Capítulo 2

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-¡Superboy! ¡¿Dónde estás?!
- ¡Demostrandote que puedo!- al finalizar aquella exclamación el motor comenzó a ronronear mientras la sátira charla de aquellas figuras seguía en marcha.
-Entonces justo cuando ella me metió la mano, la acorrale y le dije "mira hija de- El pobre muchacho desacostumbrado a un lenguaje tan vulgar, expandió sus orbes a los límites. Aquel hombre había llamado a una mujer prójimo de una furcia.
Las puertas se cerraron por completo. Superboy había quedado en el interior, siento como el aire le faltaba¿ Y ahora que se suponía que debía hacer? Aún con el objeto de cobre entres sus falanges comenzó a examinar a su alrededor. Con sencillez podría atravesar esas insignificantes estructuras de metal pero llamaría la atención de los viajeros. Deshecho la idea.
Su cuerpo realizó un pequeño vaivén cuando el vehículo se puso en marcha, debía mantener la calma. Un pozo movió alguna cajas y con ellas al muchacho. Debía ver el lado positivo, entre sus manos se encontraba la mercadería sospechosa. Lado negativo no sabía a donde lo llevaban, tal vez si al llegar al destino se movía con sigilo podría huir.
-¡Superboy!- Chillo Robin del otro lado.
-¡Te oí la primera vez!- susurro exaltado.
-¿Donde carajos te metiste?.
-En unos de los camiones. Tengo uno de los objetos qu-lo interrumpió sin concideración.
-Esa no era la orden Superbaby.
-Ya se que no, pero te voy a demostrar que no soy ningu-
-¿Ningún inservible?- intervino nuevamente con altanería- oh genial Superbaby- dijo altivo- de seguro nos serás de gran ayuda cuando ellos nos descubran.
La respuesta quedó en su garganta.
El vehículo tambaleó por unos segundos¿Qué habia sido eso?. Cerca se pudo apreciar el ruidaje de las llantas contra el pavimento, seguido de eso con brutalidad cual avalancha, las cajas metálicas comenzaron a encimarse sobre el muchacho. Un vehículo, por su aparente ruido, una moto para ser más específico, impacto contra otro camion de carga, este sin previo aviso perdió la manipulación del volante, así, logrando chocar contra la carga del otro.
En su interior el joven Kent intentaba esquivar con destreza cada obstáculo, sin embargo, la caja de cobre se separó de sus manos, así, rodando y dejándose llevar cula brisa invernal por el impacto. Dio contra una pared mientras el muchacho intentaba recuperarla nuevamente, un labor casi imposible, pues el camino aparentemente se estaba dando vuelta. No obstante, el pequeño recipiente comenzó a tornarse de un color anaranjado suave.
A las afueras de los mismos, el demonio parecía tenerla más fácil. "Dos de tres" se dijo a si mismo.
Con una leve irregularidad en su respiración, había logrado maniobrar para impactar su moto contra uno de ellos. Al carajo el sigilo. El tercer camion había logrado huir. Una vez que contempló lo ocurrido aquel conductor, no dudó en pisar el acelerador sin culpabilidad sobre lo ocurrido de sus compañeros.
Chasqueó la lengua, pues a pie no iba a llegar muy lejos si intentase seguirlo.
Los camiones volcados demostraban su "Victoria". El plan no era ni cerca de lo sucedido, maldijo a sus adentros al menor por su imprudencia mientras con firmeza se acercaba al -que se suponía yacía el menor- vehículo. Sin embargo, no pudo realizar su cometido, pues, Superboy fue lanzado desde el interior, por lo que se le podía definir, como un rayo de luz anaranjado. Mas, su incredulidad perduró poco. Se hecho a correr, moviéndose con agilidad sobre los tejados de las residencias. La distancia fue grande, el golpe contra el pavimento sería incluso más.
Su preocupación no se hizo esperar, sin embargo, las facciones imperturbable remarcaban el rechazo a su sentir. El suelo cimbró cual objeto flexible. Superboy había caído.
Mas no tardó en encontrar a su compañero de batalla, sin esperar menos de él, un hueco yacía sobre la tierra acunando al híbrido, por su apariencia parecía en un estado de inconsciencia.
Una presión en el inicio del estómago lo tomo desprevenido, y sus facciones inquebrantables quedaron en el olvido.
Los oídos y sus fosas nasales emanaban sangre, y ubicado en el centro del pecho la gran "s" había sido destruida, la carne se hallaba expuesta al intemperie, el golpe proporcionado se agravaba a cada segundo de observación. La presencia del mayor de los murciélagos, por un leve lapso, no le parecía repulsiva, sin embargo, no estaba. Esta vez no los descubrieron, esta vez no había dejado rastro. Solo esta vez se habia equivocado, pero ni en el final de su vida lo admitiría. Saco su intercomunicador a la par que se aproximaba al híbrido.
¿Tendría problemas?.
Si.
¿Desepcionaria a su padre?
No era algo nuevo.
¿Tenía miedo?
Lo más probable.
...
El imponente hombre se asemejaba a un salvaje enjaulado. Su hijo estaba herido. Lejano a la kryptonita, un rayo no identificado su objetivo aun, había dado contra Jhonatan. Pero aquel que poseía la verdadera responsabilidad era el nieto del demonio. La arrogancia de ese joven exponía la vida de su entorno como lo habia hecho minutos antes.
- Jhonatan se encuentra estable- informo Batman saliendo de, momentáneamente, pieza de Jon- y tú- clavo sus cyan en el demonio- te espero abajo.
Un gruñido resonó, proveniente de Superman. De soslayo fulminaba al petirrojo.

Feromonas. (JonDami) (DamiJon)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora