_Bien alumnos, su próximo proyecto será un trabajo en equipo donde abordarán distintos temas_explicó el profesor de espalda a sus estudiantes mientras anotaba las preguntas que estos responderían para su próxima clase_Será en parejas y ustedes podrán elegir quién será su compañero.
Ante estas palabras Hashiko se limitó a recostar la cabeza sobre su mesa, acomodándola entre sus manos con toda intención de echarse una buena siesta, no era la primera vez que alguien sugería este tipo de activades y como siempre él la haría solo, pues nadie en su sano jucio querría trabajar con alguien que no habla y es totalmente antisocial, además de que el prefería hacer las cosas por su cuenta.
No pasó mucho tiempo para que todos seleccionaran a su compañero e informaran a al maetro sobre ello, quien tomó un lapicero de tinta negra y comenzó a anotar los nombres de las recientes parejas.
_Hashiko_le llamó este en tono demandante al ver a su alumno a punto de dormirse, siempre era lo mismo y él no lograba entender su apatía a las relaciones con las personas, ni mucho menos cómo se las arreglaba para aprobar las demás asignaturas_Hashiko, ven aquí_volvió a insistir y este a regañadientes se levantó del asiento, dirigiendo sus pasos con calma y expresión desinteresada hacia aquella persona_¿Ya seleccionaste a tu compañero?_cuestionó retóricamente, pues de antemano conocía la respuesta. Un suspiro cansado escapó de sus labios_Esta vez lo harás con alguien, de lo contrario reprobarás.
Y a ese pelinegro no le pudo importar menos aquella supuesta amenaza, cosa que dio a entender al no cambiar siquiera la expresión de su rostro ¿qué le podía importar ese hecho? Él ni siquiera tenía alguna aspiración que cumplir, cosas como sueños o metas eran puras palabras sin sentido en su vida.
_Disculpe_intervino aquella enigmática chica de cabellos castaños dibujando una sonrisa en sus labios mientras jugaba con el extremo de su bufanda_Yo...puedo ser su compañera_se ofreció sin pensarlo mucho, cosa que sorprendió bastante al profesor, quien se mostró algo incrédulo ante tales palabras.
_De acuerdo, es todo por hoy_dijo levantándose de su silla, apoyando los codos sobre el buró para así impulsarse_Nos vemos en la próxima clase_se despidió de los alumnos antes de marcharse, pues ya era tarde y ese era el último turno.
El salón no tardó en vaciarse, dejando solos a nuestros protagonistas, quienes recogían sus cosas con cierta lentitud.
_Hashiko..._habló la de cabellos marrones rompiendo el espeso silencio que se había formado_¿Puedo llamarte así?
Este simplemente se encogió de hombros, pues nunca le importó cómo lo llamaran los demás.
_Vale, esto...¿podemos hacer el proyecto en tu casa?...Si te molesta puede ser en un parque o espacio abierto, en mi casa..._lo pensó un poco antes de continuar, apretando aquella prenda que rodeaba su cuello_puede ser complicado.
El chico meditó un poco las propuestas, sería incómodo trabajar en un lugar público con tanto bullicio como un parque y juzgando por la actitud de la fémina no sería buena idea ir a su casa, además de que, a él en lo personal no le agradaba mucho esa sugerencia.
_¿Qué quieres hacer?
Este simplemente hizo un ademán para que le siguiera, gesto que ella captó al instante. Y de esta forma salieron de la institución, sumidos en un profundo pero cómodo silencio, pues cada quien tenía sus propias preguntas en las cuales pensar.
No tardaron mucho en llegar a su destino, el pelinegro introdujo la llave en el cerrojo y la puerta no tardó en abrirse, siendo el primero en aventurarse a su hogar, seguido de la chica, quien no pudo evitar recorrer con la vista aquel lugar, encontrándolo más organizado y limpio de lo que había pensado, era una casa pequeña pero a su manera acogedora, o eso pensaba ella.
Este dejó la mochila sobre las pequeña mesa redonda del comedor para luego sentarse en una de las dos únicas sillas plásticas que allí habían.
