuestros soldados se preparen, y que Eunwoo siga con su trabajo. Estén listos para defender Keiireestán cuando lleguen. Además intentaré hablar con Jooheon para llegar a un trato de paz. Hagan todo lo que esté a su alcance para defender al reino ㅡordenó seriaㅡ. Manda a alertar a toda la gente. Deben prepararse mentalmente para lo que viene.

ㅡComo ordene, Majestad ㅡel caballero asintió y salió disparado de allí.

Miyeon soltó las frutas recogidas y corrió a su habitación del palacio. Sentía sus ojos arder. Estaba desesperada. Sabía que no podían ganar ante el reino de Aassa. No quería morir ni que su gente muriera. Tampoco quería vivir bajo la esclavitud de los Aassáticos.

Seguramente Jooheon la obligaría a ser su esposa ya que era la reina. No quería ser su sirvienta. No quería obedecerle. ¿Por qué era así? ¿Por qué no podía ser capaz de defenderse? Las mujeres deberían de poder aprender a luchar y defenderse. Qué absurda y estúpida era la ley que lo impedía.

Si al menos hubiera sido un poco rebelde y hubiera aprendido a escondidas. Ahora sería esclava de un tirano. ¿Qué pensarían sus padres al no poder desistir?

No. No permitiría que Jooheon la obligara. No quería pensar siquiera en el hecho de que la tocara. No se dejaría.


Lions || (G)I-DLEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora