Harry se había tomado su solicitud muy literal, pues ahora se encontraba entre sus brazos, ambos sentados en una tina, completamente desnudos por cuestiones obvias y con el agua hasta el tope, pero sin llegar a mojar el suelo por más agitada que se pusiese, sin mencionar las pócimas que parecían aromatizar el ambiente con su esencia favorita, la de él, un único sabor de chocolate que le gustaría en su vida.
Claro que nada de eso impedía estar tan agitada aun incluso cuando estaba tan relajada que podría escurrirse por el desagüe si él no la estuviese sosteniendo tan fuerte y gentilmente a la vez, y él estaba igual. El pecho de Harry subía y bajaba al igual que sus manos mientras se paseaban por todo su cuerpo, probando hasta dónde podrían llegar, y Pansy no sabía si eso era bueno o malo por la tortura empalagosa que la estaba haciendo sufrir.
Cada una de sus cicatrices parecía querer ser explorada, conocida y recordada por el azabache, su cuello, su nuca y su hombro derecho eran devorados por los labios de él tan devotamente; sus piernas flexionadas sobre las de Harry, sin fuerza propia con la que sostenerse; y su pelvis recibiendo las lentas y profundas embestidas de la ajena, mientras peleaba por mantener su consciencia, recostada contra el pecho de Harry y con su cabeza sobre el hombro izquierdo de Harry, dejándole toda la libertad de hacer lo que quisiese.
- Te amo. – Exclamó Harry cuando la tenía al borde de la locura, temblando y no por miedo, mientras la desafiaba a mantenerle la mirada.
Un balbuceo fue todo lo que pudo ofrecerle como respuesta, pero Harry sonrió dichoso como si lo hubiese entendido, a la vez que arremetía contra ella un par de estocadas más hasta llegar a su propio clímax sin zafarse de ella.
Se aferraban el uno al otro, succionando el aire del otro a través de sus besos para cuando Harry le permitió girarse, aun sin salir de sus brazos. Pansy sentada a horcajadas, entrelazando sus brazos alrededor de la nuca de él y acariciando su melena prolijamente descuidada.
- Lo siento... - Musitó Pansy cuando sin querer una de sus manos se enredó en su flequillo.
Aunque no terminó a disculparse, pues estaba sorprendida de ver un anillo en su dedo anular, cuando ni siquiera llevaba uno encima, no desde que se los robaron todos al sacarla de la dichosa fiesta de gala.
- ¿Es una locura? – Preguntó Harry con preocupación cuando vio el impacto en el rostro de ella al cruzar sus miradas. – No quiero apresurarte, solo quiero asegurarte de que no te dejaré escapar. – Dijo mientras le dejaba un rastro de besos por su hombro, ascendiendo por su cuello. – Eres una mujer increíble. Muy pocas hubiesen podido enfrentar a tanto como tú lo hiciste hoy por mí. No quiero que aceptes ahora, quiero que estés lista antes de hacerlo, pero mi promesa de estar a tu lado más allá de todo seguirá mientras lo lleves puesto por tu propia voluntad. Deseo que en poco tiempo puedas descubrir lo que quieres hacer con tu libertad, sin que tengas que depender de nadie, te ayudaré con lo que elijas. A pesar de que no llegaste a declarar fue suficiente tenerte ahí como para pagar cualquier deuda que sientas que tienes conmigo.
Pansy no necesitó mirarlo para saber cuanta verdad había en sus palabras, y ciertamente estaba embelesada por la joya que le había dado. Una aleación de paladio, que sostenía un diamante ovalado en el centro, con tres diamantes más, más pequeños, a cada lado de ese, y unos diminutos, pero hermosos zafiros blancos más lateralmente. Un anillo hermoso como muchos, pero de un costo incalculablemente alto para ella, porque si algo podía reconocer de su madre, era que le había enseñado a verle el valor a las cosas tan insignificante como esas. Así de mucho ella valía para Harry como para querer retenerla solo con esa pieza.
- Sí, quiero. – Le respondió sin siquiera pensarlo a la pregunta que nunca llegó a formularle, pero era una promesa de que le avisaría cuándo sería el momento adecuado para que se lo preguntara correctamente.
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Al Resguardo
Fiksi PenggemarAmor después de la guerra. Harry Potter se convierte en un aguerrido Auror dispuesto a pelear contra las injusticias y la corrupción dentro del Ministerio de Magia, incluso si eso lleva a tener que dar refugio a quienes fueron algunas de sus pesadil...