✐ Seguramente todos conocen la famosa historia del hilo rojo. Al parecer, a Son, le fue concedido el poder de ver el dichoso hilo, pero, algo llamará la atención de Chaeyoung, el hermoso hilo dorado de Myoui Mina.
➣ Saga: Colores.
➣ Historia totalme...
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Estaba durmiendo plácidamente hasta que desperté con el dolor en el pecho, ese que me avisaba cada instante dentro de mí, que no estaba bien.
— Chae... —era una voz masculina—. Despierta, cariño —abrí mis ojos y era Jae. ¡¿Qué rayos?! Me quité y Jae sólo me miró extrañado—. ¿Pasa algo? —me interrogó.
— N-No, voy al baño.— Me metí en el sitio rápidamente. Me miré al espejo y era la misma. ¿Dónde estaba? ¿Cariño?
Saqué mi celular y le escribí rápidamente a Nayeon. Extrañaba a mis amigas, extrañaba a mi familia, extrañaba a Mina... Quería algo que no me pareciera raro.
Nayeon, la mejor unnie.
Ahora si lo dañaste, Chaeyoung.
¡¿Por qué no me escuchas nunca?!
Yo.
Nayeon, deja de regañarme y explícame qué pasa.
Nayeon la mejor unnie.
No quiero ni verte.
Cuándo vuelvas a Seúl te explico todo. Eres una estúpida.
Bloqueé mi celular y suspiré saliendo algo más tranquila.
Jae estaba acostado viendo su celular. Me vio interesado cuando me acerqué.
— Oye, ¿Qué pasó? — Me miró y yo pasé saliva.
— Nada. Disculpa, cosas de chicas.- Él asintió apenado. — Por cierto, no pienses raro pero me dolía un poco la cabeza, ¿Dónde estamos? — inquirí.
— ¿Tan fuerte fue el dolor de cabeza? — Se río. — Por eso eres mi novia y te amo.— Se acercó y me dejó un beso. Mientras yo mantenía medio abierta la boca, él siguió. — Pues, teníamos unas vacaciones y somos novios hace siete meses, así que... Quisimos celebrarlo viajando, sólo estamos un poco lejos, es Busan, calma.— Yo abrí mis ojos pero suspiré relajada. Al menos seguía viviendo en el mismo sitio.
— Y... ¿Dahyun, Sana y... Mina? — Él sólo seguía riendo.
— ¡Dios, Chaeyoung! — Espetó. — Pareces otra y totalmente olvidadiza. No sabía que hablabas con Dahyun, no hablan hace dos años luego de la pelea que tuvieron porque tú hermano se enamoró de ella, aunque claro, Dahyun no le gustan los chicos.— Yo intenté sonreír.
— ¡Espera! — Casi grité y el rostro de no saber nada le crecía en el rostro. — Digo... uhm, ¿Hoon, está... en Seúl? — Él asintió.
— Sí, recuerda que está estudiando su carrera de música, Chae.— Mis ojos se llenaron de lágrimas. — ¿Pasó algo? — Sé que me veía como una loca, pues esa era su expresión.
