✐ Seguramente todos conocen la famosa historia del hilo rojo. Al parecer, a Son, le fue concedido el poder de ver el dichoso hilo, pero, algo llamará la atención de Chaeyoung, el hermoso hilo dorado de Myoui Mina.
➣ Saga: Colores.
➣ Historia totalme...
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Otro día, otro más. Ya había pasado una semana y las cosas con Dahyun habían mejorado notablemente, tenía de vuelta a mi mejor amiga.
Acercarme a esta Mina era muy difícil por la pena pasada, lo había podido sobrellevar pero no mentiría si decía que me mataba por besarla. Desde que probé sus labios, no he podido dejarlos, es como el dulce vicio combinado con néctar dulce.
Estábamos saliendo de clases, yo no podía dejar de ver a Mina, ¿Acaso en verdad no sabe nada? ¿Es posible que sepa algo? Al final, es mi hilo dorado, debe sentir algo de lo que yo, ¿No?
El descanso se dio mientras bajábamos a la cafetería.
— ¿Te paso los apuntes más tarde, tigre? —me cuestionó la de ojos rasgados.
— Seguro, dubu —le contesté cortésmente, tan natural.
— Oye, Son, ¿No? —su voz, tal vez ella no recordaba sobre nosotras pero yo sí la conocía.
— ¿Mina? —pregunté incrédula. Algo dentro de mí me golpeaba diciendo "Claro que es ella, estúpida". — Bueno, eres tú, ¿N-necesitas algo? —me apresuré a decir.
— Claro, ¿Nos das un momento, Kim? —ella asintió aunque le rogué con mis ojos. Ella sonrió suavemente y se alejó.
— ¿Qué quiero? ¡Debería yo preguntar eso! —me haló de la manga antes de que pudiera irme. Yo me quedé viendo su meñique, como si pudiera atravesarlo, recordando el hermoso hilo dorado que debe poseer, el que debe estar conectado al mío, el que antes podía divisar y deleitarme con ese brillo propio y que casi parece utópico.
— Lo siento, no puedo explicarte —expresé impotente.
— ¿Qué querías hacer con eso? ¿Por qué me hablabas así, Chaeyoung? No nos conocemos si quiera, me hiciste pasar vergüenza en frente de todos. ¡¿Qué mierda quieres?! —su tono era duro, casi como el primero que conocí con... ¿La real Mina? El tiempo se frenó, mi pecho extasiaba de agitación y me acerqué a su cara, haciendo que se acorralara contra la pared, ella era más alta así que subí mi cara y con mis manos, entrelacé mis brazos detrás de su cuello y... volví a degustar sus labios. Mi corazón quería acercarla más pero era imposible, mi cuerpo ya estaba impregnado en Mina, ella no se quitó hasta que yo me alejé lentamente.
— L-Lo siento —bajé mi cabeza y al subir de reojo, vi su tinte rojizo en sus mejillas. Era adorable, sus cejas estaban ligeramente arrugadas y me miraba con los ojos abiertos.
— P-Pero... ¿Q-Qué hiciste? —noté como tomaba sus cosas y esta vez la que huía no era yo. Definitivamente lo que estaba pasando no estaba bien.
— ¡Eso fue rápido! —me dijo Sana seguida de Dahyun. Yo pasé saliva.
— No f-fue nada —confesé rápidamente—. ¿Ustedes están juntas ahora? —le interrogué a las dos tratando de cambiar de tema, estaba algo incómoda por lo pasado, casi me removí.