¡Hola!
Vengo a informar que publicar este tipo de historias me da mucha vergüenza, pero me apetecía compartirla ya que esta vez ha salido con tanta facilidad.
Espero que las partes eróticas cumplan su función y no la contraria JAJAJ (y que no os asustéis mucho de lo explícito).
En fin, gracias por leer. <3🪐🪐🪐
La mañana había empezado mal con aquella conductora imprudente, pero lo que no sabía era que al entrar a la oficina podía empeorar.
Trabajar en aquel distrito significaba un gran paso en su carrera, ya que era el centro neurálgico por el que pasaban los casos más difíciles. Estaba deseando verles trabajar y formar parte del equipo que tan buena fama tenía.
En la academia, esa comisaría era el ejemplo a seguir y donde muchos aspiraban a llegar algún día. A pesar de su corta edad y su poca experiencia, lo había conseguido, gracias a su esfuerzo y su sobresaliente expediente. Desde que se graduó había demostrado con creces el gran potencial que tenía como policía y el salto definitivo fue conseguir esa plaza de inspectora por la que había peleado con uñas y dientes ese último año. Tenía que llegar a Madrid sí o sí, se lo había repetido noche tras noche hasta que lo logró. Todo era satisfacción en ese momento, solo había un pequeño contratiempo con el que no contaba. Ella.
Cuando le concedieron la plaza también le dijeron el nombre de la que sería su futura compañera. Obviamente, buscó su expediente y cualquier información que le sirviera para conocerle mejor. Era una obsesa del control y hacer un perfil psicológico previo podría ayudarles a adaptarse más fácilmente la una a la otra.
Pero la sorpresa fue mayúscula al leer páginas y más páginas de incidencias de aquella tal Diaz. Tenía el mayor número de casos resueltos, y algunos de los más complicados de los últimos años, pero las formas y los protocolos distaban mucho de los correctos. Había cambiado de compañero con frecuencia y sus modales, como acababa de comprobar, dejaban mucho que desear. No iba a ponerle las cosas fáciles, estaba claro, pero ella no pensaba dejar que nadie la mangoneara como si fuera una cadete, por muchos años de carrera que las separaran.
- Gómez, no se quede con la primera impresión, su compañera es la mejor de este distrito - dijo el comisario tras la marcha de la morena- Solo es temperamental, ya sabe.
- Ya veo. Yo trataré de dar lo mejor de mí, señor - se comprometió con seriedad.
- Esa es la actitud. Bueno, voy a explicarle un poco cómo funcionan las cosas aquí. Acompáñeme.
Con un gesto afirmativo siguió al mayor fuera del despacho. El comisario era un hombre alto y fornido, de ojos claros y pelo castaño, que empezaba a clarear con algunas canas tempranas. Era más joven de lo usual para el cargo que poseía, pero su trabajo con las grandes organizaciones del narcotráfico le habían colocado entre los mejores del país, consiguiendo así la dirección de la que era la joya de la corona de las fuerzas de seguridad del estado. Mallorquín de nacimiento, y respetado y querido por todos los que habían trabajado con él.
- En esta planta están todas las oficinas de los inspectores y subinspectores - explicó el comisario explicando el tour.
Lo primero que visitaron fue aquel pasillo lleno de cristaleras tapadas con cortinas de láminas. En cada puerta pudo observar un letrero donde se indicaba el departamento al que pertenecían.
- Al fondo está su despacho, pero lo dejaremos para el final. En la planta de arriba está la sala de reuniones, donde cada lunes y cada viernes a primera hora tendremos reunión general, para asignar los casos nuevos y repasar los casos en curso. En esa misma planta están también la sala de tiro y el gimnasio, donde podrá entrenar cuando quiera. La última planta es el archivo, donde se guardan todos los casos con su correspondiente documentación. También tenemos allí el almacén de pruebas, el laboratorio forense y el área de científica. Después, como habrá podido comprobar, en la planta baja están los calabozos, los vestuarios, la sala de descanso y las mesas de atención al público. Lo último sería el parking, donde están, por supuesto, los vehículos oficiales.
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La chica de las rosas
AcakAcción, odio y sexo. El cóctel perfecto para que todo salga mal.