Aún no despertaba del todo, pero era consciente de que se encontraba sentado y amarrado de brazos y piernas. No había ningún olor característico a su alrededor, tampoco sonidos. La temperatura del lugar era fresca, seguro había alguna ventana abierta. No quería abrir los ojos, porque eso delataría que estaba despierto, sin embargo, si Eurus estaba cerca sabría que salió de la inconsciencia.
-Sherlock-fue solo un susurro, pero lo ayudó a tratar de dar con la voz-Sherlock, despierta-nuevamente el susurro. Abrió los ojos y se encontró con John de rodillas ante él, le acariciaba el rostro con suavidad, aún no le desataba. Por ello, se atrevió a mirar a su alrededor y notó que estaban en una habitación, con ventanas y no se veía ninguna puerta, otra vez.
-¿Estás bien?-preguntó al soldado que comenzó a cortar las cuerdas en sus pies y luego las de sus manos.
-Aturdido aún, cuando nos golpeó el agua me pegué en la cabeza-dijo suavemente y fue cuando el detective notó la sangre combinada con el cabello rubio de su amigo.
-John-susurró con suavidad, preocupado, nunca lucía así de vulnerable.
-Tranquilo, tu caíste inconsciente con el golpe del agua, pero estamos bien, tú estás bien y eso es lo importante-susurró mirándolo atentamente.
Sherlock lo tomó por el rostro con ambas manos y juntó sus frentes, un gesto que jamás habría hecho en una situación normal, pero todo eso los tenía en peligro de muerte. No podía darse el lujo de perder a John sin hacer alguna demostración de cariño.
-Hey-susurró el soldado-hay que salir de aquí-acarició con su pulgar la mejilla del pelinegro, quien cerró los ojos un momento-vamos-murmuró separándose y tomando su mano para ayudarlo a ponerse de pie.
Ambos estaban en una sola pieza, sin mayores daños, pero sin saber cómo salir de allí.
-Probé tocando todas las paredes, no hay nada que caiga o esté fuera de lugar-dijo Watson al momento que Sherlock se separaba unos pasos y miraba a su alrededor.
-Mi querido John-dijo con una sonrisa-miras, pero no observas-dijo tomando el único cuadro en toda la habitación y moviéndolo, allí había otra ventana, la única que estaba abierta y por la que Holmes había sentido la corriente de aire.
-Elemental-dijo con sarcasmo el rubio y caminando hasta donde estaba el detective.
-Afortunadamente podemos salir con esto-dijo mirando la silla en la que estuvo sentado, la usarían para estar a la altura y pasar al otro lado.
-Yo voy primero-dijo John poniendo la silla junto a la ventana y subiendo, se asomó y sus reflejos seguían siendo los de un buen soldado.
En menos de dos segundo se había lanzado sobre Sherlock y lo tenía bajo él.
-Mantente en el suelo, hay un francotirador y dos hombres con armas-dijo en su oído-ya vuelvo-murmuró apartándose del detective y volviendo a acercarse a la ventana.
Se registró los bolsillos y se dio cuenta de que su arma no estaba, no tenía cómo defenderlos, no podría salvar a Sherlock en esa ocasión.
-Mierda-murmuró suave, sin embargo, escuchó un par de disparos.
-¡John!-gritó Sherlock al momento que vio un arma en la ventana apuntando la frente del rubio.
Lo siguiente fue escuchar una risa.
-Pensé que había llegado tarde-dijo Greg suspirando y guardando su arma.
-¿Mycroft?-dijo por instinto Sherlock y ambos hombres lo miraron sorprendidos.
-No lo sé-dijo el inspector bajando la mirada.
-No te preocupes, sé que Eurus no lo asesinara, aún-susurró suave y caminando hasta la ventana-¿nos vamos?
-Se había quedado Anthea con él, cuando vine a buscarlos. Eurus me dijo dónde estaban.
-¿Sigues creyendo en ella?-preguntó John sorprendido.
-Tengo mis razones, simplemente creo en ella y seguirá siendo así-dijo serio y Sherlock notó que había algo que no les decía.
-Vamos por Mycroft, dudo que lo tenga sin daños o bajo amenaza-susurró algo incómodo.
-Vamos-dijo Greg ayudando al detective a salir por la ventana y luego John salió.
-Musgrave-murmuró Sherlock, no podía ser que volvieran ahí. Cuando John estuvo por morir ahogado, entonces ¿en qué sitio tendría a su hermano?
-Sí, es la dirección que Eurus me dio para encontrarlos, pero no sé dónde puso a Mycroft, la última vez que lo vi fue en el hospital y...
-¡Ayuda!-fue un grito desgarrador que venía del bosque que se alzaba a los alrededores de la casa, era de noche y todo se veía más inquietante que en el día.
-¿Dónde habías dejado a Mycroft?-dijo John con sarcasmo, molestia y encarando a su amigo.
-Confío en Eurus, sé que no dañará a...
Se escuchó un grito desgarrador y lo siguiente que vieron fue a Sherlock corriendo directamente al bosque, sin resguardo y apurando aún más el paso con tal de llegar donde estaba su hermano, porque lo más seguro es que Eurus no era delicada con él ni mediaría en hacerle daño si tenía oportunidad.
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Contexto
General FictionAlgo le decía que su hermana no había dejado las cosas al azar y que tanto él como Mycroft estaban nuevamente involucrados en uno de sus juegos.