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Hoy era el día donde debía ir a la tierra de los hilos

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Hoy era el día donde debía ir a la tierra de los hilos.  Estaba en camino allá. Tendría que enfrentar los guardianes. 

Estaba acompañada de Nayeon. Los estrados eran realmente potentees y tenía un aire ambiguo, como un castillo del siglo XVIII tal vez, pero eso sí, estaba muy bien iluminado. Los cinco estaban ahí mientras que Nayeon y Jeongyeon me acompañaban. 

— Señorita, Chaeyoung —habló uno de los hombres. Había tres hombres, incluido J-hope, las dos restantes eran dos hermosas mujeres. 

— Solji, ¿Qué opina usted de esto? —la nombrada se volteó. Habló un chico joven, se veía tan joven como J-hope, de hecho, los tres chicos e incluidas las dos. 

— Pienso, que simplemente ama, Chen. Todos cometemos errores —dijo sin más. 

— Sí, pero esos errores son muy graves —contestó el chico—. ¿Y tú qué piensas, Lee Ji-eun? —cuestionó. 

— Hemos hablado con Jonghyun —entonces era J-hope, Chen, Jonghyun, Lee Ji-eun y Solji—.  Su relato siguió —creo que debe compensarnos, debe seguir trabajando para nosotros pero, Chen, sabes que no podemos dañar un hilo dorado, o al menos procurar mantenerlo —J hope estaba callado. 

— Es cierto lo que dice IU, bueno, mi compañera Lee Ji-eun —concluyó el chico de ojos de cachorro y pelo chocolatoso. 

— Concuerdo con lo que dice Lee Ji-eun y Jonghyun. Vamos, Chen, sabes que ella es del hilo dorado y, tampoco podemos borrar su memoria ahora, mejor dejemos que nos ayude.—interpuso J-Hope, el chico de linda sonrisa. 

— ¡Ustedes son unos facilistas! —bufó—. Saben que cometió un error y quieren premiarla —escupió en palabras. 

— Basta de tú arrogancia, Chen —regañó Solji—. Somos encargados de regir el amor a través de los hilos, no está bien que lo destruyas sólo por tú orgullo, Chen —ke rugió. 

Yo levanté las manos con miedo. Todos me vieron. 

— Realmente lo siento, sé que desobedecí pero puedo ayudarles trabajando, pero les pido miseria —hice una gran reverencia con todo el respeto. Puse mis manos al frente, me arrodillé poniendo mi rodilla derecha primero y haciendo un ángulo de súplica, me levanté depacio. 

— Además, Woojin la engañó, Chen —contribuyó Lee Ji-Eun, o IU, como le decía Jonghyun—. Debemos castigarlo a él.

— Chen, ya estamos decididos —él asintió al final. 

— Bien, así que está dictado. Son Chaeyoung seguirá trabajando para nosotros, no habrá más penitencias. Y, Nayeon, te ascenderemos —la castaña de mi lado abrió la boca ligeramente. 

— ¿Cómo? —reclamó Chen. 

— Ella protegió y guio un hilo dorado, no les pediré permiso para esto. Ya está decidido. 

❝ El hilo dorado. ❞  | Editando ๛ Michaeng | Saga.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora