Bajo la lluvia nos dimos nuestro primer beso, éramos unos tontos enamorados, cegados por las emociones de un nuevo amor, la fría agua que caía sobre nosotros era imperceptible tomando en cuenta el calor que nos provocaba aquel caluroso beso.
Después de eso nos reíamos como tontos, mientras corríamos de nuevo a la pensión, la fiesta seguía, pero nosotros estábamos en nuestro propio mundo, mojados completamente, pero felices pues nuestros sentimientos eran correspondidos, me metí a mí habitación a cambiarme de ropa, el hizo lo mismo, se seguían escuchando los constantes gritos de aquella fiesta, el tocó mi puerta, llevándome chocolate caliente, saqué mis cobijas del armario, y nos tapamos nuestras piernas mientras buscábamos una película que ver,
Buscaba en varios canales encontrando una de mis películas favoritas, Una propuesta indecente, un hombre millonario, quedo enamorado a primera vista de una mujer casada, ella en bancarrota y a punto de perder su casa, recibe una propuesta de ese hombre una cantidad exagerada de dinero por una noche, ellos lo hablan, su esposo acepta, ella igual y pasa lo inevitable, celos, y unas cuantas lagrimas un matrimonio a la ruina, amaba esa película, el la miraba atento a mi lado. Habernos mojado estaba haciendo estragos mis ojos se cerraban sin consideración, arrastrandome a un sueño profundo.
Desperte de nuevo en la fria habitación del hospital, Minako dormía a mi lado, con un suero conectado a mi brazo, tratando de hacer el menor ruido posible, me levanté dando pasos torpes, bajandome de aquella incomoda cama de hospital, pasos inciertos, acelerados, tratando de verlo, necesitaba verlo, me concentré lo más que pude, queria escuchar su voz, esa voz que repetía mi nombre, esa voz que me unía a el, llegué a la sala de espera, Otabeck hablaba con una mujer, una mujer hermosa, delicada silueta, su cabello castaño rizado, y sus bonitos ojos verdes, me indicaban que era una omega, su aroma a jazmin, era amargo, debia sufrir demasiado, él dirigió su mirada hacia mi, una cara de sorpresa, debería estar enojado de verme en pie, sin ningún tipo de asistencia médica, pero la mirada que ella me dedicó fue definitiva.
Me miró con miedo, corrio al verme como si fuera alguna clase de depredador y ella fuera la presa, mi medico bufo fastidiado - Quién es ella? - le dije midiendo mis pasos hacia el.
- Ella es Susana, la destinada de Viktor - me detuve en cuanto escuche aquello, como si me cerebro se hubiera desconectado, como si hubiera dejado de escuchar, en lugar del sonido del lugar, un pitido constante, el anuncio de un corazón roto, mi omega araño mi pecho con furia, con un dolor inmenso, que logró doblar mis rodillas y caer sin poder articular palabra, ese vacio en mi pecho, se agrandó aún más, asi se siente cuando te rompen tu corazón?.
Otabeck corrio a mi tratando de que mi cabeza no se impactará con el piso, pues habia perdido el conocimiento, otra vez, mi mente me presentaba ante mi un recuerdo nuevo, conducia un auto, con un enorme regalo azul en el asiento del copiloto, un regalo que parecía tener vida propia, la caja se movia y hacia ruido, me reia por la gracia que me causaba va a adorarlo, me dije, me estacione afuera de un enorme edificio de entretenimiento, una cadena televisiva, muy famosa por sus dramas exitosos, veia a Viktor salir, caminaba apresurado, me causo desconcierto, sali del auto tratando de hacerme notar, cuando aquella hermosa mujer que lloraba en la sala del hospital, venia tras de el, lo detenía ansiosa, el se estaba portando demasiado grosero, era una faceta que jamás habia visto en el.
Di unos pasos hacia ellos cuando logré captar su atencion - Yuuri!! - caminó hacia mi sujetandome del brazo, nos hacia caminar lejos de aquella mujer, al mirarla de cerca pude recordarla, era una de las nuevas actrices que habían llegado reclutadas, a la agencia de mi esposo, un reciente video musical con ella como protagonista, habia causado revuelo, ella me sujetó también - Tu eres Yuuri Katsuki? - me detuve jalandolo.
ESTÁS LEYENDO
Querido último amor
FanfictionYuuri Katsuki es un omega que ha encontrado su destino, apuntó de casarse con Jean Jacques Leroy y feliz al lado del amor de su vida, pero de pronto sufre un accidente automovilístico, después de unos días inconsciente despierta dandose cuenta que h...