Capítulo 9. Tu aroma en mi almohada

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Mi corazon latia aceleradamente, sentía un hueco en mi estómago, y mis manos sudaban, di un paso hacia adentro, el cerro la puerta tras nosotros, me rodeo con sus brazos, sentía su respiración en mi nuca, con su mano buscó mis labios, un beso cálido, mis manos temblaban, mi respiración estaba entrecortada, el se dio cuenta de ello, me dio un tierno beso, una caricia en mi mejilla - Creo que ya es tarde, es mejor que vayamos a dormir - se dio la media vuelta dispuesto a irse, mi cuerpo se movio por si solo, lo detuve, no quería que se fuera - Duerme conmigo, si? - me miro a los ojos, su rostro era indescifrable, estaba nervioso por su presencia, pero queria aun mas de el, de su aroma.

Acarició mi rostro de nuevo, un tierno beso en mi frente - Sera otro día, buenas noches - estaba herido en cuanto se fue a su habitación, era un chico inexperto, que no sabe nada del amor, un chico sin experiencia, lleno de complejos e inseguridades, esta tan mal no estar seguro de dar el siguiente paso?.

Los dias pasaban, con ello un nuevo escandalo sobre mi ex prometido en las primeras planas de periodicos y revistas diversas, con un encabezado a lo grande Conocido abogado alfa, pierde el control golpeando a su novia la noticia era clara, el se habia dado cuenta que ese supuesto embarazo no era más que una mentira, una mentira con claros intereses económicos, vaya problema, lo lamentaba por el, pero estaba feliz por mí, porque habia conocido otros brazos que no eran los suyos, lo agradecia terriblemente.

Pichit me daba consejos, diversos consejos tratando de sacar el lado mas sensual en mi, porque debería hacerlo?, no me sentia a gusto siendo así, hoy como era costumbre iriamos a ver a nuestras parejas tocar en aquel cafe, degustabamos una nueva tarta de frutos rojos, el cantaba con aquella voz aterciopelada que tanto me gustaba, al frente un grupo de chicas que lo miraban atentas una de ellas, una mujer rubia de ojos grises peinaba su cabello con sus dedos, mientras el seguía concentrado, una clara señal de coquetería, mi amigo me picaba el brazo, para que pudiera darme cuenta, en cuanto la pista terminó, ella se levantó dispuesta a hablar con el, me sentía celoso, tan fuera de lugar, una chica segura de si misma, le hablaba al oído mientras tocaba casualmente su torso, le dio un papel doblado delicadamente, con una seguridad que yo carecia.

Me gustaría levantarme de mi lugar, ir hacia el y hacerme notar, es mi novio, el chico que quiero, no deseo que sea de nadie más, los instintos posesivos de mi omega salian a flote, como mis inseguridades, después de un rato lo supe, habia sido invitado a una fiesta llevaria a todo el grupo, eso me tranquilizó pero sabia que el objetivo de ella, era el alfa platinado.

El siendo el hombre sincero que era me llevó de su mano, salimos de la pensión cerca de las 9 de la noche, sin antes ser supervisado por Pichit con ropa negra, vestido casualmente, con unos jeans ajustados, una playera señida a mi cuerpo, con hombros descubiertos, transparencias sutiles pero sensuales, combinado con mi cabello hacia atras, me hacian lucir según el un arma letal, sin embargo preferi dejarme los lentes, ponerme una chamarra bastante holgada, con dudas en mi y con varias tácticas de guerra contra mujeres persistentes, sali de su mano.

Viktor en cuanto me vio me sonrio sin decirme nada, eso me hacia sentir algo incómodo, acaso me veia tan mal que no era capaz de decirmelo?, el lugar de la fiesta, era un centro nocturno muy conocido de la ciudad, aquella mujer en cuanto lo vio lo jalo del brazo, haciéndome molestar, lo llevó con aquel grupo de amigas con las que habia visitado el cafe, porque eres tan amable que no puedes quitartela de encima?, o es que acaso eres demasiado ingenuo, o demasiado tonto?.

Pasó junto a mi un mesero con un par de vasos de distintos tipos de alcohol, me tome 2 o 3 como si de agua se tratara, uno, otro, pasenme los que quieran, esta situación me esta artando, no estoy pintado, vine de su mano, soy su pareja, si ella me pasa por alto, que pasa contigo Viktor?, alfa idiota.

Querido último amor Donde viven las historias. Descúbrelo ahora