Feromonas. (JonDami) (DamiJon)

Capítulo 6

Hola lectores, quería agradecerles por las lecturas y sus votos. Como verán, es la primera vez que comento algo en mis capítulos, y la verdad es que quería comentarles un par de cosas.
La primera: intentaré actualizar cada dos semanas o menos, si se me es posible.
La segunda: me gustaría saber sus opiniones sobre los capítulos, es decir, si ustedes ven algo que no encaja o creen que se vuelve aburrido o algo por el estilo, me encantaría que me lo hicieran llegar.
Y por último: muchas gracias por sus comentarios.

...

La boca del híbrido se abría y cerraba. El habla se sofocaba en su garganta.
No podía hablar.
"Definitivamente algo ocurre conmigo" su ritmo cardíaco aumento exponencialmente. Sus falanges se posaron con rudeza sobre su cabeza, sentía el palpitar con violencia, siendo atravesado de lado a lado por una puntada brutal. Su cabeza se estaba partiendo. Tomaba bocanadas de aire mientras se apretaba el pecho con una mano." Definitivamente algo malo ocurre conmigo" se volvió a repetir.
-Jon ¿Que ocurre?- esta vez las facciones del petirrojo se trastocaron, utilizando firmeza en su voz.
Sus rodillas fallaron, golpeando el suelo con violencia. Su cuerpo parecia haber sido sumergido en kriptonyta. Tan débil. Tan vulnerable. Tan roto.
Paulatinamente la cueva se volvía gelida, el destello de las luces lo engullian con brío.
"Me voy a desmayar" se anunció a si mismo al ser engullido por la oscuridad.
-¡Jon!- chillo- ¡Padre!- llamo el petirrojo con autoridad.
Los reflejos hábiles del demonio fueron rápidos, antes de que el cuerpo completo llegase al suelo, el yacía bajo Jonathan, impidiendo lesiones extras.
Las manos enguantadas del chico maravillas se posaron sobre el híbrido, cargándolo como una doncella en apuros. Tal vez su semejanza no fuese una doncella, pero si se encontraba en apuros.
-¡Padre!- reitero con violencia esta vez, mientras se dirigía a una camilla.
Pero la baticueva se sumergió en un silencio sepulcral. Estaba seguro que ambos mandamás se encontraban juntos pero ninguno hacia acto de presencia.
Su muletilla no tardó en aparecer, el panorama no se miraba bien. El demonio había planeado decenas de posibles escenarios para ese reencuentro. Su negación se mezclaba con una creciente frustración y preocupación, sus planes no debían fallar jamás, no podían fallar jamás. Lo había estado observando y monitoreando durante dos semanas, nunca se había separado del chico. Había calculado cada reacción, cada palabra, cada paso que ocurriría en ese momento, era algo  inédito que tuviera un desmayo.
Esta vez, concordaba con el hombre de acero, algo le ocurría a Jonathan, algo que los análisis no revelaban, pero ni aunque se tratase de su último aliento, jamás lo confesaría en alto. Sus desmayos eran repentinos. Y haciendo uso de su excelente habilidad de observación, pudo notar que los mismos no eran indoloros. Así que, en  su cabeza se desplegaban diversas preguntas, pero la que más perturbaba su raciocinio era :¿Que podía estar ocasionando aquellas dolencias en un mitad kriptoniano?
-¡Padre!- volvió a llamar pero está vez a través de intercomunicador.
-Te oí la primera vez- su voz profunda allanó los oidos ajenas, su mirada jade busco su provenir, no era de extrañar que hiciera sus apariciones a espaldas de sus compañeros- ¿Que le ocurre a superboy?-  se abrió paso entre su hijo y la camilla, mientras revisaba el pulso del muchacho- Corrigo. ¿Que le hiciste a superboy?
-¿Donde esta Superman?¿Donde estabas?
-Problemas en metrópolis. Pero eso no te incumbe, ¿que le hiciste a Superboy?- interrogaba mientras continuaba con su revisión médica.
-¿Donde estabas tú?
- Eso no te concierne Damián. ¿Que le hiciste a Superboy?. Su pulso se encuentra elevado y no parece estar respirando correctamente. Superman está furioso contigo, no agregues otra cosa a la lista.
-¿Yo?. No le hice nada. Se desplomó de repente, balbuceo algunas palabras y luego dejo de hablar- las falanges del menor tronaron al ser estrujada y entre dientes prosiguió hablando- Sabía que aquel día traería consecuencia, tuvimos que investigar más sobre aquel rayo. Lo estuve monitoreando estás dos últimas semanas y-fue interrumpido abruptamente.
-"¿Monitoreando?" Yo diría acosando-su voz profunda calaba hondo. Instintivamente viro su rostro, teniendo que elevarlo para lograr mirarlo directamente.
-Eso fue rápido- hablo Batman mientras terminaba la revisión. La cual sus resultados no eran del todo alentador.
Padre e hijo posaron sus miradas sobre el hombre de acero, era innecesario ser inteligente para percibir su ira. Sus puños se encontraban cerrados, y su mirada carmesí crepitando. Con la velocidad inhumana que portaba, logro llegar en un parpadeo al petirrojo, estrujando con impaciencia sus ropajes, acercando hasta lograr percibir su aliento en su rostro, mas, con aquel acto no obtuvo lo deseado, el muchacho no se acojono ni por un segundo. Sus latidos seguían impacibles.
-¿Que le hiciste a Jonathan?- su quijada se contraia con notoriedad, sus palabras salían arrastrando su mal genio.
Sin embargo, Damián, estrujó su entrecejo y sus dientes rechinaron, prontos para vociferar palabras inadecuadas.
-!Tú pedazo de!- nuevamente su palabrería quedó en el aire. Su cuerpo se había aligerado drásticamente y su espalda recibió el impacto de la pared. Superman lo había lanzado hacia un lado, con el afán de llegar a su hijo.
Los segundos de aquel altercado fueron suficientes para que el caballero de la noche, lograse una maniobra defensiva con una agilidad estupefacta, esquivo la camilla con gracia y se adentro en la zona personal de Superman.
-No hay necesidad de hacer esto, Clark- su voz profunda y calma, caló en el eco de la cueva.
-Si la hay, Bruce- sus palabras emanaban furia- Si tú no me das respuestas ¡Yo las buscaré a mi modo!- elevó su voz como un rugido.
- No pierdas la calma,no creo que a Jonathan le guste esto - Bruce hablaba sin dejar de estar a la defensiva, con su mano enguantada sobre su cinturón, listo para sacar su comodín.
La incertidumbre reflejada sobre el rostro del hombre de acero no tardó en aparecer. Sus ojos se estrujaron con desconfianza.
- Tú no sabes nada- siseso su respuesta mientras estujaba con impaciencia sus dientes- No sabes nada sobre Jonathan.
- Es cierto, pero si sé algo que tú no, y es que, tarde o temprano va a desafiar tus órdenes y en el momento que eso ocurra-
- ¡Cierra la boca!- interrumpió con descaro- ¡Jonathan no es Damián!