Ren por su parte continuó curioseando aquella casa, ubicando una tele vieja encima de un multimueble sencillo, sin adornos de ningún tipo y algo polvoriento. El refrigerador era pequeño, en el cual malamente cabría comida suficiente como para pasar una semana, las luces del techo eran tenues, iluminando levemente lo que vendría siendo la sala, que solo contaba con un sofá algo rústico.
El ruido de repetidas palmadas sobre el asiento vacío logró sacarla de su ensimasmiento, captando el mensaje de que tomara asiento y eso hizo, colocando su bolso sobre los muslos para actoseguido sacar los útiles de escuela así como su libreta y cuadernos.
_Em...sé que no eres de hablar mucho pero no importa, simplemente te haré preguntas que puedas contestar con una afirmación o negación para saber qué opinas_dijo mostrando una sonrisa antes de proceder a leer las preguntas y explicar su punto de vista sobre ellas, formulando varias respuestas a las cuales Hashiko no tardaba en asentir, dando a entender que estaba de acuerdo.
Así pasaron varios minutos que lentamente se convirtieron en horas, el clima frío había sido sustituido por uno más cálido, logrando que gotas de sudor descendieran por la frente de ambos.
¿Por qué decidió hacer el proyecto conmigo? ¿Fue por lo que vi en la mañana? Ella...¿tiene pensado amenazarme para que no diga nada? ¿Por qué si hay calor se empeña en mantener esa bufanda enroscada en su cuello?
Eran las preguntas que rondaban por la mente de aquel azabache, quien desde hace mucho había dejado de escuchar a su compañera, se sentía raro ¿por qué si no era de su incumbencia tenía tantas dudas respecto a ella?
_Hey ¿me estás escuchando?_cuestionó esta colocando una de sus manos frente a la cara ajena, moviéndola de un lado a otro para captar su atención_Hashi...
La castaña parpadeó varias veces al sentir un cálido y fuerte agarre sobre su muñeca, gesto que la había tomado totalmente desprevenida, más aún al verlo inclinarse sobre ella, retirando su bufanda sin previo aviso, dejando al descubierto aquella marca que su jefe le había hecho, marca que comenzaba a amoratarse.
_Esto..._no encontraba palabras para excusarse ante la mirada vacía pero interrogante que había en los ojos de su contrario, no podía contarle la verdad, de hecho no debía relacionarse con él ya que tenía terminantemente prohibido juntarse con chicos, pero aún así al verlo en problemas con el profesor su cuerpo y labios actuaron por si solos_yo misma me lo hice_mintió, formando una sonrisa en su rostro, notando cómo el agarre de su muñeca desaparecía de forma lenta.
Hashiko no le creyó aquello, era una mentira y lo supo al posar su mano donde se encontraba aquella marca, comprobando que quien le había hecho aquello era un adulto, cosa que entendió la chica.
_L-lo siento_murmuró en un hilo de voz_¿Podrías...retirar tu mano de mi cuello?_pidió sintiéndose ligeramente nerviosa, cosa que no pasó desapercibida ante el contrario, quien sin entender mucho el porqué había hecho eso, decidió obedecerle_No es que me moleste, pero...tengo malos recuerdos.
El joven asintió dando a entender que la comprendía.
_Bien...continuemos.
Y eso hicieron, ella volvió a acomodar la bufanda en su cuello e instantes después de haber terminado su móvil le alertó de una llamada, llamada que hizo que su semblante tranquilo se volviera triste.
_Tengo que irme_anuncia recogiendo sus cosas con rapidez_Nos vemos mañana, supongo_esto último lo susurró antes salir de aquella casa a paso rápido, casi que corriendo o así le pareció a Hashiko, quien por alguna razón la siguió con la mirada hasta ver su silueta desaparecer.
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Holis
Aquí les traje el tercer capítulo de este fanfic.
Espero y les haya gustado.
Muchas gracias por todo su apoyo y comentarios a esta pequeña historia.
L@s quiere mucho Autora-chan ♡
Sin más que decir nos leemos en la próxima actualización.
Sayonara 💕
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Esa sonrisa |Watchdog Man| [ FINALIZADA ]
Fanfiction__________________♢♢♢___________________ Prólogo _¿Cómo puedes sonreir de esa manera?_preguntó con voz tranquila y expresión desinteresada. _¿De qué sirve mostrar mi dolor?_respondió sonriente sin poder ocultar el brillo...