[ IX ]

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Soojin cayó arrodillada al suelo, presionando su abdomen mientras miraba a Hwitaek con lágrimas.

Él le dedicó una última sonrisa de satisfacción y se dio la vuelta para irse.

Los llantos de la chica no tardaron en salir, antes no quería llorar frente a él, porque creía que si lo hacía perdería su dignidad. Pero, ¿qué importaba ya? Iba a morir.

ㅡ¿P-Por qué? ¿Po-Por qué? ¿Por qué? ㅡse preguntaba una y otra vez mientras lloraba desesperada, intentando resistir a la heridaㅡ. ¿Por qué me tenía que pasar esto? Ay... me duele mucho...

Se miró y la sangre no paraba.

Rompió un gran pedazo de tela de su vestido y se lo ató al abdomen para intentar ayudar a su herida.

No quería morir. Por más que su corazón doliera, debía seguir adelante. No podía permitir que Hwitaek lograra su objetivo.

Intentó incorporarse, pero volvió a caer sin fuerzas.

No quería pedir ayuda, porque Hwitaek podría oírla y acabar de una vez por todas con ella. No sabía que hacer.

Su padre... había muerto por su culpa. Ella había confiado tanto en él, le había entregado todo, absolutamente todo lo que podía ofrecer. ¿Cómo tantos años de promesas de amor y "por siempre juntos" podían ser una mentira tan enorme?

Lo peor es que su padre... su padre siempre dudó de su relación. Pero ella no había prestado atención. Había estado cegada por el amor. Pero es que, ¿cómo alguien podía dudar de aquel chico? Parecía tan encantador y bueno, parecía un ángel que había llegado a sus vidas para bien. Nadie hubiera creído que en realidad era un vil demonio que quería destruirlos.

<<Bueno, a veces las personas que más buenas, encantadoras y perfectas se ven, son las que más secretos oscuros guardan>> pensó Soojin.

Como pudo se arrastró de a poco por la orilla del lago, para encontrar un lugar en el cuál sentarse y pensar qué debía hacer.

Entonces, divisó no muy lejos suyo a un joven menor que ella, que al verla corrió inmediatamente a donde estaba.

ㅡ¡Princesa Soojin! ㅡexclamó preocupadoㅡ ¿Qué le sucedió?

ㅡPor favor... por favor, Huijun... ayúdame, tengo una herida de daga en el estómago... ㅡpidió ella, sin fuerzas.

El chico soltó una exclamación al ver la sangre correr por el abdomen de la chica.

ㅡ¡¿Pero quién le hizo eso?!

ㅡHuijun...

ㅡ¡Oh, lo siento! ¡Claro que la ayudaré! ㅡel menor la ayudó a levantarse.

ㅡVa-Vayamos lejos del Palacio... Ll-Llévame adonde puedan curarme... p-pero que ningún conocido pueda encontrarme allí...

Huijun pasó uno de los brazos de la chica sobre sus hombros y sosteniéndole la cintura, la ayudó a caminar.

ㅡSé donde puedo llevarla. Pero... ¿por qué no quiere ir al Palacio? Recibirá la mejor atención allí, y buscarán al culpable de que esté así.

ㅡEl palacio no es seguro ya. Nadie tiene que saber que estoy viva. Ha sido... ha sido H-Hwitaek quien me ha hecho esto.

ㅡ¡¿Cómo?! ¡¿Hwitaek?! ¡¿Su prometido Hwitaek?! ¡¿El general Hwitaek?! ¡¿Mi superior?! ¡¿Hwitaek el que...?!

ㅡSí, Huijun. Ese mismo... también ha matado a mi padre ㅡsus ojos se cristalizaron otra vezㅡ. Nos ha engañado a todos. Sólo quería quitarnos de su camino para ser el rey. Debe tener a la mayoría en el Palacio sobornados. Por eso no es seguro, y si voy, podría volver a intentar asesinarme.

Lions || (G)I-DLEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora