Finalmente, las vacaciones navideñas habían culminado. Louis regresaba a su detestable habitualidad laboral en su oficina, mientras que Harry debía proponerse a esperar que el invierno finalizara para iniciar junto a sus compañeros a trabajar en el semáforo-y, por otra parte, debía tomar la rutina nocturna en el bar junto a Gemma. A pesar de que su jefe les había insistido en que no empezaran de manera tan repentina-sobretodo aún estando en invierno-, los hermanos no pudieron aceptarle tal cosa. Debían impuestos, pagos ajenos y debían comer. No podían darse el lujo de algo llamado 'vacaciones.' Por muy exhaustos que estuvieran, simplemente no podían.
Sin embargo, a Harry le sorprendió observar lo bajas que estaban las cifras de deuda en el papeleo que Gemma imprimió en la oficina de cobre. Usualmente la cantidad de dinero era... era alucinante, le deprimía si quiera pensarlo- pero ahora con toda la documentación frente él, no pudo evitar fruncir el entrecejo mientras jugaba con sus anillos.
"Gemma."
Su hermana le respondió con un movimiento de su mano, indicándole que siguiera hablando. Se encontraba acostada bocabajo sobre el sofá, maldiciendo por unos desgraciados cólicos en su vientre. El tiempo del mes, alguna mierda así entendía Harry.
"¿Dónde carajos sacamos para lograr pagar el agua? Si apenas el pago de diciembre nos alcanzó para pagar la luz y parte del alquiler."
Sus labios fruncieron. "¿A qué te refieres?"
"Hay mucho dinero pagado aquí. No debemos prácticamente nada."
"Al parecer menear tu culo en el bar sirvió para algo."
Puso ambos ojos en blanco, levantándose de la mesa. "Te hablo en serio, comediante de mierda. ¿De dónde sacaste el dinero? Porque mío no es."
Soltó un gruñido propio de un león en furia, abrazando su vientre con ambos brazos mientras hundía su rostro sobre un cojín mohoso. No estaba en el humor ni condiciones para calarse la muy jodida curiosidad de su hermano.
"¿Y bien? ¿No me vas a decir?" Le sacó el dedo del medio en respuesta. "Inmadura. ¿Te lo está dando Niall? ¡Mierda!" Exclamó al sentir un buen golpe en su nariz, propinado por Gemma quien le había lanzado su pantufla con una fuerza bruta para ella.
"No metas a Niall en esto, porque no tiene que ver, coño."
"Ajá, entonces. ¿Cuál es tu misterio?"
La mayor se sentó con un quejido grande, mordiendo su labio inferior sin apartar sus manos de su hinchado abdomen. Agonizaba de unos asquerosos cólicos debido a que se les había agotado el dinero pagando unas deudas, donde ni les quedó para comprar una maldita pastilla para su dolor-a pesar de que, tenía una considerable cantidad de dinero escondida en el estuche donde guardaba sus toallas sanitarias. Definitivamente, era un lugar donde Harry jamás se permitiría indagar.
Suspiró. Cada día era más difícil mentirle a Harry.
"He cubierto turnos, Harry. Me pagan extra, eso es todo."
"¿Cubrir turnos indica quedarse en casa de Niall hasta la madrugada?"
"Como si tú no hicieras lo mismo con Louis."
Sus labios se sellaron, quedando completamente mudo. No tenía como responderle a ello, ni la moral como para decirle que no era cierto, o que ella era peor. Para ser sinceros, el hecho de encontrarse ambos en un cierto tipo de 'relación' o amorío, cualquier mierda de esas, les estaba causando un perjuicio en su vida gremial. Desperdiciaban mucho su tiempo en estar en casa de sus respectivos compañeros, saliendo a estúpidas cenas y centenares de noches en vela haciendo sabiendo qué. Bueno, así era como Gemma se refería a su vida amorosa con Niall, la última persona con la cual esperaba que su hermana mayor se emparejara.
ESTÁS LEYENDO
El Chico del Semáforo. (LARRY STYLINSON).
FanfictionHarry ha pasado los últimos años trabajando duramente en la esquina de un semáforo, nada más y nada menos como limpiador de parabrisas. A pesar de las circunstancias, no se rinde en seguir ahorrando para pagar su carrera universitaria. Louis Tomlins...