Capítulo 17: 𝑀𝑜𝑚𝑒𝑛𝑡𝑜𝑠 𝑖𝑛𝑐𝑜́𝑚𝑜𝑑𝑜𝑠 𝑦 𝑒𝑥𝑝𝑙𝑖𝑐𝑎𝑐𝑖𝑜𝑛𝑒𝑠.

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𓆙𝐻𝑒𝑎𝑣𝑒𝑛 𝑖𝑠 𝑎 𝑝𝑙𝑎𝑐𝑒 𝑜𝑛 𝐸𝑎𝑟𝑡ℎ 𝑤𝑖𝑡ℎ 𝑦𝑜𝑢.𓆙

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Louis despertó la mañana siguiente con una sonrisa, algunos rizos de cabello sobre su rostro, y la punta de la nariz de alguien más sobre la suya. Se tomó el tiempo de admirar al chico frente sus ojos con detenimiento, más de lo necesario.

También notó que lo tenía tomado de la cintura, e inexplicablemente, no le importó.

Sacó el celular de su bolsillo para chequear la hora, y eran exactamente las 9:00 AM. Por primera vez, no se sentía cansado a pesar de haberse dormido tarde, y en una cama individual acompañado de alguien más—no, no alguien más. Harry no era simplemente alguien.

Con cuidado quitó su brazo sobre el cuerpo del rizado (recibiendo un gruñido inconsciente por respuesta, lo cual le pareció tierno), y poco a poco se levantó de la cama a arrastradas. No quería por nada del mundo despertar a Harry, mucho menos estando enfermo.

Decidió tomar un pequeño tour de la habitación compartida de Harry, aunque sinceramente no había mucho que recorrer. El suelo era de un alfombrado verde oscuro, algo reseco y húmedo. El lado de la cama de Gemma tenía posters de lentes de sol de marcas reconocidas, pero que Louis no era capaz de recordar sus nombres. También tenía frases sobre la salud mental en muchos colores, junto a vestidos de colores crema y muchos títulos de libros o de canciones. Era dulce, y suave. Le pareció irónico, pues la chica le dió una impresión totalmente distinta.

El lado de Harry era un poco distinto. Tenía muchos posters de colores explosivos, hablando sobre la libertad de expresión y genero. Identificó muchos iconos en el mundo LGBTQ+, junto a personajes históricos del feminismo, al igual que cantantes y actores que forman parte de la comunidad que Louis desconocía tanto. Sonrió al ver imágenes de uñas pintadas de múltiples colores, o de anillos de diferentes tamaños y texturas, definitivamente era algo que Harry colocaría en un mural.

A los alrededores habían fotografías tomadas de revistas de bailarinas, destacadas por sus medias largas transparentes, de un tono rosado. Frunció un poco el ceño al ver hombres en mallas, o con un tutu y zapatillas. Sabía que el ballet podía ser practicado por ambos sexos, pero le parecía algo ridículo y difícil de aceptar en un hombre—por lo que pudo apreciar del montón de imágenes en la pared, fue capaz de precisar que a Harry probablemente le gustaban, así que debía respetarlo.

Le llamó la atención que no había ningún tipo de ventana en la habitación, siendo una lamparita pequeña sobre el suelo al lado de un enchufe la única iluminación del lugar. Se sentía extraño, estaba acostumbrado al excesivo espacio innecesario de su habitación en casa, donde pudo reflexionar que podían caber hasta diez personas. En este cuarto, apenas podía caber una, y Harry la compartía con su hermana. Era... algo miserable, pero al pensarlo bien, probablemente era lo único de su alcance para pagar. Los apartamentos en la ciudad eran excesivamente costosos, no podía juzgar—y Harry, junto a su hermana trabajaban duramente para sobrevivir.

Soltó una risita al notar pequeñas estrellas fluorescentes adheridas sobre el techo y parte de las paredes, formando mínimas constelaciones sobre estos. Creyó que era obra de Harry, pues él era el único capaz de traerle brillo a un lugar deprimente, así como hizo él en la vida de Louis.

Se dirigió a la puerta de la habitación y la abrió lentamente, cuidadoso en no despertar al rizado en la cama. Hizo el mismo procedimiento para cerrarla, ahora observando hacia la sala. Se sintió aún más deprimido y malagradecido que antes, mierda.

El Chico del Semáforo. (LARRY STYLINSON).Donde viven las historias. Descúbrelo ahora