18. Fiesta para cazadores

12 3 0
                                    

Una fiesta.

- Nos van a vender, lo sabía – con la desesperación desbordante en todas sus posibles expresiones Candy ya no podía hablar más que en sollozos y en cuanto esas palabras salieron de su boca lo único que quedó era el golpe de la realización en su teoría tal vez verdadera –. Después nos van a despedazar y cocinar como si fuéramos pollos.

- ¿Qué? – White escupió mostrando el desconcierto ante las palabras descabelladas de Candy.

- Dios mío – Honey soltó el vestido como si de la prenda más asquerosa se tratara y miró a todos lados alarmada, mientras yo apreté el vestido con fuerza, empuñé una parte, vi como unas arrugas se formaron en el material en cuanto lo solté y tocó el piso.

Los susurros, miradas desesperadas, gritos ahogados y todo tipo de teorías nos corroían desde el pecho. Ninguna había optado por vestirse, nos habían dado unos minutos para cambiarnos mientras venían a por nosotras para un tratamiento especial, hasta este punto no sabía cómo interpretar eso. Nadie lo sabía.

Suspiré con fuerza antes de precipitarme a recoger el vestido.

- Tenemos que seguir con el plan – susurré con fuerza a pesar de que la cámara y el micrófono habían sido desconectados, no por nosotras esta vez. Quería darnos privacidad, lo cual fue misterioso. Todas me miraron alarmadas mientras comencé a desvestirme, estaban paralizadas por algo a lo que temíamos desde que venimos aquí. Ser utilizadas para saciar apetitos masculinos, y es que dicho y visto de esa forma hasta sonaba demasiado retorcido, dado lo que yo vi, el drama extraño que estábamos viviendo y la serie de cosas que me cruzaron por la cabeza en ese momento.

- Van a tener el ojo sobre nosotras toda lo noche, no podemos – algunas decidieron imitarme y se estaban intentando enfundar en el vestido de cintas, no pedí ayuda con ellas, hice todo lo posible por acomodarlo por mi cuenta, era una prenda que debía usarse sin sostén, lo cual me resultó más incómodo, el forro me ayudó a cubrir lo que más resaltaba cuando hacía frío. Lista, la tela parecía envolverme con su exquisita suavidad, flotaba un poco en mis caderas, pero al más mínimo movimiento se ajustaba tan sutilmente haciendo resaltar mi silueta.

- Posiblemente perderemos hagamos lo que hagamos, así que deberíamos intentarlo – dije luego de salir de mi ensimismamiento, miré a los lados y me encontré a las doce terminándose de ajustar sus vestidos: Red con un color verde oscuro que hacía resaltar su cabello, Candy con ese delicado rosa que combinaba tan bien con sus mejillas, todas con un color clave destinado a hacer resaltar su personalidad. Un escalofrío me recorrió todo el cuerpo y supe que no era por la desnudez que atribuía el trapo, era por algo que se avecinaba, ese algo para nada bueno.

- Black tiene razón, pero Blue también. Debemos hacerlo, aunque tomando en cuenta el gran detalle de que no sabemos el motivo de esta fiesta y que sin duda alguna nos estarán observando, sé que estamos asustadas – Erin intentó razonar aparentando demasiada calma –. Siempre lo hemos estado, el miedo ha demostrado que puede alimentarse de nosotras de distintas formas y no quiero que nos quedemos a averiguar de qué otras puede seguir haciéndolo. Seguiremos con el plan –

Terminó de hablar y la seguridad que emanó recalcó que estaba demasiado decidida como para contradicciones.

Nadie más habló, el silencio volvió a tomar partido en la atmosfera mientras terminamos de vestirnos. Había unos zapatos diferentes en el suelo, unas bailarinas relucientes que entraron en contacto con mis pies y se volvieron en un tacto más ajustado, agradecí que no fueran tacones porque no tendría ni la menor idea de su uso. Los vestidos eran un palmo arriba de la rodilla, se me habría cortos sino usara la mayor parte del tiempo pantaloncillos de dormir.

CHERRIES ©️ (COMPLETA PARTE 1)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora