23. Sueño profundo: Awake

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— ¿Siempre vas a ser así de indistinguible o en algún momento te podré ver?

¿Por qué quieres verme?

—Es más gratificante saber que hablo con una figura humanoide y no con una nube de humo.

Para ser alguien tan entendedor del tema, te estás quedando únicamente con lo superficial. Que extraño.

Jin toma de la mesa una de las copas de vino servidas. La figura abstracta continúa alejada, a un par de metros de él que da un sorbo recatado a la bebida. Tarda un rato en que alguno diga algo más.

—Vine aquí para ver mi sueño completo, ya que tanto me ha atormentado sin siquiera estar claro.

Uno de ustedes ya ha venido y obtenido ese... sueño—Su pausa le resulta extraña a Jin. Pues no tiene demasiado sentido—. Yo diría que no está muy complacido con el resultado ¿Has hablado con él?

—Sí.

— ¿Aun así anhelas la respuesta que te dé mostrarte la entereza de lo que buscas?

Eso vine a buscar. Aun si es una basura, quiero y necesito saberlo. De otro modo, no voy a entender jamás porque me tortura tanto.

Que sea lo que pidas entonces.

Jin levanta de su sitio, vistiendo traje y siendo mayor en edad a lo que es realmente. Para su extrañeza, la figura extiende la mano. Aun entre la nube de humo y dando a penar que tal vez hay alguien ahí escondido. Disfrazado para no revelar su aspecto real. Piel pálida y la marca de la muerte con una curvatura. Pensó que en ello, se completaría el círculo, pero no.

En la esquina inferior derecha se forma un círculo completo que llena por completo. La marca en su nuca que muta a uno totalmente negro.

Viniste buscando algo, veamos si lo encuentras.

Abre los ojos, sorprendido.

— ¿De qué hablas? ¿Acaso...?

Descúbrelo tú mismo.

— ¡JIN! ¡VEN AQUÍ! ¡ES HORA DE CENAR!

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— ¡JIN! ¡VEN AQUÍ! ¡ES HORA DE CENAR!

Levanta apurado de su sitio, corriendo entre árboles y arbustos, moviendo la cola peluda y el cuerpo lobuno juvenil agitándose. La lengua rosa afuera mientras anda hasta donde están los demás lobos. Todos con pelaje abundante, hocicos llenos de sangre y una pequeña fogata en medio junto a un gran número de animales que cazaron durante el día.

— ¿Hay algún momento en que no te retrases? A este paso, te vamos a dejar atrás.

—La luna está muy bonita hoy. Simplemente quería seguir viéndola.

Se echa en el suelo y muerde el conejo que le es puesto al frente. Grande y gordo como el solo. A medida que lo come medita en que siempre se queda tras en las cacerías por... ¿Lo que sea? Más de una vez ha sido por perseguir y jugar con mariposas. Resulta curioso como admirar su entorno a veces es más importante que continuar la vida regular.

Incognito: Memoria Abyssi || BOOK 2#Donde viven las historias. Descúbrelo ahora