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Capítulo 7

Vegeta despertó, nuevamente estaba entre las sábanas de la mujer de cabello azul, se había dejado llevar por lo que aquella chica le provocaba, le alteraba los sentidos de manera horrible.

Se sentó en la cama y recordó que hoy era la fiesta de Kakarotto, debía irse a su casa.

—Hola, guapo— saludó Bulma entrando en la habitación.

—Hola— dijo él de forma seca.

Ella levantó una ceja en señal de duda, pero entendía que Vegeta estaba molesto por todo aquello que estaba haciendo.

—¿Estás enojado?— preguntó ella mientras fumaba.

—No—

—Pues comunicalo a tu cara—

—¿Cuánto te debo?—

No sabía ni qué responder ella, estaba claramente ofendida por esa expresión, se habían acostado pero porque ella quería, no por ser una prostituta.

—Eres un hijo de puta— le contestó enojada. Le lanzó su ropa a la cara y abrió la puerta de la habitación —Vete ahora mismo— él simplemente sonrió y se vistió.

Cuando estuvo parado frente a ella le tomó la cara entre sus manos y le acarició las mejillas, ella se estremeció. Le besó los labios mordiendolos un poco, se separó de ella y finalmente se fue sin decir nada.

Bulma se quedó allí parada un segundo recordando al hombre que acababa de salir por aquella puerta, se sentía bien estando con él...

Recordó que hoy tenía una fiesta pendiente, así que se dirigió a la ducha para poder arreglarse.

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Vegeta llegó finalmente a la casa de Gokú, parecía que sería una fiesta pequeña pero interesante....

Tocó la puerta y su amigo lo recibió con una sonrisa en el rostro, Vegeta devolvió el gesto y entró notando la presencia de la chica de la fiesta de hace unas noches.

—¡Vegeta!— saludó ella al chico en la mejilla.

—Hola...— se quedó en silencio, odiaba no recordar su nombre.

—Milk— dijo Gokú

—Ah sí, hola Milk, me da gusto verte— le contestó.

—A mí también, ¿No va a venir Bulma?— por la pregunta Vegeta se sintió algo incómodo.

—Pues...— y antes de que pudiera terminar una voz interrumpió.

—¡Kakarotto, hermano!—

Se lanzó a darle un abrazo el extraño muchacho.

—¡Raditz!— devolvió el abrazo el nombrado.

—Me da mucho gusto verte, hermanito. Mira, quiero presentarte a alguien, ella es mi novia, Bulma—