54. Tierno inicio

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Namjoon no sabe cómo sentirse. En su casa fue un caos y estuvo viéndolo todo en su indiferencia usual. Sin poder sentir nada más aparte del torbellino emocional en su cabeza. Su tío y sus hijos se fueron, no sin burlarse de él y llamarlo monstruo; una de sus tías lo regañó por tener amigos tan violentos, extraños y que en el fondo no son más que unos monstruos. Concluyendo con un: Entre monstruos se atraen.

Por no decir que algunas de sus primas y primos le tienen asco por haber tenido que admitir que es gay. Todo se hizo un enredo tan grande que acabó por compararlo con su sueño. Sentirse aislado y sin apoyo familiar en algo que lo afecta de un modo en el que es incapaz de entender ¿La diferencia?

Tiene a su mamá.

Ella no lo juzgó, tampoco lo cuestionó.

Se limitó a decirle que todo estaría bien. Ir a hacer una denuncia contra su tía; mantener el tema en privado para evitar que lo burlaran o hablaran de ello y... abrazarlo mucho. Quizá demasiado. Insistiendo en que todo está bien. No es su culpa. Debió darse cuenta y tantas otras cosas más que conseguían ser ese delgado y fino hilo que lo salva de...

«One morning, I opened my eyes. And wished I was dead. I want someone to kill me in this loud silence.»

Por otro lado, resultaba deprimente que no sentía nada cuando ella lo abrazaba. Calor, frío, contacto. Nada de nada. Tan solo algo apretándolo. Sintiéndose un muerto al que sacan sus trapos sucios y poco más.

Llegado el día de regreso a Hogwarts tenía la esperanza de que, estando con los demás, pudiera sentirse un poco más cobijado. Literalmente sentir que hay un cariño. La diferencia con ello es que ni siquiera se acercaron a saludarlo. Lo pasaron de largo, apurados y ansiosos de conseguir un espacio en el tren.

—Quizá tienen algo para ti y quieren acabar de armarlo—Propone la madre de Namjoon al ver la perturbación con la que quedó su hijo. Incluso ella se sorprendió, pero de ver la seña de los padres de Jin, supo que nada malo pasa—. No te angusties. Ellos están aquí. Igual que yo. —afirma dándole un abrazo.

—Mamá—Ladea la cabeza, esperando la pregunta—. Si hubiera muerto en el accidente ¿Hubieras vuelto con papá? —pregunta y ella muestra sorpresa.

—No.

— ¿Nunca has querido volver con él? —Increpa en voz baja y arrastrada.

—Un hombre que abandona a su hijo tras algo así, no vale la pena—responde tranquila—. Estoy bien sola, Namu. Por ello, sé lo fuerte que podemos ser y si estamos juntos, es todo lo que hace falta. Somos fuertes unidos. Separados, somos vulnerables.

Recuesta de ella. Es la enorme lección que no para de repetirse en su vida. En este panorama tan deprimente donde todos se apuran, temiendo que caigan bombas de nuevo: En la soledad, eres alguien frágil, débil y fácilmente destructible. Si tienes a quien te apoye para bien y con honestidad, serás inmune a todo el mal que te pueda acechar.

Suena el silbato del tren y Namjoon se despide de su madre. Toma el baúl, sube al tren y despide con la mano a medida que este se mueve. Camina arrastrando sus pertenencias y se asoma a cada camarote. Ocupados y sin saber si arriesgarse a ir donde están los demás.

Tal vez no lo quieran ahí. No lo sabe. Decide que es mejor preguntar si puede estar. Hallándolos con rapidez por el cabello púrpura de Taehyung. Entre las cortinas bajadas. Da toques a la puerta.

— ¿Puedo pasar...? —pregunta Namjoon, casi asustado.

—Sip~. —La respuesta vino de Jungkook. Namjoon abre la puerta con lentitud y se inclina para atrás, casi sintiendo que le saltan encima.

Incognito: Memoria Abyssi || BOOK 2#Donde viven las historias. Descúbrelo ahora