[ IV ]

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ㅡSoyeon, su madre la busca ㅡdijo el mensajero a la reinaㅡ. Está en su habitación.

La chica asintió con la cabeza, dándose por informada y se encaminó al cuarto de su madre.

ㅡ¿Qué sucede, mamá? ㅡle preguntó al llegar a ella.

ㅡHija... acabo de recibir una carta de amenaza del reino de Aassa ㅡsoltó sin más la mujer.

Soyeon abrió los ojos como platos.

ㅡ¿Cómo? ¿Una carta de amenaza? ㅡpreguntó sin poder creerlo.

La madre le extendió un sobre abierto con una hoja doblada en su interior. La chica lo tomó y abrió la carta.

Ésta decía:

Queridas madre de la reina y reina:

Sí, raro destinatario, no he sabido que más poner, dado que ustedes son unidas como dedo y uña, y era de obviedad que ambas leerían esta carta. ¿Por qué no simplemente poner sus nombres? Pues creo que de esa forma sonaba menos interesante.

En fin, no debo salirme del único tema por el cual les escribo. Seré lo más directo que pueda ser:

Esta es una carta de amenaza.

Exacto, estan siendo amenazadas por el reino de Aassa.

No se si estaba en sus conocimientos el hecho de que hace unos días envié soldados a vigilar Keiireestán, para conquistar dicho reino. La realidad es que no lo quiero sólo a ese. Quiero a sus cinco reinos vecinos también. Ya ha sido establecida la fecha de la batalla contra Chonn, Kolia había sido secretamente espiada varios años por uno de mis soldados, es hora de actuar, y Kabby, su reino, también será tomado por mí. Y ya saben que si me propongo tomar algo, simplemente lo hago. Ha sido así desde que tengo el trono de Aassa en mi poder.

Así que estén alertas, adoradas reinas, porque, su pueblo las adora, ¿no? Espera... me he confundido. Ahora recuerdo que todos las odian. Bueno, es su culpa por querer cambiar las tradiciones. Debieron quedarse quietecitas y sumisas en su trono, tan sólo de adorno. Calladitas se ven más bonitas.

Ahora no tendrán a nadie que las apoye, porque seguro todos los hombres de su reino estarán felices de que por fin llegue un rey a su trono, así que no se resistirán ante mis soldados.

Bueno, esta hermosa y pacífica carta ha llegado a su triste fin.

Deseo que sueñen cosas lindas, para despertar de humor para mañana. De ese modo sufrirán más cuando las corramos del trono y la gente nos aclame.

Con afecto (nótese el
sarcasmo) y amor, el
rey Jooheon de Aassa.


Al leer aquello, la reacción de Soyeon fue estampar la carta contra el suelo y soltar un grito frustrado.

ㅡ¡Ese maldito hijo de perra! ㅡexclamó molesta y se tiró en la cama, afligidaㅡ ¿Qué haremos ahora? Ese idiota tiene toda la razón del mundo y eso es lo peor. Nadie nos apoyará, y aunque lo hiceran no podríamos contra ellos. No quedará nada de nosotras. Pasaremos a la historia como las reinas más odiadas del mundo.

La madre posó su mano en el hombro de la chica, tratando de tranquilizarla.

ㅡDebe haber algo que podamos hacer...

Lions || (G)I-DLEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora