Retorno.

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Frio...frio era lo único que Wang Yibo podía sentir, pero no era cualquier frío, era del tipo el cual se colaba en tu piel cual agujas y corría tus huesos haciendo que incluso lo más profundo de tu ser se agitara, Wang Yibo temblaba mientras tenia su mirada fija en el sonriente vampiro de pelo negro que se encontraba a tan solo metros de él, su peinado y su vestimenta era diferente pero su rostro, ese rostro nunca cambiaria, seguía siendo el mismo, un rostro delicado, hermoso, unico.

Las manos de Wang Yibo se volvieron puños, sus uñas empezaban a incrustarse en la palma de su mano mientras que sus nudillos se volvieron más blancos, su cabeza era un desorden, en ese momento se encontraba en un estado que no podía describir ¿Sorpresa? ¿Emoción? ¿Tristeza?, sus ojos color miel empezaban a adoptar una tonalidad rojiza, la humedad que los invadía provocaba ardor en sus cuencas, sin darse cuenta Wang Yibo daba un paso tras otro, acercándose, acortando cada vez más la distancia, intentando ver más de cerca tratando de convencer a su mente, de hacerle entender que solo era una confusión lo que veía, pero dichos pasos se detuvieron de manera repentina, Wang Yibo se agitó ante un sorpresivo acto que se suscitó frente a él.

- Hola...cariño...- Elai rodeo la cintura de Zhan con su brazo.

- Elai...- Zhan sonrió.- Estoy feliz de verte.

- No lo parece ya que no fuiste a mi encuentro.

- Solo quería darte un tiempo junto a tu hijo, no te imaginas lo ansioso que estaba por verte.

- ¿Y tu?.- Dibujo media sonrisa.- ¿No estabas ansioso?

- Si me permiten...- Saeed interrumpió.- Me retiraré para que puedan charlar.

- Es un placer verte Saeed...- Elai sonrió.

- Si...si...- Saeed agito su mano.- Lo mismo digo.- Se alejó.

- Yo iré a acompañar a Saeed.- Fai le hablo a Zhan.

- ¿No saludas Fai?.- Elai lo observó.

- Es un gusto verte Elai.- Fai forzó una sonrisa y se alejó.

- Esos chicos me odian.- Elai sonrió.

- No digas tonterías.- Zhan nego.

- Siempre actúan de manera grosera ante mi, solo se los dejo pasar porque son tu familia y la de mi hijo.

Wang Yibo seguía allí de pie viendo la interacción de los dos hombres, el frío que lo embargaba se había aplacado, en cambio un ardor voraz atacó todo su cuerpo, esta vez Yibo apretaba sus manos con más fuerzas mientras que en su rostro se dibujaba una expresión de enojo, no se había equivocado, era su voz, su sonrisa, su rostro, era el, definitivamente el, pero ¿Como habia llegado alli? ¿Vampiro? ¿Cuando sucedió? Se hacía todas estas preguntas en su mente pero la pregunta que más lo atormentaba era ¿Por que estaba junto a Elai? Necesitaba una explicación y la obtendría, pero no sería tan fácil ya que una vez más se detuvo al ver como Elai Canaveris rodeo los hombros de Zhan con su brazo y empezó a alejarse, no sin antes girar su rostro levemente y regalarle una sonrisa.

¿Podría saberlo? ¿Acaso Elai tendría conocimiento de Xiao Zhan y Wang Yibo? Era imposible, el había cortado las conexiones desde hace siglos, había dejado su vida pasada en el olvido, Wang Yibo intento avanzar nuevamente hasta ellos pero esta vez algo más lo embargo, ya no era la sensación de sorpresa o el sentimiento de ira, era miedo ¿Cómo podría acercarse? ¿Como le daria la cara? Estoy aqui, despues de tantos siglos aun sigo aqui ¿Eso le diría? Wang Yibo empezó a retroceder, la distancia que había acortado ahora empezaba a alargarse, no podía, no se presentaría junto a Zhan, debía salir de allí y fue justo lo que hizo.

In My Veins (Finalizada) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora