Capítulo 11

251 32 14
                                    

Vegeta y Bulma llegaron al departamento del chico con aún cierta incomodidad en el ambiente, todo había sucedido bastante rápido, el peliflama le preparó un café a Bulma y la hizo sentarse en el sofá para que se tranquilizara un poco.

—Lo lamento— soltó ella con la mirada en el suelo.

—No lo hagas, es culpa de los dos—

Ella lo observó y vio como le sonreía ligeramente, se sintió un poco más tranquila, pero no podía evitar tener ese temor de lo que Raditz fuese capaz de hacerle a ella y peor aún, a Vegeta, Bulma le acarició la mejilla y le plantó un beso lento en los labios que él correspondió sin pensar, se sentía tan bien cuando estaba ella junto a él.

—Ven, vamos a dormir— dijo Vegeta y se levantó para guiarla a la habitación.

°•°•°•°•°•°•°•

Bulma despertó por los tenues rayos de luz que se colaban por la cortina del cuarto, vio a Vegeta durmiendo a su lado, se veía tan tranquilo con sus facciones relajadas y suspirando levemente, ella estaba totalmente desnuda, sólo tenía una playera de él encima de su pequeño cuerpo, decidió levantarse para preparar algo de comer.

Llegó a la cocina y vio que tenía todo lo necesario para un buen desayuno, así que comenzó a preparar unos waffles, huevos con tocino algo de jugo y café.

Después de una media hora escuchó que en la habitación de arriba había movimiento, dedujo que Vegeta se había levantado por fin.

—¡Bulma~!— escuchó su nombre ser gritado desde arriba.

—¡En la cocina!— contestó ella.

Se escucharon los pasos de Vegeta de la habitación hacia la cocina, se paró en el marco de la entrada se la quedó mirando mientras ella cocinaba, se le acercó y la abrazó por la espalda mientras le besaba su cuello.

—Podría verte así cada día— le susurró en el oído y Bulma se estremeció.

Se apartó de ella y se sentó en la barra de la cocina esperando el desayuno, la chica se lo dio y ambos comenzaron a comer con tranquilidad mientras conversaban de cosas para conocerse mejor.

Cuando terminaron de comer, ambos querían darse una ducha para tal vez salir a caminar o ir a algún lugar, pero algo los detenía.

—Vegeta...no tengo más ropa que ponerme— le comentó con cierta vergüenza.

—Puedes andar desnuda aquí, no tengo problema con eso— respondió él mientras la besaba.

—Lo sé, pero no quieres que salga así a la calle ¿Verdad?— ambos se rieron.

—Claro que no, iré a comprarte algo rápido para después salir y comprar ropa ¿Qué talla eres?—

—Cinco—

—Bien, duchate y toma lo que quieras, ahora vuelvo—

°•°•°•°•°•°•

Vegeta estaba en una tienda de ropa, ya tenía el pantalón pero faltaba la playera, quería algo que se le viera bien pero no sabía qué tipo de ropa informal le gustaba a Bulma, siempre que la veía estaba arreglada o en pijamada, nunca en puntos medios.

Una muchacha de la tienda se le acercó al verlo frustrado.

—¿Puedo ayudarte en algo?— le dijo.

—¿Ah? ¡Sí! Mi novia está en casa sin nada de ropa pero no sé cuál playera llevarle— la vendedora se sorprendió un poco pero sonrió para después escoger un conjunto casual para Bulma.

[911]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora