GLOW [Mer]✔

E P I L O G O

Aleixa Burmester

14 años después

Nos encontramos en la villa de L.A pasando las vacaciones de verano, Caroline se encuentra muy emocionada, dejo de ser una chiquilla hace mucho tiempo para convertirse en una señorita con las hormonas un poco alborotadas.

Se pasea por la cocina con el celular en la mano sonriéndole mientras que abre la nevera y busca que comer.

—Caroline, ya casi cenaremos —le dice Sou a mi lado— ¿Sigues hablando con ese chico? ¿Jack o Mike?

—No, ya no —responde sentándose en un taburete de la isla y jugando con un poco de masa— Lo deje hace días y ahora es uno nuevo. Se llama Christopher.

Bueno, mi ahijada no pierde el tiempo en cuento al amor, aunque no me sorprendería mucho ya que es muy linda y es muy difícil no fijarse en su cabello rubio y los ojos entre verdes y azules.

—Tía Aleix —se dirige hacia mí— ¿Cuántos novios has tenido?

Rio y niego con mi cabeza amansando la masa para la pizza de esta noche. Sou a mi lado trata de disimular la risa.

—Solo uno.

—¿Por qué tan poquitos? —arruga su nariz y las pecas le resaltan más— ¿Nunca tuviste pretendientes?

Créeme, cariño si te contara cuanto baboso se me acercaba y me tocaba huir.

—Sí tuve —respondo poniéndole un poco de salsa a la masa— ¿Me podrías pasar el queso?

Me pasa la bolsa de queso y la abro para agarrar un poco y esparcirlo por la casi pizza.

—¿Por qué tanto interés en eso? —inquiere su mamá— Todavía eres muy pequeña para ese tipo de cosas, cuidado con que me entere que andas haciendo cosas indebidas, Caroline.

—No paso nada —masculla— Aún.

—Tu no tendrás novio hasta los cuarenta años, señorita —entra a la cocina Oliver que le planta un beso en la cabeza a su hija y detrás de él viene mi hermoso esposo que con el tiempo se pone cada vez más bueno.

—Mhmmm... Pizza —dice Nick acercándose para poder abrazarme desde atrás y susurrar en mi oído— Pero más rica mi esposa.

Agarra un pedazo de queso y se lo llevaba a la boca para poder comerlo mientras que me da la mitad del pedazo.

Pasamos entre risas y algunos consejos por parte de todos hacia la pequeña Caroline quien a fin de cuentas termina roja y dejándonos solos.

—Quien diría que tu hija sería peor que tú, Sophia —le recuerdo a mi amiga y hace un puchero mientras que me lanza un poco de harina— Tengo que decir que te ha superado.

—Cállate, cuando tengas los tuyos sabrás mi preocupación —dice y ve como bajo la cabeza, hace tiempo Nick y yo quisimos tener hijos, pero por mis genes no puedo hacerlo, fuimos con un especialista para tratar sobre el tema, pero las únicas opciones son adoptar— ¿Aún no?

—Solo nos queda adoptar.

—Pero así estamos bien, prefiero no compartirla con nadie —Nick me abraza y me da un beso en los labios no tan decente, se me había olvidado como este tipo de besos me hacen sentir mareada.

—Por favor no hagan eso enfrente de nuestra hija —pide Oliver pasando un brazo por los hombros de Sophia.

—¿Recuerdan la vez en que rompieron la pared? —les recuerdo y ellos enrojecen a la vez— Sería una muy buena historia para contarle a Caroline.