Incognito: Memoria Abyssi || BOOK 2#

4. Preparaciones entre clases

—Vale, ahora tenemos que esperar hasta que haya una tormenta eléctrica para ver si lo hicimos todos bien—Jin junta las manos en un aplauso. En la mesa frente a ellos hay un pequeño baúl de apenas treinta por treinta donde reposan los seis frascos con la poción en reposo—. O sino, tendremos que esperar hasta el mes siguiente y repetir todo el proceso.

—Me pregunto qué pensaba la persona que descubrió esta poción—murmura Hoseok—. Sus pasos son tan estrambóticos que no me creo que saliera por mera curiosidad.

—La parte del frasco bañado de luz de luna —Exhala Yoongi, totalmente hastiado de haber pasado todo el día con una hoja metida bajo la lengua—. Esto es ridículo. La magia no tiene sentido. Debería resignarme a eso.

—No se quejen tanto—Regaña Jimin—. Al final tendrá un buen efecto. —afirma con una sonrisa y buen humor por haberlo conseguido.

La poción para Animagia es un tema que aún les saca miles de dudas no solo por pensar en ¿Cómo alguien llegó a descubrir esto? Sino el hecho de que sea tan complicada de preparar precisamente por los pasos raros. No es complicada propiamente, sino rara. Para empezar, el necesitar meterse una hoja de mandrágora en la boca, llenarla de baba, mantenerla dentro de la cavidad bucal por veinticuatro horas para que se empape bien y luego meterla en un frasco mientras a este le da la luz de la luna.

Luego echan la crisálida de polilla esfinge de la calavera –gracias a Wonho tienen esto pues ni idea de dónde lo podrían conseguir-, la cucharada pequeña de rocío, mechones de cabello y finalmente poner los frascos con toda esa mezcla asquerosa en ese pequeño baúl.

Es de Jin, un regalo de un tío lejano. Resulta expansible. Tiene un par de habitaciones y gracias a ellos, los frascos estarán bien, quietos y en espera hasta su tiempo para beberse. De otro modo, sería muy complicado conseguir hacerla ¿Dónde la guardarían?

Es la poción más quisquillosa que se han topado.

—Al menos ya puedo hablar y abrir la boca. —Taehyung se estira hacia atrás. Mantener la hoja de mandrágora en la boca y no tragársela o mostrarla fue un desafío extraordinario que no quiere volver a hacer. Fue incómodo. Un fastidio.

Sobre todo en él, Hoseok y Jimin, quienes no pueden parar de hablar. Posiblemente será el primer día en que guardaron tanto silencio por estar ensalivando la maldita hoja de mandrágora.

— ¿Qué creen que serán? —pregunta Namjoon—. Yo solo pienso que seré un koala o una cosa del estilo.

—Yo diría que serás un oso, pero cada quien con sus cosas—ríe Hoseok nervioso—. Tal vez un-

— ¡Un caballo! —Señala Taehyung y Hoseok levanta una ceja con mala cara—. ¿Qué? No lo digo como algo malo. Los caballos son bonitos.

—Me ha dicho cara de caballo toda mi vida. Esto no ayuda a mí autoestima. —informa con deje fastidiado. Yoongi ríe por la nariz y Namjoon silba, sentándose en una de las sillas en este salón de estudio. Está oscuro, con luz de luna como única iluminación. Jungkook cabecea a poco de dormirse en su sitio.

—En realidad es un animal muy bonito. Su simbolismo es precioso—informa Jin, entrando en ese bucle de dar datos incansables e interminables con respecto a pensamientos antiguos—. Decían que, si se trataba de un caballo blanco, simbolizaba la luz, el sol, el día, la vitalidad... La lealtad—Hoseok aprieta sus mejillas, con los ojos brillantes de impresión—. Es un animal bonito, muy bonito.

—Quizás seas un percherón. Esos que tienen mucho cabello. —propone Yoongi a modo de alivio. Jungkook golpea la frente contra la mesa y levanta apurado, viendo a los lados.