Capítulo 10

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Los escombros se esparcían por el lugar, las motas de polvo sobrevolaban entre ellos.
Batman se encontraba siendo atendido por su compañero y mayordomo, Alfred. Mientras que Superman,ocupaba el rol del caballero, buscando con desquicio la ubicación de Robin y Superboy.
-Ten cuidado con tus dedos, reportero. No necesito que rompas más maquinaria.
-Se lo que hago- el teclado sonó, y parecía con amenazar en romperse.
Se escucho un suspiro sonoro, seguido de un pequeño quejido, pues las heridas internas parecían doler más que las externas.
-Si me permite opinar Amo Bruce- uso hábilmente sus falanges para finalizar el vendaje sobre el tórax de su amigo- tal vez, se le deba hacer una visita sorpresa a Luthor.
-¿Que tiene que ver Luthor en todo esto?- Superman dejo momentáneamente su faena, mientras giraba su cuello en dirección a ellos.
Batman apretó el puente de su nariz sin disimulo, mientras que para su adentro maldecía sin descaro.
-Los camiones son propiedad de Lex corp- admitió mientras lograba ponerse de pie, llegando al costado de su compañero- no me parecía sensato d-
-¿No te parecía sensato decirme que un rayo extraño que golpeó a mi hijo, era de Lex corp?- su ceño se arrugó con desagrado, y por un instante saboreo amargamente la traición de su compañero- ¿Que más sabes?
- El rayo posee elementos desconocido. Más desconocido que conocidos- Bruce sostuvo la mirada de Clark.
-¡¿Y no creíste que eso sería importante?!- había comenzado a moverse como si estuviese enjaulado.
-No me parecía que fuese necesario decirte- hablo profundamente mientras se dirigía en busca de su traje.
-¡Es mi hijo! Y tú no tienes derecho a decirme que es necesario que ignore o no- se oía calmo, pero sus manos vibraban casi sin control- Iremos- señaló a su compañero y seguido se señaló a si mismo- hablaremos con Luthor, y averiguaremos que eran esas cosas.
Bruce había finalizado de aprontar sus compartimientos, cuando comenzó a vestirse.
-No- dijo sin mirarlo- iré yo. Hablaré con Luthor y una vez que sepa todo, buscaré una solución, tu ya demostraste suficiente.
-Es mi hijo del que estamos hablando.
- Y es tu hijo quién se llevó al mío.
Ambos silenciaron. Y mantuvieron sus miradas, tan pesadas y cargadas de ira y furia.
-No tienes derecho sobre mi, Bruce- acortó la distancia ágilmente- iré, porque mi hijo está desaparecido. Porque mi hijo me acuso de ser un maldito asesino. Porque esto me involucra tanto como a ti, ¡Maldita sea, Bruce! Algo le ocurre a mi hijo, y haré lo que sea necesario. En estos momentos ni siquiera estoy seguro de que si Damián está a salvo con él. Mira lo que hizo, destruyó por completo el lugar. No sabes si es una amenaza. Y si en el caso de que así fuese...déjame detenerlo- su voz parecía empequeñecer, y su espalda se notaba levemente corbada.
Bruce seguía silencioso, acomodando su capucha, y sus guantes. En alguna parte de la cueva, se oía el gotear del agua. Algunas cañerías se habías destruido por la pelea fugaz.
-Responde- Clark manoteo el hombro de su compañero, para tenerlo frente a frente. Ambos hombres se miraron, se evaluaron y suspiraron.
-Bien- susurro- Pero, quién hablara, seré yo. Tu te quedarás atrás de mi, sin hablar y sin hacer ningún movimiento.
-Bien- e instintivamente, Clark dejo caer su frente sobra la de su compañero, seguido de una fugaz caricia sobre su mentón. Sin embargo, no duró demasiado, Bruce lo apartó.
-Ya hablamos de esto, Clark- y un suspiro espeso salió de Batman.
- Lo se- desvío su mirada, como si hubiera cometido un error- pero sabes que estoy dispuesto a hacerlo- devolvió su mirada, más intensa.
Bruce frunció su ceño.
-Basta, Clark. Mantén tu mente enfocado en la misión- se apartó, y se dirigió hacia su computadora- iremos a Metropolis, buscaremos a Luthor y lo interrogaremos.
