❝ El hilo dorado. ❞ | Editando ๛ Michaeng | Saga.

3.8

Mina.

Ya era casi de noche y la madre de Chaeyoung me llevó hasta el lugar, al final insistí tanto que pasé por mi casa y saqué ropa más decente, no quería hacerla gastar dinero, no hacía falta. Ya mucho había hecho por mí. 

— Gracias, señora Son —ella me sonrió mientras se hacía cerca de la acera—. Por cierto, ¿Ustedes no tienen que estar? —cuestioné confundida.

— Oh, no, creo que tú padre sólo citó a sus compañeros esta vez —yo fruncí el ceño sin entender—. Le canceló a lo último a mi esposo, a eso me refiero  —me aclaró.

— Muchas gracias, Señora Son —agradecí. 

— Sabes que no es molestia, Mina... —yo asentí—. Por cierto, ¿Vas hoy a casa a cenar? —apenas lo escuché sentí una calidez en mí. Sólo pude responder subiendo mis comisuras y esa fue mi respuesta.

Al entrar, vi todos en una mesa, sólo estaba Bohwa, Akira, Somi y Jackson. Llegué mientras todos me miraban como si estuvieran esperándome. 

— Mina... Hermosa —me dijo Akira, tan hipócrita—. Te llamamos para celebrar —yo miré a Jackson. Él también entrecerró sus ojos. 

— Esperen, debo contestar una cosa, ya vengo, pueden seguir —espetó Somi con apuro, yo lo ignoré. Lo importante era el tema del porqué estaba aquí. 

— ¿Qué estamos celebrando? —pregunté incrédula. 

— Pues su compromiso, el de Jackson y tú, Mina—yo abrí mis ojos. Jackson se levantó. 

—  ¡¿Mina y yo nos vamos a casar?! —preguntó algo enojado. Y entonces llegó Somi junto a Chaeyoung, mi mundo se vino abajo. ¿Qué hacía con ella? Y... escuchó. 

— ¿Qué se va a casar quién? —preguntó mientras se acercaba. 

— Padre, esta es Chaeyoung, una... amiga —explicó coquetamente, pero parece que Chaeyoung ni se inmutó mientras me miraba perpleja. 

— Un gusto, Chaeyoung —el padre de la menor  no estaba, eso se me hacía extraño, pero era un juego sucio. Se levantó Bowha a estrechar la mano de la coreana, que aún no reaccionaba. 

— ¡Propongo que los prometidos se den un beso! —espetó con emoción Akira. Yo sólo me asqueé, no por Jackson, sino por toda la situación. Si no lo besaba, Akira va a pensar que Chaeyoung y yo sí somos algo y es cierto, pero le hará daño. 

Tomé a Jackson de la camisa y lo besé cortamente. Luego bajé mis orbes al piso mientras me limpiaba, todos celebraban sin notar el rostro triste de Jackson y mi cara a punto de llorar.