Capitulo 29

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Era algo cálido que me rodeaba desde la cintura y subía por mi espalda, cubría mi cuerpo y me arropaba. Susurraba contra mi pelo algo que no lograba oír pero que era agradable. ¿Hacia cuánto que no me sentía así?

Así como... protegido.

Me moví buscando más, porque era reconfortante ¿Y a quién no le gusta sentirse así? Quería más, así que lo busque, y pareció entender porque me llevo más hacia su cuerpo.

Ah, creo que estaba en una cama. Si, definitivamente estaba sobre una cama. Había olvidado lo que era la comodidad luego de dormir sobre la tierra por mucho tiempo.

-Dami...

Esa voz.

-¿Estás despierto?

Era...

-No te preocupes por despertar, tenemos todo el tiempo del mundo.

Me corrió el pelo hacia un lado y me besó la frente.

Desperté alterado, con el corazón desenfrenado y mi mirada desorientada.

¿Dónde...?

¿Dónde estaba?

Quise levantarme pero los brazos sobre mi cintura no me lo permitieron, ejerciendo más fuerza de la que me gustaría.

-¿Qué...?- no supe que preguntar porque no sabía que hacer.¿Qué estaba ocurriendo?¿Qué era lo último que había pasado?

Un beso en mi mejilla me desconcertó, y sentí como si me hubieran bañado con agua helada, mi cuerpo se tenso en automático y clave mi mirada en la pared frente a mi. No quería mirar hacia atrás, no quería saber quién era, pero intuía al responsable.

-Buenos días, Dami.- su voz sonó ronca. Cómo si recién se estuviera despertando luego de dormir durante muchas horas.

Arrugue mi ceño en alerta, no me gustaba sentirme como si estuviera bajo el agua, sin control de mi cuerpo ni de mi entorno. Pero un dolor punzante me tomo por sorpresa, el rostro me dolía, o mejor dicho, la nariz me estaba matando. Ardía y mi labio superior también. Lleve mi mano y toque en busca de alguna herida.

-Mierda.- murmuré cuando dolió aún más.

-Conner te rompió la nariz y tú labio cuando te noqueó.

Entonces recordé.

Conner.

Las personas.

Jonathan...

¡Jonathan!

Brinqué de la cama hasta caer al suelo. Mi espalda baja sonó rudamente y lancé un insulto al aire cuando quise apoyar mi mano derecha (que por alguna extraña razón estaba enyesada) y el dolor de la fractura me recordó a la muerte de Steve,  y a Conner golpeando mi rostro.

Mire hacia arriba y él me estaba observando con ojos risueños, y una diminuta sonrisa que me daba escalofríos. Jonathan no sonreía como un pequeño psicópata.

-Yo...- mi pecho se agitó y no supe que decir. No sabía por dónde empezar.

-¿Cómo dormiste? Parece que estabas cansado, estuviste dos días sin dar respuesta, parecía que ya habías cruzado para el otro lado.

Frunci mi ceño. No quería hablar como si fuéramos pareja, necesitaba respuesta.

-Tú eres Jonathan. ¿Cómo? Yo...yo ví como murió, como moriste.

El silencio se apoderó de la habitación y Jonathan dejo entre ver su mal humor. Chasqueo la lengua y se acomodo en el borde de la cama de dos plazas. Estaba sin remera y con unos pantalones holgados largos, aunque podía ver el comienzo de sus boxer. Este Jonathan, este nuevo Jon era alto, muy alto, más alto que yo. Fornido y con el cabello más largo que antes, pero lo que más me disgustaba era...

Feromonas. (JonDami) (DamiJon)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora