El Chico del Semáforo. (LARRY STYLINSON).

Capítulo 15: 𝑉𝑒𝑟𝑑𝑎𝑑 𝑜 𝑅𝑒𝑡𝑜... 𝑦 𝑐𝑒𝑙𝑜𝑠?

𓀡𝐺𝑟𝑎𝑏 𝑡ℎ𝑒 𝑚𝑎𝑝𝑠 𝑜𝑓 𝑦𝑜𝑢𝑟 𝑠𝑜𝑢𝑙, 𝑑𝑒𝑎𝑟 𝑜𝑛𝑒.𓀡

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Louis estaba comenzando a pensar que era una mala idea. A él no le gustaba recibir personas en su casa, ni siquiera a sus amigos. Eran unos desastrosos, tirando comida, envolturas e incluso su ropa por todas partes, tocando cada mueble sin siquiera lavarse sus manos. A diferencia de sus mejores amigos, Louis era extremadamente pulcro y ordenado, pero carecía de independencia propia, donde ni siquiera podía lavar un plato. Era ciertamente contradictorio—además que, si sus amigos venían ese fin de semana, significaría suciedad, lo cual llevaría a la mucama limpiar más, eventualmente causando un aumento de sueldo. Definitivamente eso no podía ocurrir.

Pero Harry le insistió tanto en que le presentara formalmente sus amigos, seduciéndolo con su sonrisa traviesa, su nariz arrugada mientras pestañeaba, junto a sus cachetes marcados con sus hoyuelos tiernos del demonio, que simplemente no pudo negarle. Ponía sus muy malditos ojos brillantes como si fuera un perrito, haciendo que Louis cayera por completo. Como lo odiaba por saber su punto débil.

Y lo peor, es que su mirada quedaba grabada por horas dentro de su cabeza.

Eran alrededor de las ocho de la noche, y ni siquiera Harry se dignaba a llegar. Louis esperaba sentado sobre el comedor de su salón, rodeado de platos, cubiertos y copas de vino. Su pie se movía repetitivamente sobre el suelo de mármol, provocando un eco alrededor del silencioso apartamento. Habían quedado a las 7:30, ¿por qué no llegaban? Lo podía entender de Zayn o Niall, y de Liam no estaba seguro, ¿pero Harry? ¡Él siempre era puntual! Y mucho más cuando se trataba de Louis. Estaba ansioso, y un poco preocupado. Hoy era sábado, no podía estar trabajando. ¿Le habrá sucedido algo? ¿Qué podía hacer? No quería llamarlo porque se vería intenso, al igual que un poco extraño. No era normal que ansiara tanto la llegada de Harry, y eso le angustiaba.

Temía en como terminaría su hogar con la presencia de sus dos mejores amigos, y Harry en el mismo sitio. Era consciente que la personalidad de ellos era sumamente parecida, o sea, totalmente contradictoria a la de Louis. A diferencia de él, ellos era impresionantemente espontáneos y alegres, capaces de convertirse en el alma de un lugar—sobretodo Harry. Desde aquella vez que fue testigo de su espectáculo, pudo deducir la tremenda presencia y personalidad que el rizado poseía, la seguridad y confianza en que se movía a ritmo de la música, la manera en que mostraba su sonrisa llena de picardía a medida que pasaba sus manos por todo su cuerpo. Joder, Louis estaba maravillado por el muchacho, y aún no entendía porqué. Jamás había experimentado algo así por un amigo.

Mordió su labio. Trató de convencerse que sus sentimientos hacia el chico eran normales. Una amistad especial, nada más.

Algo remoto dentro de Louis sabía que estaba equivocado.

Louis sonrió al escuchar el timbre, emocionado ante la idea de ver a Harry a pesar de haberse reunido días antes. La verdad es que, su presencia en su casa hace todo menos complicado, y crea un ambiente cálido. A Louis le encantaba por completo.

La mucama estuvo apunto de abrirles la puerta, pero Louis fue mucho más rápido y se dirigió con prisa hacia ésta, indicándole con una sonrisa pequeña que estaba bien, que él podía hacerlo. Ella lo miró cómicamente, consciente que su jefe no era para nada cordial, mucho menos con ella.

Abrió la puerta de un tirón, encontrándose frente a frente con un par de ojos esmeralda. Creyó que nunca se había alegrado de ver a alguien tanto como ahora lo hacía.