Eiden me mostró todo el enorme lugar, lo que, incluida las canchas de fútbol americano, soccer y basquetbol; el enorme teatro; y las piscinas.
Habíamos visto unos cuantos alumnos instalándose en sus respectivas habitaciones, pero en gran parte, el internado estaba vacío.
Eiden parecía ser bastante popular por ahí, pues los pocos alumnos con que nos topamos, lo saludaban como si fueran sus amigos de toda la vida o les pareciera la persona más genial de todo el mundo.
Cuando terminó mi tour con Eiden, fui a mi cuarto a ordenar mis cosas. Hice mi cama, puse mi ropa en el armario y lo más importante, saqué mi laptop para contactarme con un amigo y proveedor.
Abrí mi Instagram y entré al perfil del mi amigo para luego mandarle un mensaje por privado.
Ese día era jueves, significaba que mañana en la tarde podría salir de esa prisión educativa para adolescentes.
Mi amigo me respondió unos minutos después: "nos vemos donde siempre".
Una sonrisa se formó en mi boca, pero luego se esfumó. ¿Cómo llegaría hasta allá sin automóvil? Tenía que haber alguna parada de autobús en alguna parte.
No me agradaba la idea de tener que preguntarle a Eiden más cosas. No parecía un mal tipo, pero parecía demasiado correcto y aburrido, probablemente preguntaría porqué saldría y no quería tener que inventar algo.
¿Cómo le preguntaba sin dar explicaciones, ni tener que mentir?
[...]
Al día siguiente desperté de pésimo humor. Esa cama no era la mejor del mundo y menos tenía comparación con mi gran cama y mi mullido colchón.
Luego de despabilar, me levanté y fui a las duchas con mi cabello desordenado y enredado como siempre. Por suerte, solo me topé con una chica, la cual estaba saliendo en el momento que yo entré.
Rápidamente me bañé y me vestí para volver a mi cuarto.
Debido a que aún eran vacaciones, no teníamos un horario tan estricto, por lo que el desayuno era de nueve a doce del día. Dependía de cada uno cuando tomarlo.
Fui a las once al comedor para desayunar y me senté sola en una mesa.
Había varias personas en el lugar, algunas desayunando recién y otras que ya habían terminado y estaban conversando.
Ninguno se parecía a mi a simple vista.
Mientras yo estaba vestida con una camiseta de línea de hombre varias tallas más grande que la mía, unos jeans apretados y una sudadera abierta tan grande como mi camiseta; los demás tenían ropa algo más elegante.
Sabía que ese internado era privado y sólo la gente con bastante dinero podía pagar la mensualidad, pero no pensaba que todos se vestirán como niños de clase alta.
De pronto, vi a Eiden sentado con un grupo de chicas y chicos igual de perfectos que él... eran realmente molestos. ¿Sólo yo lo veía así? Porque todos parecían sonreírles genuinamente.
Después de terminar mi desayuno, me acerqué hacia el grupo de Eiden y saludé con la sonrisa más natural que pude poner en mi cara.
—¿Puedo preguntarles algo? —todos asintieron—. ¿Hay una parada de autobuses por aquí cerca?
—¿Tienes que salir hoy? —preguntó una chica de pelo naranjo ondulado.
«¿Qué te importa, entrometida de mierda?», pensé, tragándome las ganas de decirlo en voz alta.
ESTÁS LEYENDO
Un Caos Al Internado
Teen FictionHeather es una adolescente millonaria que ama crear problemas y explosiones... y consumir drogas mientras lo hace. Después de ser arrestada por hacer explotar un edificio abandonado, su madre toma la decisión de enviarla a un internado para que no...