Capítulo III

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«— Antes yo quisiera perder la memoria que la hazaña infausta triste recordar.»

Lady Macbeth

Hinata

No había sentido tanto alivio y tranquilidad al entrar por las puertas de la mansión Hyuga desde que la tragedia comenzó, creo que el hablar con Shisui-kun, me sirvió para estar más tranquila, me da esperanza de que las cosas pueden mejorar.

— Hinata-sama —saludó con una inclinación Ko, asentí a modo de saludo— Su padre desea hablar con usted.

— Esta bien Ko, gracias por avisar —respondí.

Ko asintió, hizo una reverencia y se marchó.

Me pregunto que querrá padre, a partir de los últimos sucesos y desde que está entrenando a Hanabi como futura sucesora, no es requerida mi presencia. De alguna forma me ignora, soy invisible para él en la mansión. Mientras caminaba pensativa la puerta se abrió y apareció mi padre con su porte elegante y rostro estoico de siempre.

— Adelante Hinata, te estaba esperando —dijo.

Asentí a modo de saludo, la verdad entrar a esta sala me traía malos recuerdos, cada vez que Otosan llamaba por mí, era para una reprimenda por ser una vergüenza de heredera, la sensación de que algo malo sucedería estaba presente en mí o quizá son los nervios, espero sea eso.

— Hinata —dijo— Primogénita y heredera del clan Hyuga —después de una leve pausa prosiguió— Has crecido mucho ¿no?

— ¿Otosan?

Los nervios son cada vez más fuertes. Por lo ultimo que dijo lo observé. Otosan, se veía pensativo, suspiró y continuo.

— Los últimos sucesos me han abierto los ojos, que mi sobrina... Ya no este, de alguna forma ha fracturado a parte de nuestro clan —cerró los ojos— Hemos tenido muchas perdidas, Neji ya no es el mismo y lo entiendo perdió a su hermana al poco tiempo de encontrarse; Hanabi esta sufriendo, aunque no lo demuestre. Somos Hyuga los sentimentalismos y muestras de afecto no es lo nuestro... Shion cambió un poco eso, era más expresiva y afectuosa, ella trajo nuevos aires al clan.

— Shion nee-san nos cambio un poco a todos —respondí con melancolía— Pero Otosan... Puedo saber ¿Para qué me llamó?

— Como heredera, sabes que tienes un deber con el clan —dijo abriendo los ojos y mirándome— Es momento de que cumplas tu deber. Con el consejo hemos decidido comprometerte en matrimonio.

— ¿M-matrimonio? —abrí mis ojos asombrada, sentía mi cuerpo perder fuerzas, sabía que esto sucedería en algún momento, pero no pensé que tan luego. No estoy preparada para casarme con un extraño.

— Escúchame bien Hinata —dijo Otosan severamente— Es tu deber acatar lo que tu líder te ordena.

— Esta bien —dije cabizbaja.

Después de un silencio, me atreví a preguntar.

— ¿Quién es m-mi prometido?

— Hinata tu compromiso ya está pactado, pero aún no te será revelado el nombre, por acuerdo del consejo, en una semana a más tardar se dará a conocer eso y fecha de la boda —sentenció.

Hinata se puso pálida, no podía creer lo que estaba sucediendo.

— Esta bien Otosan... Eto —dije, él asintió para que continuara— Por ordenes de Hokage-sama debo ir a una misión por un mes...

— Estoy al tanto, sé que también debes venir a entregar reportes. En ese lapsus se te informará todo respecto a tu compromiso —respondió irrumpiéndome— Sí eso es todo, puedes retirarte.

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