-Bien- aún no habia volteado a curiosear lo que hacía su compañero- Llegar a Metropolis será rápido. Y encontrar a Luthor será fácil, dará una conferencia hoy, al mediodía.
- No, tenemos que intervenirlo antes de su conferencia- tecleo nuevamente- estoy localizando una posible señal de Robin. Nuestros trajes tienen rastreadores, por si ocurres situación similares a estas. Estamos en desventaja, Jonathan nos dejó fuera del juego por horas. No sabemos cuánto nos lleva de ventaja, no sabemos a donde está yendo siquiera. Si esperamos al mediodía, no creo que podamos seguirles el rastro. ¿Entiendes a lo que me refiero, Clark?
- Si, lo comprendo- volteo en dirección a su amigo- cuando des la orden, volaremos hasta Metropolis.
Asíntio, mientras aún tecleaba con una velocidad particular. Ésta sería una misión en secreto, la Liga no estaba al tanto, y prefería que siguiera así.
Metropolis, 9:00 Am. Antes de la conferencia.
Su jornada laboral aún no había comenzado, y es que Luthor se hallaba aún en su hogar. Preparándose, vistiéndose con un traje de alta calidad y ensayando de manera disimulada, el discurso que daría en su conferencia. Iba y venía por su piso, aprontandose y colocando las cosas faltantes dentro de su maletín.
Rumbeo hacia la cocina.
Luego se dirigió al baño.
Y nuevamente hasta la cocina.
-Luthor- se oyó de manera espontánea, una voz ronca.
Levemente género un efecto sobre el empresario.
-Vaya sorpresa- dijo Luthor mientras dirigía su mirada hacia la sala de estar- Nada más, ni nada menos que Batman y Superman- hablo con tu características voz.
Superman, se mantenía al margen, detras de Bruce, observando.
-Hace dos semanas atras- comenzó Batman, siendo directo- los camiones. Tus camiones, que transportaban aquella carga, ¿cuál era su uso?.
Luthor hizo un pequeño chasquido con su lengua, he hizo un ademán de recordar.
- Verás, hace dos semanas atrás, falsificaron la identidad de Lex corp para transportar algo- inicio un pequeño vaivén- unos camiones, que decían salir del muelle hasta quien sabe dónde. Mis agentes han estado investigando y curiosamente, no han llegado a nada pero...veo que ustedes saben algo- elevó una de sus cejas.
Bruce afilo su mirada, buscando ágilmente, algún signo de mentira.
Porque si aquello era cierto, entonces...
-Quiero la verdad, Luthor- hablo Batman- dices que alguien, que aún desconoces su identidad, utilizo tu empresa, para transportar esos objetos, ¿Sin que nadie sospechara que provenían de otro lugar? . No estoy para juegos- avanzó unos pasos, sin embargo, la mano de Superman lo detuvo.
- Créeme, aún se investiga quien puedo falsificar la identidad de la empresa. A demás, por lo que tengo entendido, tu grupito de héroes, son quienes tienen posesión en estos momentos de los camiones. Ni siquiera sé que llevaban dentro.
Pasaron unos segundos, en silencio, analizándose mutuamente. Bruce no le creía. Y Luthor mantenía una posición neutral.
-Dice la verdad- se oyeron las palabras de Superman, parecía haber un eje de derrota en su voz, pues, se suponía, que aquello era la esperanza de saber y evacuar todas sus dudas.
Ahora, estaban nuevamente en cero.
-Bien, si ya se terminó la pequeña reunión, tengo trabajo que hacer- hablo Luthor, mientras les daba la espalda a los héroes.
Batman y Superman intercambiaron miradas... ¿Y ahora, que harían?
Estaban derrotados. Jonathan parecía peligroso y Damián había sido secuestrado por él. Ya no sabían en que pensar.
-Batman, no tenemos nada- se oyó un hilo de voz.
- Iremos directo hacia la ubicación de Robin- hablo firmemente, mientras abría la ventana.
En cierta medida, no poseían absolutamente nada, solo una posible ubicación, cerca de Australia. ¿Que pretendía hacer aquel chico? ¿Que estaba ocurriendo exactamente por su mente?.
Y aunque Batman mantenia una gran cantidad de preguntas relacionadas a la situación, poseía otras, que no podía evitar.
Justo en ese momento, estaban yendo directamente, sin ningún plan, hacia ellos. ¿Que se supone que harían? ¿Luchar contra superboy hasta que alguno ganará? Que idea tan suicida y ridícula.
.
.
-Damian- habló Jonathan- sabes que puedes confiar en mí y puedes decírmelo todo- utilizo una de sus manos, para darle confort, apoyándola sobre el hombro de su compañero.
En cambio, Damián, parecía que la irritación comenzaba a cobrarle factura, pues, un pequeño tic, apareció en uno de sus ojos. Seguido de un contundente suspiro y su muletilla infaltable.
-Si, Jonathan- hablo con un tono ya cansado- problema para recordar y demás mierdas. Ahora llévame con la resistencia- sentenció por último. Hacia ya media hora que se encontraban en la misma situación... Y es que joder, no podía hacerlo entrar en razón.
-Dime, ¿Que es lo que recuerdas?- volvió a preguntar por décima vez- necesito que me ayudes para poder comprender que recuerdos te borraron- volvió a usar su visión para inspeccionar su físico.
- ¡Ya deja de hacer esta mierda!- grito elevando sus brazos- Solo, llévame a a la maldita resistencia- volvió a pedir.
- Es que no lo comprendes Damián, si ellos te hicieron algo, no podemos solucionarlo en la resistencia- hablo mientras caminaba de un lado a otro, y en algunas ocasiones, se posaba en algún árbol- sabes que escazeamos de recursos y no podemos ir dire- un grito lo detuvo de hablar.
-¡Carajos Jonathan!- Damián habia tocado fondo- ¡si no vas a llevarme a la maldita resistencia, dime de qué es la resistencia!. ¿¡De que se resisten!?- su cuerpo se movía en un vaivén incontrolable, mientras señalaba a su compañero- primero- subió su dedo índice a la altura del rostro de Superboy- llegas con tu padre a la baticueva, luego de dos semanas sin contacto y te desmayas- elevó su dedo medio- segundo, te despiertas, golpeas a mi padre, golpea a tu padre y tu... ¡Lo llama asesino!- elevó el anular- tercero, me secuestras, llevándome a una tal "resistencia"- utilizo sus dedos como comillas- y cuarto- elevó el meñique- ¡no sé de qué mierda hablas!.
Se mantuvo calmo y atónito, sin mover un músculo de su físico, mientras oía a su compañero.
-Ya veo- susurro, mientras posaba su mano en el mentón- es más complicado de lo que parece. Te contaré levemente, tal vez de esa forma, puedas recordar algo- hablo seriamente, mientras buscaba un lugar para tomar asiento- Cuando mi planeta explotó, Superman fue el causante. Mi abuelo, jor-el, me acogió, junto a otros kriptonianos. Escapamos hasta la tierra, esperanzados de que tal vez no nos siguiera, pero estuvimos equivocado. La liga de la justicia trabaja junto a Superman. ¡Nos están cazando, Damián! Nos hemos mantenido ocultos, cerca de aquí, de Australia. Hay pueblos pequeños apartados de las civilizaciones grandes. En cambio, mi abuelo, está arriesgando su vida en Metrópolis. ¿Vas recordado algo?- detuvo su relató, para observar a Damián, sentado frente a él.
-No- dijo de manera sería- Aún nada, prosigue- mientras más hablaba, menos entendía, pero comenzaba a comprender que algo estaba mal en la mente de su compañero. Parecía ser que sus recuerdos habían sido alterados. ¿Porque Luthor alteraría las memorias de Superboy?.
-Bien- pensó por unos segundos, buscando algo entre su memoria- ¡Ya se! Tal vez si te digo cómo nos conocimos, recuerdes algo- hablo mientras tomaba las manos de su compañero. Tal vez Damián podría acostumbrarse por un momento a aquellos repentinos afectos.
-Nos conocimos cuando me infiltre en la baticueva- comenzó, mientras de manera juguetona, entrelazaban sus manos con las de Damian- Me encontraste y tuvimos una lucha acalorada, casi te mato a decir verdad- sus mejillas ardieron al "recordar" aquella escena- pero luego, de que dijéramos varias cosas durante la batalle, comprendí que tú no entiendes el motivo de la lucha. Superman te había mentido, así que decidí decirte la verdad. Te tomo tiempo asumirlo- y acarició levemente la mejilla de Robin.
Damián, permanecia estático, escuchando y a su vez experimentando aquellas sensación nuevas. El tacto sobre su mejilla, sintiendo el calor desprender de las manos ajenas, sus dedos entrelazados. Y es que se le fue inevitable corresponderle, la boca de su estómago comenzaba a inquietarse, su ritmo cardíaco parecía querer ir en aumento y sus mejillas se sentían tibias.
- Pero una vez que conseguiste entender, comenzaste a ayudarnos- Jonathan, acortó de manera leve la distancia- luego de eso- sus dedos jueguetaban con los de su compañero, mientras mordia levemente su labio inferior- tu y yo...ya sabes, nos volvimos un poco más cercano- y elevó su rostro para inhalar profundo-y tu aroma aún se mantiene- y su voz repentinamente sonó carrasposa.
Damián no lo pudo evitar.
No.
No lo quiso evitar.
Lo quería.
Se abalanzó, acortando la distancia a cero. Colocando sus labios sobre los de Jonathan. Besándolo de manera inexperta.
Sus manos entrelazadas.
Sus labios unidos.
Y sus cuerpos levemente temblando.
La lengua de Superboy fue la primera en ingresar. Se escabulló con descaro mientras competía con la de su compañero, sintiéndola tibia y húmeda. Concentrándose en como los sonidos húmedos parecían adornar aquel beso. Volviéndolo más profundo.
Damián tomo a Jon por su nuca, entrelazando sus dedos con su pelo azabache, presionando y afianzando el agarre, tomando rienda del beso. A veces sus dientes chocaban, pues ningún antes habían besado, eran inexpertos dejándose llevar por sus emociones.
Un pequeño gruñido seguido de una mordida, acabo aquel beso. El algul había decidido apartarse.
Era cierto que hacía tiempo anhelaba llevar a cabo esa acción, sin embargo, a su parte razonal le preocupaba las cosas que había escuchado.
-Sigue hablando- demandó Damián mientras clavaba sus jades sobre Jonathan. Su voz había sido ronca.
-Si- tembló su tono cuando respondió. Y para que mentir, si aquello lo había hecho sentir sensación nuevas. Su estómago homigueaba con agrado.
-N-nosotros nos volvimos más cercanos, y nos dispusimos a derrotarlo- trago con dificultad, su boca estaba repentinamente seca. Tal vez por el beso- ideamos un plan, el cual nos llevo meses, a decir verdad. Casi te descubren, pero sabias como mantener su confianza- tosió levemente, su garganta estaba seca de pronto- nos decías donde encontrar provisiones sin ser descubierto, como ya sabes, estamos faltos de recursos- se detuvo un segundo, su cabeza había comenzado a doler, una pequeña puntada sobre su frente. Llevo su manos hacia la zona- como decía, se suponía que me infiltraria en la baticueva cuando Batman no estuviera, para poder llevar a cabo nuestro plan- sacudió un poco su cabeza, la vista parecía comenzar a fallar.
-¿Estás bien?- tuvo que preguntar, no parecía estar bien.
-S-si, solo es la cabeza- respondió apenas, el dolor aumentaba, y ya no era algo leve, tuvo que cerrar sus ojos, pues la luz comenzaba a molestarle. Los sonidos eran tan agudos, podía sentir como las hormigas pisaban la tierra, como el viento silbaba. Se sentía pesado y liviano a la vez.
Fue cuando todo empeoró.
Jonathan comenzó a gritar. Un grito gutural, casi desgarrando su garganta. Le dolía. Le dolía mucho.
Su cabeza.
Sus oídos.
Su vista.
Su cuerpo.
Cada centímetro de su piel parecía estar siendo arrancada, removida.
Sus piernas fallaron, y chocaron inevitable contra el suelo. Su frente sudaba frío. Sus manos temblaban sin control. Un pitido fuerte invadió sus oídos.
Golpeó la tierra con ambos puños. Quebrandola.
Grito nuevamente.
Golpeó con ambos puños.
Grito.
Y golpeó su cabeza de lleno contra la tierra.
La tierra cedió, y su frente intacta quedó.
¿Y Damián? No podía hacer nada. Era como una fiera salvaje. Le hablo pero no parecía estar escuchando.
-¡Duele!- sus manos se aferraron con fervor sobre sus cabellos. Los jalo con fuerza, sin embargo, estos se desprendieron.
Su cuerpo comenzaba a secretar una especie de sustancia viscosa.
Y cuando su compañero pudo ocupar su mano sobre la espalda del híbrido. Le ardió. Le quemó.
