Riesgos

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Nuevamente la mansión Black se encontraba en ruinas y Draco se sentía culpable, por lo que, aún estando fastidiado por haber arruinado su progreso, volvió a su pasatiempo con su restauración junto al único que podía entrar allí. Harry ya veía eso normal e incluso consideraba comprarse otra casa más segura, pues aún no sabía cómo habían entrado sin su consentimiento, pero sospechaba que tenía un infiltrado dentro de su grupo.

Su problema era que nadie parecía haberlo visto, a excepción de Pansy, al menos eso era lo que le mostraban los recuerdos que las víctimas se atrevían a darle con la condición de no hacer pública su identidad o no colaborarían si eran llamadas al juicio que seguramente habría, frente a un montón de Aurores que las observarían, las intimidarían y las humillarían si podían pues muchos habían abusado de ellas a su antojo, y podrían volver a secuestrarlas si los culpables no eran apresados en ese mismo instante. Estaba muy comprometido con todas esas mujeres, por supuesto que no quería revelar sus identidades, pues si lograba resolver todo, podrían salir libres y vivir su vida tratando de superar todo lo que habían vivido, y Pansy entraba en ese grupo.

- Tus pensamientos me aturden, Potter. – Exclamó Draco mientras seguía pintando la pared del pasillo del segundo piso, con una brocha, al estilo muggle pues no estaba habilitado para usar su magia.

- Pansy es la única que puede reconocer al infiltrado y desmantelar toda su operación. – Comentó Harry entre suspiros, sin ánimos de seguir pincelando la puerta en la que él trabajaba.

- Creí que dijiste...

- Se lo que dije, Malfoy. Pero me estoy quedando sin opciones. – Lo interrumpió casi con desesperación, tirando a un lado la brocha y quitándose la sabana que usaba para cubrir sus ropas. – Debo ir a buscar a Teddy. ¿Estarás bien por dos semanas?

- Llevo cuatro años encerrado aquí, Potter. – Harry blanquea los ojos antes de irse y activar las protecciones, no muy dispuesto a extender esa charla, no estaba del mejor ánimo.

Draco ciertamente no conocía ningún detalle del sufrimiento de su amiga, Harry se había limitado a decirle que estaba viva y que mejoraría con el tiempo, pero eso ya era información suficiente que no pintaba nada bien. Que Potter se quedara sin opciones tampoco.

Como alivio para el azabache, Teddy visitaba más a Lyall, se la pasaban en el bosque y Harry confiaba en Lyall, hasta se la pasaban hablando de historias de Remus. Incluso Luna y sus gemelos a veces iban a quedarse ahí cuando Ronald tenía una misión y no quería dejarlos solos. Teddy aprovechaba a pasar unos días con ellos también, especialmente cuando Harry debía viajar, ahora más que nunca para hacer sus redadas, al ya no poder confiar en nadie más que Ginevra, pero la necesitaba en la madriguera para cualquier eventualidad. Si ya se habían atrevido a invadir su propia casa, no se imaginaba lo que pasaría si encontraban a Pansy y a la señora Weasley indefensas. Otro motivo para mantener a Teddy en las sombras, incluso había pensado en pedirle a Lyall unos días para resguardar a Pansy y a los Weasley.

Por todo eso, Pansy a veces pasaba mucho tiempo aburrida, aunque no podía culpar a nadie, pues Harry debía irse a sus misiones, y Teddy vivir su vida fuera de esos terrenos ya que no era un refugiado como ella. Era impresionante lo mucho que los extrañaba, sin importarle lo sucia que terminaba por jugar con Teddy en los jardines o lo relajada que se sentía con la sola presencia de Harry a su alrededor mientras disfrutaba de sus pasteles.

- Estas muy silenciosa. – Dice Ginny, rompiendo el silencio del living de la madriguera, aunque el bullicio de cada papel que rompía ya lo hacía desde hace media hora.

- Pretendía no molestarte al verte concentrada en las tarjetas. ¿Al menos sabes quienes son los que te mandaron esos regalos? – Murmuró Pansy con un tono altanero, observando de reojo a toda la pila de regalos que se extendía por toda la mesa e incluso el suelo, era San Valentín o al menos los corazones flotando en el aire mágicamente eran lo que anunciaban.

Al ResguardoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora