C A P I T U L O 16

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Aleixa Burmester

Todo esta a oscuras y quizás sea porque no he abierto tan solo un ojo todavía hace calor y trato de incorporarme, pero unos brazos fuertes me devuelven a mi posición inicial haciendo de cuenta que tengo a alguien pegado a mi espalda.

Nick.

Me estrecha consigo y mueve su cabeza para posarla a un lado de mi cuello, retira mi cabello y me besa succionando una parte de este, duele un poco, pero en el mismo lugar vuelve a dejar un beso húmedo. Me giro en sus brazos para poder estar frente a frente, me mira con tanta dulzura que me en mi interior algo se remueve y lo beso apasionadamente.

Ya lo hago mejor, poso mis labios sobre los de él, lamo su labio inferior indicándole que quiero abrirme paso para introducirme en su boca, mi lengua acaricia la suya la cual tiene una textura aterciopelada. Me sabe a miel, a felicidad y a que mis días serán siempre así porque no creo haberme equivocado al darle mi corazón. Tira de mi labio inferior y suelto un pequeño gemido, sonríe sobre mi boca y hago lo mismo.

—Buenos días a mi preciosa, amorosa y efusiva novia —dice sonriéndome y dándome un casto beso— ¿Adolorida?

—Solo un poco, pero es tolerable —digo subiéndome a horcajadas sobre él y baja la vista de mi cara hacia mi cuerpo entero— ¿Qué sucede?

Bajo mi vista y me veo a mi desnuda sobre él quien también esta así, río y me agarra por la cintura. Estamos bajo mis sábanas blancas, él en todo su esplendor y yo de seguro debo de estar hecha un desastre, pero en la forma en que me mira debo asegurar que soy un desastre muy lindo ante su vista. Algo debajo de mi se alza y ya sé que es, muero de la vergüenza y siento a mis pobres mejillas arder.

Bajo mi cara hasta la suya y le dejo un beso en la frente mientras paso mis dedos por su hermoso cabello negro sedoso. Me remuevo para poder levantarme, pero Nick se niega y reafirma sus manos en mi cintura.

—Quiero segundo round —dice haciéndome reír.

—¿Acaso tienes más? —inquiero, porque el que llevaba ayer en sus pantalones ya los utilizamos— No poder hacerlo sin protección, no quiero un mini Nick

—Al mejor de los casos es una mini Aleixa —niego con mi cabeza, divertida— Oliver siempre me ha dicho donde encontrar preservativos en la habitación de Sophia, él vivía esperanzado que algún día lo hiciéramos

—Quizá al final siempre tuvieron razón sobre nosotros —confieso.

—Dame un momento y lo voy a buscar —se sienta conmigo aun sobre él, las sábanas blancas nos cubren a ambos, las cortinas están abiertas y la tenue luz mañanera nos baña a los dos— ¿Estás de acuerdo?

Lo pienso un momento, no puedo negar que se sintió muy raro el tener algo adentro de mí, pero a la vez fue placentero y podría decirse muy liberador.

—Esta es tu respuesta —me contorneo sobre su erección la cual se vuelve más tentadora por el tamaño que adquiere y como palpita debajo de mí, tensa la mandíbula y me besa.

—No juegues con fuego, cariño.

Me bajo de él y se levanta, esta como Dios lo trajo al mundo y no puedo negar que es hermoso ante mi vista, su cuerpo muy bien dotado, su cabello revuelto con un poco de brillo por la luz que lo ilumina. El muy descarado tiende a agarrar a su amigo con una mano para moverlo como si fuera una manguera, me tapo la cara con las manos y su risa se escucha cada vez más lejos.

Sonrío como una boba, aún no creo que Nick me haga sentir tales cosas en mi interior, es como una revolución que llego a mejorar todo. Me saco del agujero negro en el que me encontraba hundida llenándome de felicidad y mucho deseo. Estoy demasiado hormonal, tal vez sea un efecto secundario de todo esto.

GLOW [Mer]✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora