Feromonas. (JonDami) (DamiJon)

Capitulo 14

-¿Que haces aquí?- pregunto Bruce, tan antipático como una roca. Con sus puños apretados y sus facciones tensas, como lo haría un perro policía en defensa.
-Jason Todd.- hablo Damián una vez observó a su hermano descender de la nave, con aires de grandeza, seguro de si mismo.
-Enano.- le correspondió Jason, contemplando la apariencia del menor, cuestionándose qué tipo de situación lo llevo a tal aspecto. A su vez ignorando olímpicamente a Bruce.- Superman.- desvío la mirada hacia él, llamándolo sutilmente, como si estuviera nombrando a todos los presentes, bueno, a la mayoría.-Alfred me encomendó buscar sus malditos traseros perdidos. No tienen que dar las gracias.- se hecho flores a si mismo, como si fuera un placer ser recogido por él.
-Podria perfectamente quedarme a vivir aquí, gracias.- Damian se cruzó de brazos ante las palabras de Jason. Su humor no era exactamente estable en esos momentos, igual que una fuga de gas en una cocina de un restaurante: peligroso.
Alfred ya le habría advertido a Jason que la tensión que el joven Damian y el amo Bruce manejaban no era de cierta forma algo innovadora, sin embargo, el conflicto que con anterioridad había presenciado el anciano seguramente aún no se habría resuelto adecuadamente. Con aquello en mente, debía tener cuidado en dónde pisaba o la mina estallaría bajo su pie, aunque a Jason no era algo que le preocupara realmente.
-¿Y ahora que haré con las galletas que hizo Alfred?.- fingió un conflicto irónico sobre el destino de dichos dulces, que claramente era una invitación no verbal a qué el menor se interesará y poder relajar los aires que manejaba Damian. Y como un perro curioso le miro de arriba a bajo, analizando sus siguientes palabras.
-No soy un perro para menearte la cola por unas galletas.
-Tienen chocolate.- le advirtió, movimiento sus hombros despreocupadamente. Ya casi.
Damian elevó una ceja, y relajo su postura, como si de alguna forma aquello le hubiera convenció, pero no del todo
-¿Con almendras?.- pregunto cauteloso
-Con almendras.- repitió afirmativamente, pasando su cuerpo a un lado de la nave, dejando el camino libre al interior.
-Debo darme una ducha y cambiar mi vestimenta.- le informo sin que Jason se lo pidiera, ingresando hacia el interior como si con aquella excusa tan barata lograría convencer a todos, incluyendose. Alfred siempre sabía cómo hacer que los ánimos del menor mejorarán aunque fuera solo un poco.
Jason rio sutilmente ya habiendo prevenido aquella situación tan probable.
-Debemos irnos, tengo trabajo que hacer y no puedo seguir perdiendo el tiempo aquí.- miro a Bruce por primera vez, manteniendo de esta forma la mirada durante unos segundos, para luego desviarla mientras hacia que su cuello tronara de un lado a otro.
-¿Cómo lograste dar con nosotros?.- pregunto finalmente Bruce, cojeando al interior de la nave fingiendo que la herida no era profunda ni dolorosa.
-Alfred me alertó sobre la señal de auxilio de Damian y la tuya. Aunque al principio me negué, tomé como pago algunos juguetes de la baticueva, espero que no te moleste.- río con sonra, y seguramente le hubiera guiñado bajo el casco que portaba.- Basta de charla, y más acción. ¡Vamos súper hombre!.- le grito a Clark al ver que aún no abordaba la nave, presionando algunos botones sobre el panel de control.-No tengo ni quiero todo el día junto a Batman.- sentenció finalmente cuando se aseguró sobre el asiento del piloto.
Damian y Bruce ya habían copiado la acción de Jason sin mucha falta de instrucciones, algo totalmente diferente para Clark quien traía a Jon ente sus brazos.
-¿Que carajos es eso?.- pregunto alterado Jason al ver el capullo enorme y de colores tan poco amigables, que le recordó a alguna rana venenosa de Australia.
-Es mi hijo, así que cuida tu lenguaje.- le advirtió sin afinidad alguna, como si el comentario del ex mercenario le hubiera molestado.
-Como sea.- chasqueo la lengua por lo bajo mientras oprimía los últimos botones para sobrellevar el vuelo hacia la baticueva.

...

-

¡Te dije que dejaras esas cosas en su lugar!.
-¡Y yo ya te hablé que eso no pasara!.- se quitó el casco con violencia, dejándolo bajo su brazo.
-¡Entonces no pretendas que lograrás sacarlas de la Baticueva!.