GLOW [Mer]✔

C A P I T U L O 18

                                                                              MINI MARATON 2/3

Aleixa Burmester

Liverpool/ Inglaterra

Camino por las calles tan conocidas para mí, aquel olor a lluvia y tierra se siente tan familiar, como que, si nada hubiera pasado, como que nada hubiera cambiado. Meto las manos en mi chaqueta entrando a un café.

Llevo dos días aquí, en mi hogar, mi casa y recordando mi vida antigua. Julián me acompaña, él me trajo, siempre antes del tres de abril vengo aquí, duele, bastante, pero es necesario. Solo pisar mi tierra es un golpe en el pecho. He llorado en silencio, preguntándome que hubiera pasado si no hubiera sido cobarde.

Mi culpa, todo por callar, por obedecer a quien no debía apartando mis ideas correctas.

No llevo conmigo mi celular, he dejado todo lo electrónico y mi amor en mi apartamento. Duele saber también que Nick, la persona que he querido mucho, no sea capaz de decirme las cosas en la cara, pensé que teníamos confianza, pero ahora veo que no.

Sophia y Oliver saben dónde estoy, les rogué que no dijeran nada, sé que lo cumplirán, pero sé también que Nick es su amigo.

—Un café con leche —pido a la mesera y le entrego el menú— Gracias.

—Señorita Aleixa ¿Quiere que les avise a sus padres que nos encontramos aquí? —pregunta Julián bebiendo de su té— No me gusta ocultarles cosas, cada año es lo mismo.

—Lo sé, Julián —digo suspirando, porque es la verdad, ellos no merecen que les oculte cosas, pero decirles que siempre en la misma fecha vengo aquí los destruiría y sé que también seríamos un mar de lágrimas, prefiero sufrir yo sola en vez que más personas, porque todo esto es en parte mi culpa. —¿Puedes guardar una vez más el secreto?

—Sí, lo guardaré —dice— ¿Cuándo nos vamos?

—Mañana a media mañana —digo agarrando mi café y dándole un sorbo— No quiero pasar más tiempo, se darán cuenta que un jet no se encuentra.

—Llamaré al piloto para comunicarle —se levanta y saca su celular— ¿Segura estarás bien si te dejo sola un momento?

—Ve tranquilo.

Sale del local y mi mente comienza a divagar, su café favorito con los donuts de chocolate con las que jugaba como si fueran lentes. Todo era felicidad, esa nostalgia me invade nuevamente. El paso de los años no lo ha hecho más llevadero solo más doloroso, no hay día que no me reproche sobre lo sucedido.

Daría todo por cambiar, por devolver el tiempo.

Unas pequeñas lágrimas bajan por mis mejillas, el dulce del café con el salado de mis lágrimas solo me hace querer aquellos abrazos reconfortantes de la persona que ahora se encuentra a horas de mí. Sus besos aclaman mis labios desde hace días y me pesa el no haberle dicho nada.

Nick, joder lo amo muchísimo, él es quien me hace feliz.

Julián vuelve y paga nuestras bebidas, salimos y caminamos por las calles nuevamente. Comienza una leve lluvia, las personas se cubren con paraguas y veo a dos niñas con un paraguas saltando de charco en charco, ríen y una señora que va detrás de ellas niega con la cabeza mientras ríe también.

****

Las puertas de metal se abren y dan paso a mi antigua casa. Mis papás no han querido venderla o darla al banco, saben que en el fondo en algún momento esa estructura fue su hogar al igual que el mío.