-¡Pero que mierda!- fueron las primeras palabras de Robin.
La ropa de Jonathan se desprendía de apoco. Quemándose. Sus cabellos salían grasiento y en gran cantidad. No tardó mucho en quedar casi calvo, y su ropa iba por el mismo camino. Grandes aperturas sobre la tela comenzaban a aparecer.
-¿Ácido?- se cuestionó en voz alta, mientras buscaba en sus compartimientos¿Que buscaba? No lo sabía, pero necesitaba encontrar algo útil. De manera urgente.
Comenzó a posicionarse en forma fetal, mientras que a su vez, la ropa estaba casi desecha. Algún rastro de su capa, o algún pedazo de sus zapatos, pero no más. Su cabello era casi inexistente.
Y la babosidad de su cuerpo comenzó a incrementar aún más.
No gritaba más. ¿Era algo bueno? Pero temblaba, mientras estrujaba su propio cuerpo. Sus rodillas tocando su pecho, sus brazos envolviendo sus piernas. Y un sonido húmedo prevenía de él, cada vez que se movía o apartaba levemente sus brazos.
Damián dudo con su mano. ¿Debía tocarlo? Pero no lo hizo, noto como la piel de Superboy estaba de un color rojo extremo, no sangraba pero parecía delicado. Y si aquello le hizo a un híbrido, ¿Que le esperaba a él?
Lo observó, y decidió sacar una muestra de aquel ácido. ¿Cómo habia sucedido? ¿Los habían atacado sin ser vistos? ¿Cómo?.
Tomo de sus compartimientos un pequeño algodón. Y con cuidado y rapidez, tomo la muestra.
-Jonathan, ¿Me escuchas?- cuestiono preocupado. ¿Se moriría?- ¿Estás conmigo?- volvió a preguntar, mientras miraba hacia cada lado del bosque, esperanzado de que llegara algún tipo de ayuda.
-S-si- su voz fue leve, y un poco distorsionada.
Aquella respuesta fue capaz de alterar su pulso cardiaco. ¡Estaba vivo!.
-Sigue aquí- hablo mientras miraba en su entorno- sigue mi voz, Jonathan- podía sentirse tan lejos aunque estuviesen enfrente. No podía tocarlo.
Dio un par de pasos a su alrededor, mientras contemplaba el cielo. ¿Que estaba ocurriendo? ¿Moriría y él no haría nada?.
Volvió a Jonathan, arrodillandose a su lado. Observando a detalle su cuerpo bañado en aquella sustancia viscosa y asquerosa, fue cuando captó como los dedos de sus pies y manos, comenzaban a poseer una membrana fina, atrapandolos y dándoles el aspecto de estar unificados. Entonces, vio como en el resto de su cuerpo, comenzaba a pasar lo mismo.
-Jonathan, ¿Me escuchas?- hablo preocupado. Espero su respuesta.
-Aqui-susurro, la respuesta había tardado, pero había llegado.
Sus párpados se encontraban levemente cerrados. Su rostro ya poseía aquella membrana extraña, pero a diferencia, está estaba más oscura que la de sus extremidades. Era como un capullo, pero este evolucionaba con rapidez.
Acercó lentamente su mano hacia los lugares más oscuro de la membrana, pues si se los observaba con cuidado parecían tener una consistencia más dura y firme. ¿Era correcto tocarlo? ¿Que ocurría si era ácido?.
Tomaría el riesgo. Lo tocó apenas con la punta de sus dedos, pero a diferencia de quemar o arder, no habia ocurrido nada. En cambio, se sentía duro y corrugado, como tocar la corteza de un árbol, y su color se tornaba más violeta cada vez.
Entonces...ocurrio.
Jonathan dejo de respirar.
Damián pudo ver cuándo el cuerpo de su compañero quedó en silencio, de manera estática. Y juro sentir en el momento exacto cuando su propia respiración lo abandonó, su cuerpo había quedado estático de un momento a otro, sus músculos se tensaron, mientras observaba a Jonathan.
¿Jonathan estaba muerto?.
Apenas pudo formular la pregunta cuando Superboy fue engullido con una velocidad vertiginosa por aquella membrana extraña. Todo su cuerpo se hallaba cubierto de ella.
Era grueso y corrugado, de un color violeta extraño.
Era un capullo.

Feromonas. (JonDami) (DamiJon)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora