53. Cortado de raíz

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—Viniste con muchas cicatrices nuevas. No sé cómo sentirme. —admite Jin con gesto incómodo. Jungkook se encoge de hombros antes de sonreír.

—Fue una experiencia curiosa. Hay muchas manadas, muchas muchas, jugué con algunas, otras no me quieren ni ver por ser magos, el Alpha sigue queriendo ser mi compañero—Enumera con los dedos—. Ah, también me iban a cazar unos magos para usarme como decoración o modo de atraer al resto de mi-

— ¡¿Cazarte?! ¿¡AH!? ¡NO! ¡CUIDATE MÁS! ¿¡QUÉ HACES EN EL BOSQUE PELIGRANDO QUE TE CACEN!? —chilla zarandeándolo de los hombros. Espantado. Jungkook saca los labios. Dando un gesto muy infantil que contrasta en extremo con su aspecto. Ahora luce como un chico de dieciséis años en toda regla a sus trece casi catorce. Con los brazos tan duros que Jin no puede ni hundir los dedos.

—Pues... ¿Buscar mi comida? —Jin lo suelta y lleva las manos a su cintura con expresión reprochante—. Tengo que hacerlo o no como y ¡Estoy bien! —Ahí sigue, juzgándolo y regañándolo con la mirada—. ¿Sí habrá recital? —lloriquea, considerando mejor idea cambiar de tema.

—Hoy en la noche, pero antes, a bañarte para que no luzcas como un perro escupido por el bosque.

Jungkook saca los labios y resopla. No lo molesta bañarse, el único problema es que cuando Jin dice eso, es que, si no le gusta el olor de su cabello, lo hará bañarse de nuevo. Pues todo su pelaje apestará igual a como lo haga su cabellera.

~ * * * ~

— ¡Si pudiste venir!

Jimin abraza a Jungkook, quien no tiene problema en cargarlo y darle una vuelta en brazos. El hombre lobo hunde el rostro en su hombro, olisqueándolo. No sabe si su olfato es más desarrollado ahora o Jimin huele mejor ahora.

Incluso Jin lo hace.

Cosas que solo él entiende.

— ¿Qué tal? ¿Te gustó?

—Estuvo llorando. Igual que esta cosita de aquí. —Jin muestra al conejo que lleva en brazos. Taehyung, en teoría, no debería estar aquí. Sus padres lo prohibieron salir porque tenían que atender un trabajo. Como cosa de siempre, se escapó porque no quería faltar y Jin lo trajo en su bolso.

Ahora solo es un conejo que agita mucho la nariz y moja su pelaje con llanto.

Jungkook se muestra avergonzado de ser expuesto en ello.

—Namjoon debe estar afuera esperándonos ¿Vamos? —Jimin asiente, sonriente y volviendo al vestidor para tomar su bolso y regresar. Sus padres le dieron permiso de irse a casa de Jin a pasar unos días. Todo para poder remodelar parte de la nueva casa y que no tenga problemas con el polvillo o demás.

Una vez afuera encuentran a Namjoon, quien ve a otro lado, moviendo la boca de tanto en tanto y dando un aspecto extraño. Entre cohibido y meditabundo. Con el celular en la mano, revolviéndose el cabello cada tanto. Jimin le salta en la espalda, siendo sujetado al instante.

— ¿Te gustó? ¿Sí te gustó? —pregunta emocionado y Namjoon sonríe bajando la cabeza.

—Estuvo igual de bella que las demás. La mejor parte, es que esta vez no intentaron pisarte. —Jimin niega con la cabeza, abrazándolo con fuerza del cuello—. Tengo que irme a casa, rápido. Saben que no tenía permiso para venir y-

—Sí lo tenías—replica Jungkook—. Me dijiste que lo tenías.

—Bu-bueno fue una mentirita.

—No fue mentira. Esto sí. —Jungkook se muestra malhumorado. Namjoon sacude la cabeza y Jimin baja de su espalda.

—El punto es que tengo que irme. Lo siento-

Incognito: Memoria Abyssi || BOOK 2#Donde viven las historias. Descúbrelo ahora